El palacio estaba lleno de princesas y un solo príncipe, siguiendo las leyes que se impusieron hace muchos años. Qori es la primera hija del rey, la favorita de su padre.
Creciendo rodeada de poder y lujos, la enviada crece en sus hermanos por la p...
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Los pasillos del gran palacio se encontraban en completo silencio, solo de la habitación de una de las concubinas del rey se podían escuchar gritos de dolor, la mujer se encontraba dando a luz, rogando con cada contracción que sentía, dar a luz a una niña. Las reglas del palacio eran claras, solo el primer hijo del rey podía ser un varón, el resto de hijos debían ser solo mujeres, de lo contrario, no se les permitiría a esos niños continuar vivos.
Los pasillos fuera de la habitación se encontraban llenos, las criadas y doctores listos para atender a bebé de nacer niña, y los soldados listos para asesinarlo si nacía niño. Tras horas de sufrimiento, una niña nació, su llanto inundo la habitación, logrando que su madre se aliviará al tomarla en brazos y reconocerla como una niña, de ojos tan claros que apenas tenían un tono gris, piel tan blanca como la de su padre, y un cabello castaño claro como su madre.
La niña fue tomada por los médicos para ser revisada, y luego llevada hasta los brazos de su padre, en cuanto la vio, hipnotizado por los ojos claros de su hija, ojos que le recordaban a su difunta madre, entendió que esa niña que tenía en brazos, sería su mayor logro, y que sería ella quien lo llenaría de riquezas y poder. Solo una mirada le bastó al rey, para quedar completamente orgulloso de la niña en brazos, fue entonces que eligió un nombre para ella, Qori, que significa oro, porque ella sería su niña de oro, tan brillante como el sol.
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La música resonaba en cada centímetro del salón real, la melodía de arpa era suave e hipnotizante, el rey disfrutaba de cada nota tocada por su hija, Qori era una prodigio de muchos ámbitos artísticos, y bajo la gran permisiva de su padre, nunca tuvo límites para todo lo que quiso aprender, a diferencia de sus hermanas, ella contaba con muchas más libertad que cualquier otro en el palacio, teniendo sobre ella solo el poder del rey, quien realmente nunca le negaba nada.
Cuando la melodía terminó, todos los presentes aplaudieron la presentación, y esperaron a que la princesa mayor regresara a su lugar en la mesa para que pudieran empezar a comer. Un almuerzo familiar, era la mejor forma de describir lo que sucedía, una reunión poco usual pero con un solo objetivo, anunciar la boda de la séptima hija del Rey, Aunque en realidad era Qori quien se encargaba de elegir a los maridos de sus hermanas menores, pues desde que ella cumplió la mayoría de edad, le pidió a su padre poder hacerse cargo todo lo referente al futuro de sus hermanas.
