Capítulo #1: El alivio

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[THEA]

—Thea— me llama mi madre, Karen. —Venga que ya es tarde—

Bajé las gradas, y al llegar a la cocina vi a mi mamá colocando el desayuno en la mesa.

—Gracias madre— dicho esto me senté a desayunar sin decir una palabra más, pues sabía que ella aún estaba molesta porque me gustaran las chicas y los chicos.

—¿Todavía estas mal por lo que te hizo esa zorra?. ¿Como era que se llamaba? Antu, Anto...

...Anthonella ma— recogí mis cosas para ir al instituto

De camino observo una chica que al parecer es nueva en el barrio, es muy bonita. Es tan pálida como la luna, su cara redonda con un piercing en la nariz que le da un toque rebelde, su pelo era corto y color castaño. Estaba vestida con un top básico de tirantes finos, un short denim azul y calzaba unos Nike blancos.

Ya en el colegio escucho mi nombre entre risas. Decido ignorar esto, pues no estaba en a mejor momento, mi mal humor me consumía, era demasiado estrés acumulado.

—Thea, espérame— voltee al oír esto, ¿y qué creen? Era Anthonella, quien algún día fue "mi mejor amiga".

Salí corriendo, no quería toparme con ella y mucho menos dejar que me maltratara o que me hiciera sentir como basura.

Agarró mi brazo fuertemente, tanto como llegar a hacerme daño —¿Por qué ya no me hablas?— pregunta como si no supiera nada.

—No creo que esperes que te perdone después de todo aquello— agite mi brazo saltándome de su agarre.

Después de un incómodo silencio se le ocurrió la grandiosa idea de decirme "vamos a hablar de lo sucedido, podemos tratar de solucionar el problema" cuando yo realmente no quería hablar absolutamente nada con ella. Pero aún así acepté.

—Pero primero acompáñame baño, por favor— dice Anthonella rascándose un poco la cabeza.

La acompañé, pero antes de entrar ella sacaba unas llaves de su faltriquera. Me parece algo extraño, ¿Y si me quiere encerrar? O peor, ¿y si me las quiere clavar en el cuello? Me niego a entrar primero que ella, soy demasiado joven para morir, yo quiero morir cuando tena unos 200 000 años más o menos.

Una vez dentro guardó las llaves y me golpeó tan fuerte que llegué a sangrar por la nariz, no tengo ni la menor idea de por qué lo hizo, supuestamente solo íbamos a hablar cuando ella terminara de hacer sus necesidades.

Sin pensarlo dos veces sumerjo su cabeza en el inodoro, e inconscientemente la golpeo contra la pared haciéndole una herida en la frente.

Huí del lugar, e hice como si nada hubiese pasado, limpié mi sangre y caminé a mi salón para incorporarme al turno de clases que me tocaba, al llegar dos minutos tardes recibí un regaño del profesor de Historia, hasta que al fin ordenó que me sentara.

Al voltearme para dirigirme a mi asiento, la veo ahí, a la chica que había visto anteriormente en el barrio, estaba sentada justo al lado de mi lugar.

—Hola, me llamo Rebeca, pero también me puedes llamar Rebe— se presentó esta con una hermosa sonrisa de oreja a oreja.

—Mi nombre es Thea— sonreí un poco mostrando empatia.

En cuarenta y cinco minutos de clase solo pude contemplar la belleza de Rebeca, tiene unos ojazos color pardo que combinan con el color de su cabello.

Poco a poco cada vez que el profesor se daba la vuelta, Rebeca y yo aprovechamos para entablar una conversación y conocernos.

°°°

—Bueno, hasta luego Rebe— me despedí de ella con estas palabras.

—Fue divertido pasar el día contigo- sonrió. -¿Qué te parece si quedamos el sábado para merendar?—

—¡Si, si si claro!— mi entusiasmo era gigante en este momento, ¿Ella me esta invitando? ¿Será bisexual como yo o solo buscará una amiga?.

—Vale, quedamos el sábado a las diez de la mañana en el Coffee que está en frente de mi nueva casa, es decir, donde me viste hoy, yo también te estaba mirando—. Dice Rebeca.

—¿Y qué día es mañana?—digo confundida sin saber tan siquiera en que año estamos.

—Es viernes— dijo riéndose a carcajadas y se retiró.

«Como lo suponía, era nueva en el barrio. No me esperé que me invitara, pero bueno, fue lo mejor que pudo pasar. Mierda, no me dio su número telefónico, bueno no importa mucho, mañana se lo pido»

Me fui con alegría a casa, y al llegar me encontré a mi madre feliz. Había llamado mi hermana, quien vive en Estados Unidos, tiene un marido y dos hijas en fin...una vida perfecta. Yo siempre he sido la hija menos querida de las dos, pero no le hecho la culpa a Ingry y mucho menos la odio. Mi hermana no tiene culpa de los problemas con mi madre.

«¿Y si le cuento a mamá que me gusta una chica? ¿Qué tan malo puede ser? ¿Y si me deshereda? No, no me puedo arriesgar a semejante cosa.»

Mi pensamiento atontado fue interrumpido por mi madre.

—Thea, Te han expulsado del colegio. A ver ahora donde te meto a estas alturas del semestre.— la cara alegre de mi madre desapareció, y se convirtió en una cara que lleva todos los días, es decir: la misma cara de ogro de todos los días.

—¿C-cómo?— tartamudee.

—Supongó que tú sabrás lo que hiciste, ¿no?— cruzó los brazos.

—Pues, golpee a una chica de mi salón... Pero no creí que fuera tan grave— mi respiración se volvió agitada. —Saldré a tomar el aire.—

—Pues no te demores, que ya es tarde—. Me dice ella, cuando a penas son las seis y treinta y dos de la tarde.

Caminé y caminé, y al doblar la esquina me encontré con Rebeca sentada en el conten de la acera.

—Hola Rebeca— saludé y procedí a sentarme a su lado.

Levantó su cabeza —Buenas noches, Thea—

Cuando me miró pude notar la tristeza en su rostro. Se ve algo preocupada.

—¿Te pasa algo?-—no sabía de que forma podría ayudarla, nos acabábamos de conocer y no sabía si debía intervenir en sus asuntos.

—Me ha dejado mi novio— dice Rebeca con lágrimas en sus ojos.

—Ah, que mal— no sabía que decir.

—Todos los tíos son una mierda, estoy pensando en hacerme lesbiana.— ¿Será una ironía o lo dirá en serio?

—Yo soy bisexual— dije tímidamente mientras ella se quedo mirándome con unos ojos grandes y ¿asustados?.

—¿Y qué se siente tener sexo con una mujer?— ¿Por qué Rebeca querría saber eso?

—Pues no se. He tenido muchas novias pero nunca llegué a hacer eso.—

—Bueno pues cuando quieras podemos quedar y hacer el intento, ¿no?— dijo Rebeca, algo ¿emocionada? Si, emocionada.

Completamente NormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora