13) Huir

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Sentía el corazón en la boca mientras silvio sostenía el arma en mis manos.

— Por favor no, por favor — rogué, asustado.

No quería convertirme en lo que era él, no quería ser un asesino.

El apretó mí dedo y ví la bala salir disparada a Flex.

La sangre de Flex salpicó mí rostro mientras solamente miraba con ojos muy abiertos todo.

Silvio me soltó y me lance en la arena mirando la cueva asustado.

— Déjala viva— órdenes a Silvio que me estaba viendo.

Me senté y mire a Lin que evitaba hacer contacto visual.

— ¿Por qué?— pregunto y baje la mirada.

— Tu y yo no podemos tener hijos y es una cómplice fiel— susurré intentando no tartamudear.

Silvio sonrió y me sostuvo del cuello intentando acercar sus labios a los míos pero lo detuve.

Silvio rodó los ojos y me soltó.

No sabía que mierda estaba haciendo pero tenía miedo y no quería ver a Lin terminar como Flex.

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Limpiaba en la ducha las manchas de sangre de Flex de mí rostro con un vacío enorme.

Salí de la ducha aunque no quería y me coloque la ropa que Silvio me había conseguido.

Me quedé mirando la puerta un par de minutos antes de abrirla.

Salí caminando por la casa hasta ver a el niño que estaba jugando con sus juguetes en la sala manteniendo su inocencia y ignorancia de todas las atrocidades que hacía su padre.

— Te ves muy bonito — susurro Silvio detrás de mí.

— Cállate — le dije y el rió.

Tomo mi mano y colocó un anillo en mí dedo anular.

— Tienes una tarea y es complacerme, serás mí esposo y vas a cuidar a nuestros hijos, no vas a salir de aquí a menos que sea para llevar a los niños al colegio o para comprar cosas. Tienes prohibido entablar cualquier vínculo con alguien y no vamos a hablar de nada a presencia de los niños — dijo y asentí.

—¿"Niños"? Pensé que tenías un solo hijo — susurré confundido.

— Lin está embarazada— dijo y beso mí mejilla — No te preocupes por nada más, dormiremos separados a excepción de los lunes dónde vas a tener que dormir conmigo y creo que sabés cuidar toda la casa¿No?— pregunto y asentí — Bien, entonces no tienes preguntas, perfecto.

Esa rutina era aterradora todas las semanas, parecía una vida normal pero no lo era.

Me despertaba en la mañana para preparar el desayuno y luego alistaba a él niño como si fuera mío para luego llevarlo al colegio cercano.

Era aterrador salir de la casa completamente cubierto y tener que mirar por las calles carteles con mí rostro donde me buscaban como prófugo de la justicia.

A esto solamente podía pensar¿Qué pensarían mis amigos sobre mí?¿Qué pensaría Muzther?

Estaba acostando a dormir a el niño, salí de la habitación y cerré la puerta decidido a aprovechar que Silvio no estaría esa noche temprano allí para huir y ayudar a Lin.

Entre a la habitación de Silvio con cuidado, ya conocía está casa a la perfección y sabía donde estaba la cámara.

Con cuidado de que no me captará me deslice por la pared hasta llegar a una esquina ciega, era donde tenía más movilidad.

¿Mizu? | Muzikato [Completa✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora