Lucerys es el hijo legítimo de Rhea y baelon viene de visito a ver a su nieto
『 യ 』
Rhea echa la cabeza contra la almohada gruñendo con dolor, ante las contracciones que su cuerpo sufría, apretando las sábanas de dónde descansaba inhalando en grandes bocanadas con lágrimas corriendo libremente por sus mejillas como una cascada.
— Lady Rhea puje, ya puedo observar la cabeza del infante — La partera ordena a la mujer que daba luz con insistencia.
— ¡Os ordenó que te calles! Estoy ¡MNH! haciendo lo posible — Gruño la castaña con cierta furia en su voz llorando por el dolor de ser abierta de adentro para afuera.
Después de largas horas con contracciones y calambres por el paso del bebé para salir desde la comodidad dónde era su guarida, la mujer se encontraba descansado sufriendo espasmos por los dolores intensos, esperando que la partera le diera a su bebé que lloraba con los fuertes pulmones que los dioses antiguos le dieron.
— Lady Rhea, ¿Desea que traiga a una nodriza? — La partera pregunto suavemente a la mujer cansada calmando al bebé en brazos.
— No, tráelo aquí y puedes ir a buscarme algo para comer — La dama se sentó para poder alzar sus brazos esperando a su hijo con impaciencia, mirando el rostro de sorpresa de la patrona.
— Que esperas mujer, dame a mi bebé — Exigió al ver a la dama mayor paralizada, su alma ansiosa y desesperada.
La partera rápidamente se acercó para entregarle al bebé. Rhea sonrió con calma besando la pequeña mejilla del niño, alzo el mentón dando la orden silenciosa para que todos se fueran y ella pudiera descansar con su bebé.
Arrullando al bebé en brazos puede visualizar con ternura los rizos castaños y claramente los ojos morados que la miraban con curiosidad, sonrió con orgullo al recién nacido.
— Mi pequeño fuego — La castala mayor unio su frente con la de su bebé dejando pequeñas palabras de ternura al infante.
Este bebé era suyo, un hijo creado de una noche de "pasión" con su en ese entonces borracho marido, pero, estaba feliz y acepto que su hijo era tambien de aquel infame hombre con el que se Io obligada a casarse. Acariciando la pequeña y suave mejilla solo mirando curiosa al ser en sus brazos.
— Eres mío, mi bebé — Cerrando los ojos ella desviste su seno para entregarle al bebé su alimentó, no dejaria que una nodriza le quitará esto.
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Pasaron las días donde la castaña descanso y alimento a su hijo. Su sobrino gunthor encargándose de runestone durante su reposo, nadie le había avisado que tendría una visita hasta que un día un hombre había entrado de sorpresa mientras alimentaba a su hijo con el la bata suelta.
— ¡Dioses! Perdón Rhea, avisame cuando termines — La castaña había escuchado la voz de su buen padre mientras este salía de la habitación.
Se tomó su tiempo para terminar de alimentar al niño, loco a su su bebé sobre la cama y se ajusto su bata, para nuevamente cargar al niño en brazos para asi carraspear un poco y dar la orden para que su buen padre entrara nuevamente.
— Alivio de los dioses, disculpame por entrar sin avisar, querida — El platinado se disculpo con vergüenza teñido en su tono, pero, con la mirada fija en aquel bulto que la castaña cargaba con tanto amor.
— No sé preocupe príncipe baelon, está más que invitado a mis aposentos, aunque le pido que la siguiente avisé — Tranquilo la Royce con una sonrisa en los labios de forma calmada arrullando al bebé.
