𝐒|| "No importa cuantos años han pasado, sigo sin poder olvidarte Mily"
「Donde Emily y Lando tenían la relación perfecta, pero luego de tres años ella desaparece sin dejar nada más que una carta」
O
「Donde Emily dejo a Lando para que pudiera cumpli...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🗓️October, 2018 📍Bristol, UK.
Tal y como habían acordado, a la mañana siguiente de su primer beso, Lando y Emily tuvieron su primera cita. Y luego de esa, tuvieron otra, y otra, y otra, hasta que, a finales de julio, Lando se armó de valor y le pidió a Emily que fuera su novia en el mismo lugar en el que se conocieron.
Al revelar su relación a la familia, las madres de ambos estallaron en gritos de felicidad. Los padres los felicitaron de manera más calmada, al igual que los hermanos de cada uno.
Su relación avanzó de la mejor manera con el paso del tiempo. Eran "la pareja perfecta" para todos los que los conocían, pues el hecho de que se conocieran tan bien hacía que su relación fuera más fácil. Claro, como toda pareja, tuvieron discusiones por distintos motivos, pero su conexión y conocimiento mutuo los ayudaba a resolver los problemas rápidamente.
Un año y medio después de empezar su relación, tuvieron su primera vez.
Una primera vez que tal vez no fue la más romántica, pero eran ellos dos, y eso lo hacía más que especial. Era un momento que ambos recordarían por el resto de su vida.
Y ahora, un año y medio después, Emily estaba sentada en la tapa del inodoro con los ojos y las mejillas empapadas en lágrimas. Estaba asustada y sin saber qué hacer. Tenía un retraso de casi dos meses, exactamente el tiempo que había pasado desde la última vez que estuvo con Lando. Sabía que todo coincidía, porque ese era también el tiempo que él llevaba fuera de Bristol, y en su última noche juntos habían tenido una "breve despedida".
Estaba perdida y no le quedaba otra que llamar a su madre, idea que le aterraba. Temía que la regañara, pero la necesitaba más que nunca.
Se levantó, se lavó el rostro y salió del baño en busca de su madre, quien se encontraba en su oficina. En ese momento agradeció que ni su padre ni sus hermanos estuvieran en casa, porque le sería más fácil hablar con ella a solas.
—Mamá, ¿podemos hablar un momento, por favor? —pidió al entrar a la habitación.
—Claro, cielo. ¿Qué sucede? —preguntó, haciendo que Emily rompiera en llanto y buscara refugio en sus brazos.
—Lo he estropeado todo... lo lamento tanto, mamá —sollozó con la voz entrecortada.
—¿Qué sucede, mi cielo? ¿Qué has estropeado? —preguntó Isabelle, preocupada ante las palabras de su hija.
Pasaron unos minutos en silencio, con Emily llorando e Isabelle esperando pacientemente a que su hija se calmara.
Cuando llegó el momento, Emily le contó todo con temor a recibir un regaño. Pero lo único que necesitaba era un consejo.
—¿Me dijiste que se cuidaron, verdad? —preguntó la mayor, recibiendo un asentimiento de su hija—. Cariño, a veces el condón puede romperse o venir roto. Lo más seguro es que se rompió y ninguno se dio cuenta. No te lo había contado, pero así nació Will.
Lo dijo de forma juguetona, con la intención de hacer reír o al menos sonreír a su hija. Esa era su forma de demostrarle que no estaba enojada y que iba a apoyarla pase lo que pase. Y había logrado su cometido.
—Para salir de dudas, haremos una prueba de embarazo, ¿sí? —dijo la mayor nuevamente, luego de las risas, mientras acariciaba el cabello de su hija con cariño—. Yo iré a comprarla y tú tomarás mucha agua para que te den ganas de orinar y podamos hacer la prueba. ¿Bien?
Emily asintió con la cabeza agachada, recibiendo un beso en esta por parte de su madre antes de que saliera de la casa.
(...)
—Listo, cariño. Ahora solo tenemos que esperar veinte minutos a que esté lista —dijo Isabelle, colocando la prueba sobre la mesita de noche.
Al girarse y ver a su hija sentada en la silla del escritorio, con las piernas pegadas al pecho y la cabeza escondida, su corazón se encogió. Se acercó, le tomó la mano y la obligó a levantarse para que se sentara con ella en la cama. Estando allí, la arrulló como cuando era un bebé, acariciando su cabello y susurrándole que todo estaba y estaría bien.
—Tengo tanto miedo, mamá... no sé qué haré —sollozó mientras apoyaba su cabeza en el hombro de su madre.
—Todo estará bien, mi cielo —respondió ella, intentando calmarla, aunque no logró tranquilizarla del todo.
—No, mamá. Nada estará bien. ¿Qué haré? —preguntó en un sollozo, y antes de que su madre pudiera responder, volvió a hablar—. La carrera de Lando va en ascenso. Entra a la Fórmula Uno el próximo año. Un bebé en este momento no haría más que distraerlo. No puedo hacerle esto, no cuando sé que ese siempre ha sido su sueño. Pero tampoco quiero abortarlo. No podría, mamá...
En ese momento, Isabelle no hizo más que abrazar a Emily, dejándola desahogarse todo lo que necesitara. Tenía muy claro que los pensamientos la estaban atormentando, y se sintió impotente de no poder aliviar su dolor.
Se quedaron así hasta que la alarma sonó, haciendo que se separaran. La castaña miró a su madre, nerviosa, antes de preguntar:
—¿Puedes hacerlo tú? Por favor.
Isabelle asintió con una leve sonrisa y se levantó para caminar hacia donde estaba la prueba. Al tomarla y observar el resultado, sus ojos se llenaron de lágrimas. Lágrimas que rodaron por sus mejillas segundos después, sin poder contenerlas. Luego de unos segundos, suspiró y se giró.
—Positivo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Author Note; Chanchanchaannnn, Em está embarazada *hace cara de susto*, ahora si se viene lo bueno.