demasiado para la primera vez

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como ven en la "portada" mis diseños de los planetas no son ni humanos, ni bolitas, por lo que si te desagrada el tema de los furros no recomiendo que leas...si te da igual todo, ve por el campeon.

Antes de empezar ¡ningún personaje en esta historia es menor de edad! Solo hay diferencias de tamaño. ¡Por favor no se hagan una idea errónea!

Ah si, y hay sexo...

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"¿tierra?"
"¡¡TIERRA!!"
Tierra jadeo despertándose por la voz que lo llamaba, no era nada más ni menos que su luna, quien lo veía preocupado al encontrarlo inconsciente en su órbita, el chico se froto los ojos, agitándose un poco mientras recobraba los sentidos, rayos, eso sí que fue un buen sueño.

"Oye ¡no te estires así como si nada! ¿¡Que te paso!?" Continúo hablando la pequeña luna, este noto el ligero bulto en su vientre "mejor dicho ¿¡QUE RAYOS ESTUVISTE HACIENDO!?" Su emoción cambio de preocupación a molestia, teniendo una muy vaga idea ahora de la situación.

Tierra por su lado se siguió estirando sin responder, lamiéndose un poco los bordes de la boca...aún tenía el sabor ¿y sus terrícolas? ¡Al diablo con ellos! él también tiene derecho a disfrutar, además no escuchaba gritos ni nada relativo dentro de sí mismo. Quizás lo habrán atribuido a un caso extraño de lluvia de material cuestionable (y no sería la primera vez).

"¡¡TIERRA!!"

"¡Si mama, te escuche las primeras dos veces! Estoy bien ¡estoy bien! ...de hecho estoy mucho mejor que bien, no había tenido un sueño así de tranquilizador desde la era del hielo" respondió la tierra, tomándose las mejillas mientras su cola se agita de un lado al otro, recordando la travesura que había hecho... ¿hace cuánto? Unas ¿horas? ¿días? Ni el recordaba en qué momento quedo noqueado mientras le daba aquella mamada al gigante del sistema, pero rayos que ya quería una segunda ronda, aun no estaba satisfecho.

Luna por su lado puso los dedos entre el medio de sus ojos con molestia, la actitud de su planeta solo había confirmado sus sospechas, y si bien el respetaba las pequeñas "travesuras" de este, su actitud cada vez se volvía más ninfómana incluso para su propia tolerancia.

"Oye no me mires como si hubiera robado una luna ¡tengo más de 8000 millones de personas y más de la mayoría son unos malditos lujuriosos, y estoy solo hablando de humanos, ahora imagínate los animales! Miles de millones de criaturas haciéndolo día y noche, es enloquecedor el solo tratar de ignorarlo" intentó defenderse la tierra, cruzando los brazos después de estirarse, dándole una mirada a su luna.

Luna parecía un poco más comprensible, poniéndose una mano en la mejilla y suspira "solo no vayas muy lejos con tus "aventuras" ¿de acuerdo? Muy bien por ti descubrir que las atmósferas permiten tener sexo libre de colisiones, pero tampoco intentes arriesgarte con los gigantes ¡Júpiter por sí solo podría partirte en dos!"

"Mmh...sí ¿qué cosas no?" Tierra miro hacia otro lado, un poco nervioso, una clara señal de que estaba ocultando algo, quizás una fechoría.

"¿¡TIERRA QUE RAYOS HICISTES!?...AHG ¿sabes qué? No quiero saberlo, nope, me estoy estresando por una causa perdida, iré a visitar a Mercurio, tu deberías descansar después de... ¡lo que sea que hayas hecho!" Luna, claramente cansado de lidiar con el mismo conflicto una y otra vez, se aleja efectivamente a la órbita de su planeta.

"¡Huh! Ni siquiera llegamos a las cogidas" tierra puso sus brazos en su cintura, molestó de no poder argumentar más con su luna...pero bueno, otra vez sólo, y ciertamente, con más energías, volvió a mirar a la órbita de Júpiter, decidido a obtener su segunda ronda.
Esta vez no quería llamarlo ¡oh no! Quería llegar de sorpresa, quizás incluso descubrir al viejo teniendo su propia diversión, sería tan divertido hacerle correrse de la sorpresa. El planeta evidentemente paso por arriba del cinturón de asteroides, pero justo cuando estaba por salir de allí, una mano sale de entre la oscuridad del cinturón y lo toma de la cola, jalándolo adentró de éste. Tierra dio un chillido de sorpresa antes de ser llevado a la profundidad del cinturón, como si de ser jalado a un mar galáctico se tratara.

Los cinturones de asteroides y Kuiper funcionan en el sistema solar para muchas cosas, los gigantes lo usan a veces como un simple sitio para sentarse, establecer los límites entre lo que le pertenece a Sol y el más allá (sin contar la nube de Oort) un hogar para cualquiera que busque privacidad, sean un planetoides, o criaturas sobrenaturales de tamaños planetarios. En este caso, el cinturón entre Marte y Júpiter tenía un habitante.

"AHG" jadeo la tierra al ser puesto boca arriba en un asteroide, por suerte pudo procesar rápido, protegiendo su cabeza, que es donde habitan sus preciadas creaciones. Encima de él se puso un cuerpo celeste...muy pequeño, diría que demasiado... demonios esta cosita era incluso más pequeña que Plutón, espera... ¿este no era?

"Cera! O ¿Ceres? ¡Ceres! ¡Si! ¿así te llamas no? Creo que escuche de ti en una conversación entre Marte y Júpiter, eres... bastante pequeño para lo que te teme marte, sin ofender" tierra no parecía intimidado ni en lo más mínimo con esta cosita ¿y cómo podría? La mayor amenaza que este cachorro de planeta podría generar sería colisionar con él, pero duda mucho que estas sean las intenciones del pequeño, sería muy estúpido perder la vida solo para ¿parecer más malo? quizás lo estaba sobre pensando mucho.

Pero lo que si fue una sorpresa fue recibir un beso en la boca por dicho planetoide, así de la nada, sus alas se esponjaron y la punta de su cola se agitó. Ceres, sin decir ni una sola palabra, abrazó su cuello y continúo besando el planeta mayor, en un beso que la tierra solo puede describir como, amateur. Por supuesto, era entendible viniendo de alguien que vive con nula interacción social. El pobre planetoide es el único en este cinturón en específico y los asteroides no es que llenen ese vacío social, solo hay que ver a Neptuno como prueba viva de ello. Tierra corresponde el beso, guiando sus lenguas entre una boca a otra, abrazando al enano ser ¿por qué? ¿Empatía? Oh simplemente porque era un maldito ninfómano insatisfecho.
Tierra pronto corto el besó, más que nada para que los dos pudieran tomarse un tiempo, dejando un hilo de saliva salado entre ambas bocas, Tierra por fin le dio una mirada apropiada a este atrevido, Ceres movía su cola cual perro, aun con la lengua afuera y sonrojado, incluso parecía algo sorprendido, quizás nunca esperó que el planeta que trajo por la fuerza estuviera tan poco preocupado de su situación.

"Vaya, pero si no eres más que un cachorrito~ ¿porque Marte te tendría miedo? ¿Y porque me trajiste aquí en primer lugar? ~" hablaba de una forma más seductora la tierra, tomando las mejillas de Ceres con ambas manos, cambiando a una expresión de más interés, lujuria.

"Warf!" ¿Ladro? Ceres en respuesta, si bien claramente había un poco de conciencia en este planetita, era difícil de comprobarlo, realmente tierra no lo conocía del todo más allá que parecía igual de interesado en una aventura...al igual que si mismo. Como un milagro, engranajes se movieron en su cabeza ¡oh mierda! Ceres había visto todas las aventuras que ha tenido. El planetoide puso su cabeza en el pecho de la tierra, suplicante, haciéndole ojitos de cachorro triste, tierra se puso aún más rojo, tanto por la vergüenza, como por la cautivadora mirada que le provocaba ver la carita del planetoide.

"Ah...está bien, no puedo resistirme a una carita como esa" dicho eso, el planeta acerca la cabeza del enanito a la suya en un beso más dulce, pero que lentamente se va intensificando, Ceres comenzando a seguir un mejor ritmo con la lengua, mientras que tierra libera sus manos para explorar más del cuerpo de este planeta enano, debido a su diferencia de tamaños era muy fácil para el llegar a las partes bajas de este, un chaleco desgastado, casi parecido a una especie de camisa de fuerza y unos pantaloncillos igual de desgastados, tierra llego a lo que buscaba, un bulto en la entrepierna del planetoide, frotando sus dedos particularmente allí, lo que hace al enano gemir, haciendo cortar el beso ¿era esta la primera vez del chico? Bueno, al menos tenía la certeza de que lo hacía bien, pues Ceres tenía una cara más placentera, su cola se meneaba mientras su miembro se ponía duro con las caricias, quizás muy rápido... bueno, las manos de tierra eran sin duda grandes para este planetoide, tierra se relamió los labios, y sin poder resistirse más, bajo los pantaloncillos del planetoide, Ceres se veía algo nervioso, pero aún conservaba esa sonrisa que lo hacía tan resaltante, no parecía que fuera a oponer ninguna resistencia, no aun cuando Tierra lo tomo de las caderas y lo sentó en su pecho, más que nada para sacarle el pantaloncillo por completo, dejando expuesto su miembro duro, bueno, si Ceres fuera un poco más tamaño planeta quizás podría considerar su amiguito de un tamaño decente, pero, al fin y al cabo, seguía siendo un planeta enano.
Aun así Tierra se lo llevó gustoso a la boca, fue muy fácil llegar a la base, incluso podía pasar su lengua por los huevos de este. Ceres gemía y jadeaba, mientras el planeta con vida hacia un gran trabajo con su lengua allí abajo, las manos de tierra recorrieron su enano cuerpo, el cual Ceres puso recto. Tierra froto sus pezones por debajo del chaleco mientras chupaba su miembro, y humedeciéndolo más con su propia saliva, los sonidos volvían loco tanto al pequeño planetoide como a la tierra, quien se comenzaba a humedecer, ciertamente una experiencia interesante la que se desarrollaba.

"Waghf!" Volvió a ladrar Ceres, toda la explosión de sensaciones lo volvían loco, su cola se meneaba cual perrito y sus gemidos se hacían más ruidosos a medida que alcanzaba el orgasmo, su primer orgasmo en una relación. Tierra podía ver lo que se avecinaba, aumentando la velocidad de la mamada y Ceres no se quedó atrás, moviendo sus caderas para llevar su polla más profundo.

"Waaaghf"
Esto de los ladridos ya se estaba volviendo cada vez más raro. Pronto Ceres dio un grito de placer liberando su carga en la boca de Tierra, causando un gemido ahogado en el planeta más grande quien no dejo derramar ni una gota, Ceres miro por debajo como Tierra limpiaba su miembro de cualquiera sustancia salada. Y aunque el planetoide parecía satisfecho, Tierra...oh no, él no estaba satisfecho. El planeta más grande tomo de las caderas al enano y cambió la posición, dejando a Ceres ahora abajo de él, mientras Tierra lo veía con lujuria relamiéndose los labios. Oh no hermano ¿acaso iba a ser él quien terminaría con el culo roto? Tierra comenzó a quitarse su propio short, dándole un espectáculo al planetoide, para revelar una linda vagina.

"Waghf!" Ladro Ceres sonrojado por lo que veía y lo que se venía, bueno, suponiendo que este chico solo ha dado ladridos Tierra intuye que simplemente no sabe o no puede hablar, no era una molestia la verdad, aún era adorable escucharlo dar sus sonidos y risitas raras. Aprovechando que la polla de Ceres estaba lubricada con su propia saliva, Tierra prácticamente se sentó en ella, comenzando una serie de sentones. Ni que decir, Ceres estaba en el paraíso, recibiendo más de lo que había esperado. Tierra tomaba dominancia en el pequeño planetoide, tomándolo de los brazos mientras continuaba sus sentones.

quizás era demasiado...

Ceres dio un grito de placer liberando su segunda corrida, Tierra gimió, dándole un pequeño tiempo para respirar, pero el planeta mayor aun NO estaba satisfecho y muy tarde fue que se dio cuenta del error que había cometido Ceres cuándo los sentones empezaron de nuevo, mirando a la tierra quien tenía una expresión más maniaca, pero sobre todo excitada.

Los sonidos húmedos, gemidos y gritos de placer fueron todo lo que escucharías si entrabas al cinturón de asteroides.


Por horas.... y horas.

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"¿Tierra? ¡Tierra!" Grito Luna mientras lo buscaba junto a Marte en el cinturón de asteroides, ya había pasado un muy preocupante rato desde que se había ido, ambos celestes habían ido a preguntarle a los demás rocosos oh a Júpiter si habían visto a la tierra, todas fueron respuestas negativas, por lo que el literalmente único sitio donde se podría haber escondido debía ser el cinturón de asteroides.


Paso un rato mientras el nombre de Tierra era gritado en el cinturón de asteroides. Pero a lo lejos pudieron divisar una silueta recostada entre asteroides, cuando ambos se acercaron.

"No puede ser" murmuro Marte, poniéndose un brazo en la cadera, no parecía decepcionado, pero ciertamente tampoco estaba sorprendido, bueno, era mejor que estar preocupado, ante todo.

Tierra estaba allí, dormido y acurrucado abrazando a Ceres cual peluche, el planetoide por su parte tenía una cara que solo podría describirse como chupado, no había que ser un genio para intuir que diablos había ocurrido. 

no muerdas mas de lo que puedes masticarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora