Jimin sentía que en cualquier momento se desmayaría, por lo que apretó con fuerza la bolsa que llevaba colgada y bajó del automóvil antes de siquiera considerar quedarse por más tiempo y atrasar al alfa a que llegara a su trabajo.
—Vendré por ti cuando salgas —las palabras de Jungkook lo sacaron de sus pensamientos, asintiendo.
—Gracias, por traerme y por recogerme, me gustaría evitarte tanta molestia —comentó con un rubor sobre sus mejillas, acomodando la bolsa sobre su hombro.
—No te preocupes, llámame o mándame un mensaje si lo necesitas, traeré el celular en la mano todo el día.
—Ten un buen día, Jungkook.
—Igualmente, Jimin. No te presiones, pasitos de bebé.
La comparación le sacó una carcajada antes de cerrar la puerta, apartándose un par de pasos hacía la calzada para ver cómo el alfa partía fuera del estacionamiento. A esas alturas, se sentía cuando era pequeño y veía a sus padres irse después de que lo dejaban en su salón de clases, deseando poder ir detrás de ellos y no tener que quedarse ahí. Aguantando el intenso deseo de volver a casa, acomodó su suéter y, con una última mirada hacia el cielo, soltó un suspiro de determinación y se encaminó hacia la entrada del hospital.
Reconoció un par de rostros y los saludó en el trayecto, sintiéndose familiar por algo tan cotidiano que hacía antes de que todo ello sucediera. Se tomó su tiempo para llegar al área y marcar su ingreso, pero tan pronto como cruzó las grandes puertas que dividía el pasillo y neonatos, fue cuando unos brazos lo envolvieron con fuerza y lo apretujaron contra un cuerpo femenino.
—¡Dios, por fin estás aquí! —reconoció la voz de su superior y sonrió, devolviéndole el abrazo.
—Buen día, también extrañaba estar aquí.
—Pensé que mi mejor enfermero ya no volvería trabajar.
—¡Hey, estoy aquí! —otra voz se unió a la conversación, sacándole una carcajada.
Y contrario de sus pensamientos, se sintió demasiado bien volver a su trabajo y ver a las personas que tanto cariño les tenía. Cualquier negatividad, la dejó fuera del área porque tan pronto como pudo volver a ver a los cachorros en sus incubadoras, su lobo aulló por la necesidad de ayudarlos y no dudó en hacerlo.
Se sentía bien volver a su trabajo, al lugar que lo mantenía con vida.
[ . . . ]
El día había pasado demasiado lento para el alfa, observando la hora a cada minuto que podía en espera de algún mensaje del omega, su lobo también sintiéndose inquieto al no recibir ningún indicio de Jimin. Para cuando su hora de salida marcó en el reloj, corrió fuera de su oficina directo al checador, marcando su hora de salida y encaminándose al estacionamiento.
Le mandó un mensaje al omega avisando que estaba en camino, recogería a Siwoo también en la guardería del hospital a favor de Jimin, que había conseguido un espacio para cuidar de su cachorro como una prestación de su trabajo. Por ello, tan pronto como había entrado al hospital, se dirigió directamente al área de neonatos donde el omega le había dicho que estarían esperándolo.
En cuanto pasó por la grandes puertas que dividían el pasillo y el área, reconoció una distintiva cabellera castaña, haciéndolo sonreír y con la intención de llamarlo desde la distancia, hasta que una nueva figura aparecía en su campo de visión. ¿Quién era aquel hombre que parecía tan familiarizado con Jimin? No, no creía que fuera un tacto familiar cuando visualizó la postura tensa de él, conforme el contrario parecía querer acercarse.
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for us 𐙚 kookmin.
RomanceDonde Jungkook acaba de perder a su pareja después de dar a luz a su cachorro; o en donde Jimin es el enfermero que se encarga del área de enonatos, cuidando de su bebé durante todo ese tiempo y descubriendo que es su pareja destinada. » jungkook to...