Nada es suficiente (Lunter) [PAUSADA]

Capitulo 13

            
       Cambios parte 1.

Narradora.

A fines de enero, Amity encontro el departamento justo. Era lo que podian pagar con su hermano y hermana. No tardaron mas
de tres dias en hacer los
papeles: la gente de la inmobiliaria fue flexible porque el dueño estaba necesitando efectivo.
La misma historia hubiera tenido otro precio en Marzo
y los requerimientos
habrían sido más estrictos.

Luz ayudó con la mudanza, feliz por su novia y su cuñado y cuñada, a quienes recién conocían. Durante
esos días de cambios, Luz
bajo el sonido de su celular
y no contesto llamadas ni
mensajes. De echo, algunos
días, lo apago. No es que
ella no quisiera hablar con
Willow.

La verdad es que Luz tenía
muchas cosas que para contarle y hacia bastante
que no pasaban una hora completa frente a una pantalla. Pero ese gesto sencillo le permitía evitar,
al menos en ese sentido, el
mal humor de Amity.

Un día Luz, al entrar a casa,
encontró a su madre
mirando una película:

Camila – te llamo Willow– informó sin sacar la vista de la pantalla–. Dice que no consigue comunicarse a tu
celular. Pregunta si te pasa
algo. O si lo perdiste.

Luz – No, no lo perdi. Lo apagué.

Camila – ¿por?

Luz –¿por qué va a ser, ma?. Amiti esta celosa.

Camila – !¿de Willow?!

Luz subió a su cuarto sin responder.

Ese fin de semana Luz no
fue a la cabaña porque
Amity le pidió ayuda para
darle una mano de pintura
al baño de su departamento; y el fin de semana siguiente tampoco, porque
lo pasaron recorriendo
la feria en el parque en
busca de instrumentos antiguos para la colección.

Luz – cuando le contemos
a mi tía Eda le va a encantar – se entusiasmo ella, mientras daban vueltas por la feria.

Había extranjeros y gente de la ciudad curioseando los puestos. Detrás de cada mostrador improvisado había una persona atenta ofreciendo probar, tocar y animando a comprar.

Amity – ¿Vas a seguir con el coro este año?–pregunto Amity.

Luz –Por supuesto. A Eda se le ocurrió que podríamos viajar a Barcelona.

Amity –!Mira lo que es esa pianola!

Luz –Divina. Pero ¿ dónde pones esa pianola maravillosa?. Bueno, te decía,
Eda te tira un proyecto detrás del otro. Nunca descansa.
Me llamo un compañero y
me contó que esta preparando los conciertos
de este año !en Febrero!
Parece que va a agregar un grupo de chicos al coro con un casting para que arranquen en Abril, con todos nosotros. Y un par de
conciertos sorpresa en el shopping para el 9 de Julio y más cerca de Navidad. Genial.

Amity –¿Que compañero?

Luz –¿No te encanta?

Amity –Si muy linda. ¿Que compañero? –Amity la agarra  fuerte.

Luz –!Ay!.¿Que compañero, que? Soltame.

Amity –No te hagas la tonta –Sonrío pasándole un brazo
encima de los hombros–.¿Que compañero te dijo que Eda esta preparando los conciertos, etcétera,etcétera?

Luz –!Me haces mal!

Amity –Contestame, Luz.¿Quien?

Luz –Gus.

Amity –Ah...–dijo ella retirando el brazo.

Durante unos minutos caminaron en silencio,
pero mirando en direcciones opuestas. Luego Luz retomó:

Luz –Amity...–dijo Luz intentando recomponer la situación– Mira que bonita esta escultura de una bruja.
Debe tener mil años.

?.– Mil no, cuatrocientos nueve si– aclaro el
encargado del puesto.

Encargado –Fíjate atrás, esta la fecha. Fue encontrada en el bosque serca de una cabaña, esta escultura fue
echa por brujas carpinteras.

Amity – agarro del codo a Luz
y le guiño un ojo al hombre –No le haga caso; es preguntona, pero nunca compra nada.

Cuando se apartaron unos pasos, Luz se deshizo de la mano de Amity.

Luz –¿Porque le dijiste eso?
¿Que te agarro?

Amity –¿Por que? Porque no me gusta que te pares a hablar con todo el mundo.

Luz –Me interesa lo que el dijo...

Amity –¿Y desde cuando te interesan las brujas a vos?
A ver, explícame.

Luz –¿Me estas retando?

Amity –Ay, ya estamos, ya salió la que se ofende. ¿Y por
que no te atas un poco ese
pelo?

Luz –¿Que tiene que ver el pelo? –Luz  ya empezaba a angustiarse.

Amity –Si, tiene que ver.
Con todo tiene que ver.

Luz –Ay, amor. ¿Vos te das cuenta que estábamos hablando de Eda y de los
ensayos?

Amity –Si, y de las brujas y
de Gus. Y no se que pasa, Luz,
pero últimamente me sacas de quicio. ¿Lo haces a propósito? – molesta.

Luz se paró en seco. Amity siguió caminando un par de pasos y finalmente se dio vuelta.
La tarde de compras se arruino: la discusión fue
más dura que otras veces.
Luz dijo que algo estaban haciendo mal, porque ella
tenía cada vez más temas
a los que tenía que buscarles
la vuelta para comentárselos.

Luz –Vos tienes un problema
con los celos. !Si te molesta
que hable con el señor de la escultura te estás pasando de la línea! Y Gus es solo mi
amigo– molesta con el cambio de comportamiento
de su novia.

Amity siguió caminando, ahora con la cabeza
agachada apretando los labios.

Amity –Mi amor, perdóname por mi comportamiento, en serio. Es que te quiero demasiado, Luz. Es eso,
nada más.

Luz –Yo también te quiero,
pero estoy hablando de otra cosa.

Amity –Ya se, ya se te prometo que no te
molestare más –

Luz –sonrio apenas. Ya tenía
ganas de volver a casa.

Amity –No dejemos que se
nos arruine la tarde. Dale,
Luz, vayamos a comprar el
clarinete ese que vimos al
principio y lo llevamos al
departamento, ¿Si, hermosa?
–rogo, rozandole las mejillas
con el dorso de la mano.

Luz se deshizo del gesto de
cariño, pero Amity insistía
y al cabo regresaron a comprar, y recuperaron un poco, un poco nada más, el brillo del paseo.
El clarinete estaba barato,
porque también necesitaba restauración.

Continuara...