Anita y Tomás eran dos traviesos hermanos que adoraban jugar en el parque de su vecindario. Pasaban horas y horas inventando aventuras, persiguiendo ardillas y revolcándose en el pasto. Lo único que no les gustaba tanto eran las "aburridas" reglas que sus padres imponían sobre comer sano y bañarse todos los días. A Anita le encantaban las golosinas azucaradas y a Tomás únicamente le interesaba jugar con sus cochinitos de peluche.
Un día soleado, mientras los niños construían un fuerte con ramas caídas, comenzaron a escuchar un ruidito peculiar que parecía provenir de los arbustos cercanos...
De pronto, ¡un destello brillante los deslumbró! Cuando Anita y Tomás pudieron volver a ver, se encontraron cara a cara con una pequeñísima mujer alada, de resplandecientes ojos azules y un largo vestido verde... ¡Era el Hada de la Salud!
-¡Pequeños revoltosos! -exclamó el hada con su vocecita cantarina- ¡He estado observándolos y debo decir que están formando unos pésimos hábitos!
Antes de que pudieran replicar, el hada agitó su varita mágica y los tres se encontraron de pronto en una isla paradisíaca, repleta de árboles frutales y viñedos... ¡La Isla de las Frutas y Verduras!
Luego, el hada los enviórápidamente a la escalofriante Montaña de los Dulces, un tenebroso lugar donde las terribles Brujas Azucareras intentaban convertirlos en criaturas golosas sin remedio...
En un abrir y cerrar de ojos, se vieron inmersos en el apestoso Reino del Jabón, donde los malvados Gérmenes merodeaban por todas partes. Para salir con vida, tuvieron que aprender de los Troll jabonosos los hábitos de lavarse correctamente.
Finalmente, el hada los transportó a la mágica Laguna del Cepillo de Dientes, un apacible lago donde las criaturas huían al percibir el terrible aliento de los niños. Sólo tras seguir los consejos de las Náyades de la Laguna pudieron deshacerse de las caries.
Después de estas emocionantes pruebas, Anita y Tomás imploraron al Hada que los dejara regresar a casa, jurando que desde ese día serían los Campeones de la Buena Salud. Conmovida, el Hada los hizo prometer que seguirían estas reglas:
1) Comer frutas, verduras, proteínas y productos lácteos en cada comida.
2) Permitirse únicamente una pequeña porción de dulces al día como máximo.
3) Lavarse muy bien las manos con agua y jabón antes de comer.
4) Cepillarse lentamente los dientes después de cada comida.
El Hada entonces los envió a casa con un toque de su varita. Desde aquel día mágico, Anita y Tomás cumplieron su promesa y crecieron fuertes, sanos y con una deslumbrante sonrisa.
¡Fin!
Preguntas sobre el cuento:
1. ¿Cómo se llamaban los dos hermanos protagonistas?
2. ¿Qué personaje mágico apareció en el parque?
3. ¿A qué lugar fantástico los llevó primera el Hada de la Salud?
4. ¿Qué aprendieron Anita y Tomás en la Isla de las Frutas y Verduras?
5. ¿Qué 4 reglas les hizo prometer el Hada para ser los Campeones de la Buena Salud?
6. Al final del cuento, ¿cumplieron Anita y Tomás su promesa de tener buenos hábitos?
7. ¿Qué lección principal crees que nos enseña este cuento?
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Aventuras Mágicas: Cuentos Infantiles
Adventure¡Bienvenidos a un mundo mágico de imaginación y diversión! "Aventuras Mágicas: Cuentos Infantiles" es una colección encantadora de cuentos infantiles creados con cariño y diseñados para llevar a los pequeños lectores en emocionantes travesías. Dentr...