Lenguaje del amor: Contacto físico

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A Todoroki siempre lo sorprendía que fuera él quien siempre estuviera buscando el contacto físico.

Recordaba que, cuando aún estaban estudiando su primer año en U.A., las chicas les habían comentado sobre los cincos lenguajes del amor, que las personas eran más propensas a entregar un tipo y les gustaba recibir otro en particular —o el mismo—. Por ejemplo, habían llegado al acuerdo de que a Uraraka le gustaba dar palabras de afirmación, pero le gustaba recibir tiempo de calidad. A Yaoyorozu le gustaban los actos de servicio, y entregar obsequios. A Iida le gustaban las palabras de afirmación y realizaba actos de servicio. Al final, empezaron a debatir sobre qué le gustaría a él y fue Midoriya el que apuntó lo obvio.

«A Todoroki le gusta el contacto físico, darlo y recibirlo... Aunque también es muy bueno con las palabras de afirmación y el tiempo de calidad. Pero si me dijeran que tengo que decidirme por uno, me iría definitivamente por contacto físico.»

¡Y ni siquiera eran pareja en ese entonces! La memoria evocaba en Todoroki una sensación ligera porque sabía que Midoriya siempre lo había estado viendo, como un rival, como un amigo y luego como algo más. Por su parte, Todoroki admitía que Midoriya pasó de ser su rival a un estatus incomprensible entre amigos y pareja, porque llegó a su vida a revolucionarla.

Así que se sentía afortunado de, casi cinco años después, tenerlo entre sus brazos, sentado a horcajas en su regazo, con la cabeza apoyada de su pecho. El cabello húmedo, que empezaba a esponjarse, le hacía cosquillas en el mentón.

Había veces en las que, tras una misión particularmente difícil por su ambigüedad moral, Midoriya lo buscaba y se encaramaba sobre él. Por supuesto, no le disgustaba, le encantaba sentirlo cerca y poder acariciar distraídamente cualquier resquicio de piel a su disposición.

Lo que lo sorprendió fue cuando, en los comerciales de la serie que intentaba ver, Midoriya se enderezó y clavó sus ojos sobre los de él con una mezcla paradójica entre dubitación y seguridad.

—Shouto —llamó su nombre con un ligero tartamudeo porque aún no se acostumbraba a usar su nombre después de que se lo pidiera para su cumpleaños.

—Dime, Izuku. —Curvó los labios al percatarse del ligero rubor en las mejillas de su pareja.

—¿Puedo...? —suspiró, intentando buscar el aplomo que una solicitud tan sencilla requería—. Después de esta última misión, me he puesto a pensar en qué podríamos perder la vida en cualquier momento. Era algo que supe desde siempre, pero ahora que estamos juntos, pues sentí una gran incertidumbre de solo imaginarme sin ti. Y estás cerca de mí, siento tu calor, pero quiero, no, necesito sentirte más cerca. Te necesito.

Shouto parpadeó un par de veces, estupefacto, hasta que comprendió a dónde quería llegar con eso. Quería demostrarse a sí mismo algún punto de vista fuera de su entendimiento, pero no importaba. Todoroki estaba seguro de que cruzaría el universo entero por él.

—¿Qué tienes en mente?

—¿Puedo besarte?

—Las veces que quieras.

Todoroki amaba cuando Midoriya mostraba iniciativa al contacto físico.

Izuku enmarcó su rostro con cuidado mientras Shouto pasaba sus brazos por su cintura para acercarlo. Ambos se permitieron dejar caer los párpados y curvar los labios en una tenue sonrisa antes de compartir un beso. Todoroki disfrutó de la calidez de los labios de Midoriya, de la suavidad, del ligero cambio en la presión cuando Izuku se removió sobre su regazo y profundizó el beso. Sintió su lengua acariciando su labio inferior y Shouto no se hizo rogar para corresponder el gesto. Disfrutó del ligero jadeo de Midoriya cuando sus lenguas se rozaron en un ritmo perezoso, como si dispusieran de todo el tiempo del mundo para explorar los confines de la boca ajena.

Shouto presionó sus costados e Izuku rodeó su cuello con los brazos para disminuir aún más el espacio entre ambos. El beso, previamente suave, cobró un fervor que hizo cimbrar la piel de Shouto. En una exhalación, aprovechó para regular su temperatura, aunque Midoriya no le daba abasto por la forma en la que su cadera empezaba a rozar sus muslos. Todoroki lo haló con ímpetu, demandante, y creyó que no podría controlar el impulso febril que empezaba a nublar su mente cuando Izuku suspiró contra su boca.

Midoriya capturó su labio inferior entre sus dientes y lo mordió apenas para separarse entre jadeos. Sin embargo, Todoroki no quería que se alejara aún, así que maniobró de modo que la espalda de Izuku impactara contra los cojines del sofá.

—¿Querías solo un beso o pretendes algo más? —Todoroki hundió la nariz entre su cuello, deslizando sus labios por la piel ardiente.

—De ti, Shouto, lo deseo todo —admitió Izuku, a pesar de que sentía que su corazón estallaría de la dicha de saberse correspondido—. ¿Tú?

—Yo también te deseo y te necesito y te amo. —Shouto besó la línea de su mandíbula y lo sintió removerse cuando sus dedos acariciaron la piel expuesta de su abdomen.

Izuku tiró del cuello de su camiseta con los colores alegóricos de Deku y volvió a juntar sus labios con desespero. Shouto quería permanecer allí, derretirse contra la lengua de Izuku y fusionarse entre sus dedos tironeando su cabello.

No recordaba si habían hablado del lenguaje del amor de Izuku, pero Shouto sabía a la perfección que Izuku estaba aún más sediento de contacto físico que él, aunque muchas veces lo aparentara. Así que era un secreto entre ambos.

Un secreto que solo él podía saciar. 

¡Muchas gracias por leer!

N/A: No pude resistirme a escribir de la OTP cuando vi los prompts del Kisspril de Es de Fanfics, así que aquí estoy.

Espero que tengan un bonito inicio de semana~

¡Plus Ultra! >.<

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