La cafetería se sentía tan vacía, y no porque realmente lo estuviera, es que el ambiente era tan seco, sin diversión alguna, todos estaban tan centrados en ser perfectos que ni siquiera parecía que quería darse el lujo de disfrutar su adolescencia, me preguntaba cómo sobreviviría aquí, esto definitivamente no era nada parecido a mi anterior vida.
Finalmente me senté en una de las bancas vacías con la bandeja de comida, hasta en ella eran estrictos, te daban verduras y pollo, en realidad muchas verduras, una pequeña botella de agua y de postre una manzana, tal vez dejaría mis malos habitos de comida, pero vamos, ¿a quien no le encanta comer frituras?
Mientras me concentraba en terminar mi plato pude sentir como alguien se sentó justo a mi lado, voltee y era el chico de hace rato, solo que estaba vez estaba vestido.
—¿Disculpa?—Pregunte pero él solamente sonrío sin sentido.
—Me parece que nos conocimos de una mala manera, solo quería disculparme, mi nombre es heeseung, ¿tú eres?—Seguía sonriendo, pero su sonrisa era estúpidamente linda.
—Definitivamente ese no es el mejor lugar para tener sexo, pero cada quien...—Lo último lo dije casi en un susurro pero aún así a él le causó gracia.
—Soy jiheon, por cierto.—Le dije finalmente con una sonrisa.
Heeseung habia sido la única persona que había tenido algo de color en esa asquerosa cafetería.
—¿Aún no haces amigos? te ves sola.
—Aún no.—Dije mientras terminaba finalmente la comida en mi plato, comiendo hasta la última migaja de lo poco que nos servían.
—Deberías venir con nosotros, no pareces una chica normal.—Una carcajada salió de mi en ese momento, gracias al término que había usado para referirse a mi, algo cliché a decir verdad.
—No.—Me levanté de ahí llevando mi bandeja para despostarla donde tenía que ser y así poder irme del lugar, sin dejar que Heeseung dijera una palabra.
Mi primer día de clases finalmente había comenzando, estaba aterrorizada con el uniforme, aunque tenía que acostumbrarme, me daba asco solo de ver como me veía con el puesto, y no decía que yo era el problema, definitivamente lo era las prendas sobre mi.
Gaeul se había ido hace un rato ya que dijo que antes pasaría a la biblioteca así que mientras me quedé terminando de arreglarme, en eso una llamada me llego de ella, claro que habíamos intercambiado número si éramos compañeras de cuarto, ayer había convivido algo con ella y era en realidad muy amable, para nada que ver con su físico, cuando la vi por primera vez pensé que sería algo engreída y si era un poco pero su personalidad era tan cómoda, no sabría explicar algo así.
—Ya debes venir, te quedan 5 minutos.—Dijo del otro lado de la línea.
—Ya voy, estoy saliendo.
—Bueno pero si llegas un minuto tarde no te dejarán entrar.—Fue lo último que dijo antes de colgar la llamada, realmente la gente aquí era perfecta.
La primera clase era química, estaba algo feliz por eso ya que era la materia que menos me fastidiaba, me dirigí hasta el aula aunque el lugar era realmente grande y mentiría si digo que en el camino no me perdí unas cuantas veces.
Finalmente llegué y vi a Gaeul hasta el fondo apartándome un lugar, justo en ese momento cerraron las puertas, llegando en el momento exacto.
La clase había iniciado y la verdad es que no era muy diferente a mi anterior escuela aunque se notaba de lejos lo estrictos que eran los maestros.
Una notificación me sacó de mis pensamientos, obligándome a despegar la mirada del pizarrón y del maestro en frente.
Beomgyu
¿adivina a dónde me transfirieron?
Antes de que pudiera escribir algo más dos toques en la puerta del salón se hicieron presentes, el profesor detuvo la clase y fue a abrir la puerta.
Ni siquiera logré ver de qué se trataba pero él salió un momento del salón, la costumbre de las escuelas era que todos comenzaban a hablar una vez que el maestro ponía un pie fuera del salón pero sorprendentemente nadie lo hizo.
—¿Por qué nadie habla?—Le pregunté a Gaeul en un susurro intentando no romper el ya incómodo silencio que se había creado.
Unos segundos después volvió a abrirse la puerta dejándonos ver al maestro de nuevo y detrás de él alguien más.
—Él es Beomgyu, también es de nuevo ingreso, denle la bienvenida.—Mi corazón comenzó a latir al ver a Beomgyu ahí, habíamos sido amigos desde la secundaria aunque nuestra relación era algo rara, aún así lo consideraba mi mejor amigo.
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𝒕𝒉𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒊𝒐𝒏 ;; 𝑒𝑛ℎ𝑦𝑝𝑒𝑛
Fanfiction"La perfección" era el apodo que todos le ponían al internado, sus alumnos eran ejemplares, los mejores en calificaciones y conductas, jiheon odiaba escuchar eso cada día, recordándole que sería transferida ahí. -Actualizaciones lentas. -Escenas +18...