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Un gemido ahogado salió apenas con un suspiro de aquella habitación.

En la cama se encontraba aquel gato morado Catnap chupando cariñosamente el falo de Dogday, sus ojos estaban juguetones sobre el perro y lo miraba con picardía ardiente en sus facciones

-¿Te gusta perrito?

Pregunto con la voz teñida de malicia, sabía que Dogday era demasiado sensible y demasiado suave para todas las sensaciones bruscas que a Catnap le gustaba hacerlo sentir.

Le gustaba tenerlo gimiendo y suspirando lo bien que lo hacía sentir "ah, Catnap creo que me voy a venir" , "esto se siente tan bien", "te amo Catnap"
Todo eso era como la major sinfonía para sus oídos, ver su cara tan roja como la de un tomate y su lengua salida como la de un verdadero perrito jadeando por agua.

Sintió como depronto Dogday agarro su cabeza con manos desesperadas y la empezó a empujar contra su eje, se sorprendió y tuvo que abrir más la boca para poder abarcar todo el pene de Dogday.

Sintiendo desesperados empujes y lo volteo a ver, Dogday tenía los ojos cerrados gimiendo fuertemente mientras buscaba llegar a su orgasmo.
Su lengua de lija dio una última succión y sintió como toda su boca se llenaba con una capciosa cantidad de esperma espesa y con un delicioso sabor a vainilla.

Dogday estaba extremadamente rojo de sus mejillas, con una ligera temblorina en las piernas y con dos lágrimas crecientes en las comisuras de sus ojos.

Tomando una fuerte bocanada de aire, miro aún con desorientados ojos a Catnap, abrió su boca para decir algunas palabras

- ¡Eso estuvo genial nap!, se sintió tan bien. ¡por un momento pensé que iba a morir!, ¡Eso estuvo tan caliente!

La mirada de Dogday era tan dulce como el azúcar y lo miraba con cariño palpitante.

- ¿Te gusto day?, siempre que te pruebo termino con un delicioso sabor a vainilla en la boca, eres delicioso
- ¿¡Que es esa pregunta nap!?, claro que me gusto, tu siempre lo haces bien, eres tan bueno para mi.

Catnap abandono su lugar desde abajo de las piernas de Dogday y se adelanto a buscar sus labios con deseo, Dogday no tardo en corresponder y puso sus manos en los cachetes de de Catnap para intensificar el beso, sus lenguas se entrelazaban peleándose por dominar, una lengua áspera contra una lengua suave, empujándose entre sí para entrar con más fuerza a la cavidad ajena, "mgh", Dogday había sentido un mordisco leve en su boca, esto no lo hizo sangrar pero provocó que se separaran, sin perder tiempo Catnap metió dos dedos en la boca del cocker spinel, Dogday entendió rápidamente y empezó a enredar su lengua en esos dedos suaves chupandolos y salivandolos.

Cuando Catnap retiro los dedos de la boca del perro, un hilo de saliva pegajosa los mantenía unidos.

-Date la vuelta
Ordenó Catnap desesperado por el contacto.
Dogday gateo para no quedar tan a la orilla del colchón.

- De perrito
Volvió a ordenar Catnap con un hilo de voz

Dogday siguió la orden tal y como lo haría un perro policial, esperando a ser ordenado para ejecutar el mando al pie de la letra.

Los dos glúteos de Dogday formaron un corazón, su culo se veia sin censura en esa posición, con su cola balanceándose en un suave meneo, su pecho bien pegado al colchón y su cabeza girada hacia un lado aplastando uno de sus cachetes contra aquella cama.

Catnap ansioso acercó los dos dedos que Dogday había salivado frotándolos contra el anillo apretado del perro, lo estaba acariciando para lubricar bien aquel lugar, de pronto metió uno de los dedos.

Una noche con eclipse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora