Final

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6 meses después


Otoño había llegado y las hojas de los árboles caían sobre su hombro, llevaba tiempo leyendo debajo de aquel árbol en el parque donde solían salir. Seungmin ahora usaba lentes y lucía un cabello azabache. Estaba en su primer año de universidad en la facultad de psicología.

La carrera se había convertido en su prioridad y cada día se sorprendía más de todo lo que podía llegar a aprender, siempre se había considerado un apasionado en todo aquello que ama. Entrar a la universidad le dio la oportunidad de conocer nuevas personas y lo más importante, conocerse así mismo. La preparatoria había quedado atrás y con todo ello su primer amor.

Seungmin recuerda con nostalgia aquel amor que en su momento fue todo para él, después de rechazarlo hace 6 meses, Hyunjin desapareció de su vida, después de ese día Hyunjin se fue de la escuela, ni si quiera se graduó con él. No va a negar que hubo días donde quiso correr a buscarlo y decirle que lo perdonaba, pero sabía que no era lo mejor. Ambos estaban lidiando con sus propios problemas y estos estaban perjudicando su relación, ambos tenían que aprender a sanar y amarse.

Seungmin descubrió que Hyunjin lo amaba, pero aquella codependencia estaba nublando el camino, lo estaba llevando a un abismo en el que empezaba a desconocerse. Hyunjin estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por él sin importar dañarse a si mismo y él sabía que eso ya no estaba bien. La última llamada en la noche, donde Hyunjin se despedía diciendo que no podía vivir sin él, se lo había confirmado, ellos necesitaban separarse. Seungmin tembló de miedo y tuvo que recurrir a los amigos de Hyunjin para confirmar que el estuviera bien, después de unas cuantas llamadas, el aire regresó a sus pulmones, él estaba bien.

Seungmin tuvo que trabajar con su autoestima, después de dejar pasar tantas faltas a su persona, tenía que aprender a poner límites y ser su propia prioridad, porque nadie más cuidaría de él, como él mismo. Después de unos meses en terapia, empezó a pensar en él, en lo que quería y necesitaba, después de meses pensando solo en el bienestar de Hyunjin, era un alivio que ahora se viera a si mismo como alguien importante y especial.

Terminando el libro, decidió dirigirse a la cafetería que estaba cerca de su facultad, adoraba el latte de vainilla que hacían en aquel lugar y era mucho mejor acompañado de una rebanada de pastel de chocolate, mientras caminaba a la cafetería podía saborear aquel exquisito sabor. Distraído casi choca con la puerta, pero un chico alto y rubio le evito ese destino.

Seungmin dirigió su mirada hacía el chico y su sonrisa torpe fue reemplazada por un rostro lleno de sorpresa, el rubio optó por sonreírle.

Hola Seungmin – una enorme sonrisa fue lo que el pelinegro recibió de aquel chico

Hyunjin – seungmin muchas veces se planteó el reencontrarse con Hyunjin, llegó a planear como iba a actuar ante esa situación, pero con el tiempo esa idea se fue marchitando y ahora que el momento había llegado, no sabía que hacer

Que bien te ha sentado este tiempo, te ves radiante – Seungmin no podía creer la facilidad con la que Hyunjin podía soltar esas palabras que lo único que causaban era un enorme revoloteo en su pecho.

Yo... gracias... tú también te ves muy bien – se sentía tonto por no poder hablar bien, se sentía como la primera vez que lo conoció, solo que está ocasión claramente era diferente, ellos se habían conocido bastante bien.

Tal vez es muy tarde, pero me gustaría disculparme por preocuparte la última vez. Fue algo egoísta de mi parte cargarte con ese miedo – Hyunjin sonaba sincero y eso le dio mayor confianza a Seungmin

No te preocupes, lo importante es que estás bien y eso me alegra – le brindó una sonrisa, sin saber lo que causaba en el interior del rubio que sentía como sus piernas temblaban

Si, he estado muy bien... decidí ir a terapia y la verdad ha sido la mejor decisión que he tomado, me hizo darme cuenta de muchas cosas y me ha permitido mejorar como persona – Seungmin no pudo evitar sentirse orgulloso, las ganas de abrazarlo solo se quedaron en un hormigueo de manos

De verdad me alegro mucho, yo también decidí ir a terapia y puedo entender lo mejor que te hace sentir. Es bueno saber que a ambos nos ha ido bien y estamos sanando – otra sonrisa nerviosa invadió el rostro del pelinegro

Deja de sonreír así – soltó inconscientemente y la sonrisa de Seungmin se esfumo

Perdón, no quería decirlo de esa forma... es que cada que sonríes, tengo la necesidad de abrazarte – Seungmin empezó a reírse y Hyunjin lo miró confundido

Yo tengo la misma necesidad, así que ven – ambos se abrazaron con una enorme sonrisa y todo a su alrededor se detuvo, después de un tiempo apenas pudieron separarse y la torpeza los invadió

Fue un gusto verte Seungmin, nos vemos – el pelinegro sintió algo de tristeza, pero la tranquilidad por saber que su primer amor ahora estaba bien fue más grande por lo que aceptó la despedida

Nos vemos Hyunjin, suerte – después de otro breve abrazo, Seungmin sólo pudo observar como el rubio se alejaba de la cafetería, dio un fuerte suspiro antes de entrar a la cafetería y pedir su latte.

Mientras esperaba, Seungmin se dio cuenta de que aún tenía sentimientos por aquel chico quine fue su primer amor, se sintió tonto por no pedirle su número, pero tal vez Hyunjin no sentía lo mismo por él, por lo que la idea se esfumo de su cabeza justo a tiempo para recibir su orden.

Saliendo de la cafetería, alguien le abrió la puerta y una enorme sonrisa se plasmó en su rostro al notar quien había sido

¿Creíste que me iba a ir sin pedir tu número? – la sonrisa del rubio hizo que Seungmin se sonrojara, tal vez esto podía ser un nuevo comienzo, tal vez está vez podrían ser felices. Otoño se convirtió en la estación del año favorita de ambos.

Cuando me vayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora