Nanao es una joven con un gran sueño, ser la mejor jugadora de baloncesto y lograr que su equipo llegué a cima y ser lo mejores del mundo....
¿podrá cumplir su sueño?, ¿será ella capaz de superar sus traumas de su pasado?, ¿tendrá el valor de de en...
Ya en el último cuarto a 3 minutos de terminar el partido, Teíko sobrepasaba a Kamizaki |150 - 81|69 puntos de diferencia. Kamizaki ya parecia no tener ganas de seguir, estaban todos quietos y muy pocos seguian presionando a los chicos de Teīko...
El rostro de Aomine cambió drasticamente cuando un chico del equipo contrario le habló...
El partido acabó y los chicos ganaron
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[Vestidor de Teīko]
Momoi: ¡Aomine!
El moreno zafó del agarre de la pelirosa - Callate. Dejame en paz - Tras decir eso Aomine abandonó la habitación
Midorima: Tengo un mal presentimiento cuando pone esa cara...
- Yo igual, disculpenme - hice una reverencia rapida y sali detrás de él -
Lo busqué por un rato y lo encontré sentado al borde de una piscina.
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- ¿Daiki?
Aomine: ¿Que necesitas? Quiero estar solo
Me senté a su lado y le tomé de la mano - No puedes estar solo, ¿que es lo que te sucede?
Aomine: Nada de esto tiene sentido ya, el baloncesto es algo...aburrido
- ¿Porque dices eso? Pensé que estabas feliz con todo esto
Aomine: Lo estoy o lo estaba, es confuso. No puedo sentir la misma emoción que sentia antes en los partidos, ahora es solo ganar por ganar
- Daiki... - Lo rodee en un abrazo y lo bese en la mejilla - Es solo algo pasajero, aun queda un ultimo partido, se que estaras mejor despues de un descanso
Aomine: Nanao...¿soy alguien que da asco?
- Mis ojos se abrieron como platos al escuchar esas palabras - ¿De que hablas?
Aomine: Mi juego...¿realmente da tanto asco?
- No, nose que fue lo que te dijo ese idiota pero tu eres genial, tu juego es genial y no tienes porque sentirte asi, no me gusta verte asi Daiki, eres más fuerte que esto no te dejes engañar por palabras vacias de un imbecil que esta dolido por haber perdido, ¿si?
El moreno me miró y asintió lentamente para luego dejarme un tierno y fugaz beso. Aunque queria creer en mis propias palabras, no sabia que tan cierto era lo que dije, sus ojos estaban apagados...
