Era otro día monótono en la escuela secundaria, pero algo cambió en mi mundo gris cuando entró Scott Tenorman. Con su cabello rizado y esos ojos, esos jodidos ojon tan lindos, era como un rayo de sol en medio de la aburrida rutina.
No pude evitar mirarlo, aunque intenté fingir que estaba concentrada en mis apuntes. Aunque mis piernas comenzaron a temblar levemente cuando lo ví acercarse a mí...
Scott: Hey, Beatriz, ¿puedo sentarme aquí? -preguntó Scott, señalando el asiento vacío a mi lado.
Mi corazón comenzó a latir más rápido, pero intenté mantener la calma. -Claro, adelante...
Él se sentó y comenzamos a hablar de cualquier tontería que nos viniera a la mente. Sus chistes me hacían reír más de lo que deberían, y su mirada intensa me hacía sentir como si el resto del mundo desapareciera.
Scott: Oye y qué harás después de clases __? -preguntó Scott, jugueteando con un lápiz entre sus dedos.
____: mm... Nada, por qué? -respondí, tratando de parecer despreocupada.
Scott: Pensaba en ir a la heladería. Te gustaría venir conmigo? -propuso, con una sonrisa tímida que lo hacía aún más encantador.
Mi corazón dio un salto de alegría. -Claro! D-Digo, sí por supuesto
El sonido de la campana marcó el final de la clase de historia, y mientras todos se apresuraban a salir, mi mirada se encontró con la de Scott. Era imposible no notarlo entre la multitud.
Scott: Qué tal si nos vamos juntos?
Mi corazón comenzó a latir igual de rápido que antes, pero traté de mantener la calma. -¡Claro! No tengo ningún plan.
Caminamos juntos por los pasillos, hablando de música, películas y cualquier otra cosa que se nos ocurriera. La forma en que Scott hablaba y reía era contagiosa. Me encontré riendo más de lo habitual, disfrutando cada momento a su lado.
Pasamos la tarde en una heladería cercana, compartiendo helado y confidencias. Con cada palabra, me sentía más cerca de él, como si nos conociéramos desde siempre.
Scott: Eres increíble, Beatriz... -dijo, mirándome fijamente-. Nunca había conocido a alguien como tú.
Sonreí, sintiendo un cosquilleo en el estómago. -Tú también eres increíble, Scott. Me siento muy afortunada de que me hubieras hablado.
Nos quedamos allí, en nuestra pequeña burbuja de felicidad, sin preocuparnos por el mundo exterior. Por un momento, todo lo demás desapareció...
Al final de la tarde, cuando nos despedimos frente a la heladería, sentí un nudo en el estómago.
Scott: Nos vemos mañana en la escuela, Beatriz -dijo con una sonrisa que hacía brillar sus ojos.
____: Hasta mañana, Scott -respondí, con una mezcla de emoción y nerviosismo.
Me iba a despedir de él con un pequeño beso en la mejilla, pero por accidente el movió su cara y nos terminamos dando un beso... Me alejé rápidamente y pude sentir como mi cara se ponía roja de la vergüenza y los nervios
____: y-yo la lamento Scott, n-no lo quería hacerlo en serio..!
Scott: No no te preocupes está bien. Nos vemos mañana verdad? -dijo en un tono despreocupado
____: A-Ah, sí sí seguro... -dije nerviosamente y me quede viendo como él me guiñaba el ojo y se alejaba
Me quedé ahí temblando y con una tonta sonrisa en mi cara, definitivamente era el hombre indicado para mí...
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Bien corto jajajs 😭😭😭
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