𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎

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Una tarde era para ambos hermanos en el tal hermoso parque de atracciones, el robot menor: Larry, quien se encargaba de que todo en el código de estadía en el parque fuera perfecto

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Una tarde era para ambos hermanos en el tal hermoso parque de atracciones, el robot menor: Larry, quien se encargaba de que todo en el código de estadía en el parque fuera perfecto. Mientras su hermano, el robot mayor: Lawrie, se encargaba a toda costa que cualquier regla se cumpliera. Ambos cumplían la función del robot bueno y robot malo, por eso, eran tan escrictos hasta consigo mismos.

─── Hermano, ¿me captas? ─── Dijo el robot mayor, mediante un parlante que tenía en su pecho, tan rápido como aquel hermano menor escucho esto, tomo el parlante antes de seguir repartiendo tickets a los pequeños e adultos.

─── ¿Qué paso hermano? ─── Le respondió este, mientras se apartaba levemente de su puesto para poder escuchar mejor.

─── Escuche que hay unos ladrones cerca de la zona principal del parque. ─── Le acató Lawrie. ─── Dirígete hacia ya, yo estoy más lejos y tardaré en llegar, ¿entiendes? ─── Le mencionó con un tono serio, aquel hermano menor: Larry, se encontraba en la entrada ya mencionado repartiendo entradas y vigilando que la gente no introduzca ningún arma al parqu de atracciones.

─── Si, ¡ya voy para allá! ─── Rápidamente, dejó a otra máquina a cargo de esto, el día le había sonreído, pocas veces podía hacer cosas emocionantes que hacía que se emocionara por cumplir con su deber.

Tan rápido fue corriendo hacia el sitio, aunque claro, teniendo cuidado de no tropezar con ningún huésped, llevaba la sonrisa más grande que sus circuitos robóticos le permitían. Rápidamente, se dirigió hacia el lugar que su hermano mayor le había mencionado, la cuál solo vio a una vendedora de dos coletas e morena, enojada e frustrada. Al verla rápidamente se acercó a ella.

─── ¿Señorita esta bien? ─── Dijo deteniendo su andar, colocándose al lado del puesto de dulces de la joven ya antes mencionada.

─── ¡Por supuesto que no! ¡Esos niños me han robado! ¡Son unos ladrones! ─── Ya parecía tener la piel colorada de tal enojo, señaló a dos pequeños que apenas fueron vistos, echaron a correr aún más de aquel robot policía. Este agradeció a la joven, tratando de tranquilizarla e se fue rápidamente a perseguirlos a ambos, no dejaría que pertubaran las reglas de una manera tan vil como robar por diversión.

Considerando a la distancia que estaban esos dos niños, Larry, comenzó a perderles el paso, con toda la multitud pasando a su lado y ellos siendo más pequeños era claro que los perdería. A pesar de verse derrotado todavía conservaba su sonrisa, aunque, más bien parecía una mueca.

« No puede ser, los perdí de vista » Pensó el robot para si mismo, trataba de ver entre la multitud e los juegos del parque para ver si los divisaba, y al ver que no, solo hizo otra mueca.

Aunque, al estar apunto de retirarse, pudo ver a su hermano mayor: Lawrie, quien traía consigo a ambos niños ladrones, los tomaba a ambos de sus camisas mientras consivia esa mirada llena de seriedad e hasta incluso inexpresividad. Rápidamente, el hermano menor, se alegro de verlo junto con aquellos ladrones.

𝐒𝐀𝐍𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 | ʟᴀʀʀʏ x ᴍᴀʟᴇ ʀᴇᴀᴅᴇʀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora