Capítulo [6]

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Aoi lo miraba irse mientras tenía unas sabanas en sus manos que pronto las hiba a colgar

*  *  *

Las feromonas de Douma imitian un olor fuerte, era un aroma dulce como la miel, ya estaba empezando a subir la temperatura en su cuerpo y a la vez un gran deseo sexual, su celo ya había empezado, su mejillas empezaban a tener un color rojizo que luego se expandiría asta toda su cara, intentaba quedarse dormido ignorando lo demás, pero no podía, el demonio empezaba a soltar algunos quejidos, mientras se trataban de levantar de la cama para cambiarse de ropa

Douma: agh.. Que calor.. -dijo mientras empezaba a quitarse la ropa para así colocarse una prenda más "liviana" por así decirle- Mgh..

Se dirigió denuevo a la cama acomodando se en las sabanas tratando de tranquilizar un poco sus hormonas, solo queria que todo pasará para estar con kokushibo.. Kokushibo.. Douma solo quería estar con ese hermoso demonios de seis ojos, abrazarlo.. pero esos pensamiento se volvieron más haya de cariñosos, queriendo algo más que solo un simple abrazo, tal vez sea por culpa de su celo, lo más probable

Douma: kokushibo.. ~ -dijo mientras jadeaba-

Hizo unos muñecos de hielo que le tiraran viento para así aliviar su calor que aún no se hiba, después de unas horas iria a bañarse con agua fría para ver si le bajaba la temperatura, aunque para ir tuvo que pedirle ayuda a sus muñecos, debido a que sus piernas no respondían sorprendentemente, ya después de la ducha logró calmar ese calor, haciendo que por fin se pudiera dormir

Kokushibo estaba dirigiéndose a el culto de douma con unas Rosas que llevaba en la mano, su preocupación aunque aún seguía, ya era menos que antes, al llegar se colo por una ventana que había para después ir en busca de su habitación, al estar a unos centímetros de llegar a la puerta la abrió y olio un fuerte aroma dulce, que hizo que sus hormonas se descontrolaran, se tapó rápidamente la nariz para evitar ese olor que le gustaba, empezaba a entender lo que estaba pasando, así que decidió dejar las flores al lado de la puerta para después ir se, si seguia en ese lugar las feromonas de douma lo afectarían más, cuando estaba apuntó de irse escucho una voz que lo llamaba

Douma: Kokushibo..? Eres tú ~?-dijo en un tono débil-

Kokushibo: Douma.. -este se acercó lentamente hacia el Rubió aún cubriendo su nariz-

La primera superior veía al indefenso demonio con sus mejillas rojas que no paraba de soltar ese delicioso aroma a miel.. El cual le pedía con la mirada que lo ayudará, kokushibo le dio un beso en la frente, no quería hacer nada sin el consentimiento de Douma

Kokushibo: Lo siento Douma per- -fue interrumpido por Douma el cual se había abalanzado hacia el acercando sus labios contra los del contrario formando un lindo beso, kokushibo aceptó sorprendido el beso del Rubió-

Después de unos segundos se separaron del beso por falta de aire, Douma había entrelazado sus brazos en el cuello de kokushibo mientras soltaba leves quejidos

Douma: Porfavor Kokushibo.. Hazme tullo.. -dijo mirando al demonio de seis ojos el cual no podía evitar mirar con lujuria el hermoso cuerpo de su contrario-

Kokushibo: Estas seguro de esto Douma? -dijo mientras agarraba delicadamente su cintura acercando lo-

Douma sin pensarlo dos veces le respondió

Douma: Muy seguro..

Tal vez sea el efecto del celo hizo que dijera eso, o tal vez en realidad sea lo que en realidad el quiere y a estado esperando por un largo tiempo. El momento en donde estaría junto a kokushibo, donde sus cuerpos chocarian una y otra vez para crear unos fuertes aplausos que llenarian la habitación de ese sonido, donde la lujuria y el placer despertaría y se adueñarian de la noche, una noche fría pero llena de el magnífico esplendor de la Luna, la única que sería testigo de el acto que harían esos dos demonios... "Ohh Luna... ~ Espero que no le cuentes a nadien de esto.."

Y ahí fue cuando empezó todo, al decir eso el demonio de seis ojos se abalanzó encima del Rubió dejándolo algo acorralado en la cama, mientras acercaba su labios al de el contrario para asi empezar un apasionado pero delicado beso, lleno de deseó y amor genuino, la respiración de ambas lunas superiores empezó a volverse más pesadas y agitadas en especial el demonio de ojos de arcoiris, sus piernas estaban empezando a temblar poco a poco, mientras que entrelazada sus brazos en el cuello de su superior aún siguiendo ese beso, el inicio de una noche de pasión

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