La balada de las noticias

39 3 0
                                    


Tú, tú sabes bien quien eres. Dibujado en palito. Dibujado en carne y hueso. Supiste que los cambios siempre traían a Godot. Mira como vuelan las noticias. Vayamos todos al palacio. Algo ha pasado. Algo ha cambiado. Quizá esos son los cambios. Quizá eso era Godot.

Cuentan los guardias del palacio que Godot tomó el muérdago. Lo unió a una flecha y tensando la cuerda miró a quien siempre aguardó por él. Soltó. Esa madrugada. Una bala atravesaba a Cleiver. Él mismo se disparó. Godot fue culpado. Godot no fue apresado.

Y, ¿Xiaro? Otra víctima de Godot. Ella sabía que Godot un día volvería, pero mientras más esperaba junto con quien se hizo la pregunta bajo el muérdago, más pensaba como él. Atrapada en una red de pensamiento. Atrapada en el tiempo, dejó de pensar en Godot. Esa madrugada, otra flecha llegaba a ella. Una bala junto al muérdago.

Las campanas de la iglesia más próxima sonaron. El príncipe Cleiver junto con su amante Xiaron fueron hallados muertos. El crimen del siglo. No hubo rastros del asesino. Se sabía que Cleiver traía noticias de nuevos tiempos. Xiaro siempre dio apoyó esos nuevos tiempos. Pero, los cambios traían a las sombras. Los cambios traían la erosión. Finalmente, entiendo... eso era Godot. Siempre esperé por Godot. Cuando se dibuje un palito. Cuando se forme una sílaba. Cuando pase el tiempo, ahí estará Godot. Me corrijo, ahí siempre estuvo Godot. 

Mayerling - Una historia de Xiaro y CleiverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora