Hasta el Final

Prólogo.

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Llevaba días observando a ese chico, su hermoso cabello negro y su piel blanca lo hacían parecer un bello ángel, era solitario pero su belleza y masculinidad resaltaba por todas partes. Cada vez que intentaba acercarme a él para hacerme su amigo, aparecían esas personas que solo me hablaban por interés, me odiaba por tener un grupo muy social, pero a la vez lo odiaba más a él por ser tan alguien tan apático.

Fue cuando lo vi sentado debajo del arbol de mi facultad. Es ahora o nunca me repetí en mi mente.

Trate de calmar mi nerviosismo y me acerque a él sentándome a su lado.

– ¿Te importa si te acompaño por un rato? – Pregunté tratando de sonar alegre, como usualmente me comportaba.

– Haz lo que quieras. – respondió sin darle importancia mientras mantenía su vista en su libro, al parecer era algo relacionado a economía.

–¡¡Había soñado tanto por este momento Seo Dohyun!! – me acomode enfrente de él – Quisiera preguntarte algo...

Lo miré a los ojos y noté que su expresión era de confusión, era obvio que lo había asustado – ¿Como sabes mi nombre? – Pregunto extrañado, era normal que tuviera esa reacción, era probable que él escuchará de mí pero no pensó que yo estaba loco por el.

– Es fácil saberlo, eres el mejor estudiante de tu facultad – sonreí – Soy Gwon Eunji, soy de la facultad de artes.

– Si ya lo sabía, eres popular entre las estudiantes de administración – dijo sin dejar de ver su libro – ¿Que querías preguntar?

– Bueno... Quiero tu total atención – quite el libro de sus manos colocándolo a un lado, sentí mi rostro arder pero si no lo decía ahora no sabría cuando tendría otra oportunidad así. – La verdad es que te he estado observando desde hace un tiempo y... llamaste mucho mi atención ¿Aceptarías salir conmigo Seo?

El rostro de Seo Dohyun seguía inexpresivo, como si no le afectara en lo más mínimo mi pregunta, en cambio yo me ponía cada vez más rojo esperando su respuesta. – ¿Estás bien? Debes estar delirando– vi como tomaba su libro de regreso y se levantaba. – Lo siento, pero no.

– ¡ESPERA! – sin pensarlo mucho me levante lo más rápido que pude y lo detuve tomándolo de su muñeca. Era la primera vez que obtenía un no por respuesta, usualmente todos y todas caían por mi belleza pero Seo Dohyun era alguien diferente y eso me gustaba de él. – Nunca he estado más decidido que ahora, me gustas y quiero conocerte más así que dame una oportunidad.

Lo mire con ojos de cachorro mientras esperaba su respuesta, obviamente no me rendiría pero Seo era como un iceberg, y eso me ponía muy nervioso.

– ¿Que tengo de interesante? – pregunto mientras hacía una sonrisa irónica. – Tienes mucha gente que te sigue todos los días, vete con alguno y déjame en paz.

– ¿Así que también me haz estado viendo? – sonara tonto pero con esas últimas palabras sentí que podría estar celoso y eso me dio una pizca de emoción – Se que eres una persona muy seria, solo yo conozco tu lado amable así que se mi novio y te ayudaré a descubrir tus virtudes.

– Que molesto.. – dijo tratando de ocultar sus nervios. – Ya debo irme, tengo clases – sacudió sus brazos safandose de mi agarre.

Mientras veía como intentaba darse la vuelta para irse, noté que su teléfono celular sobresalía del bolsillo trasero de sus pantalones.

– Okey pero antes... – Tome rápidamente el teléfono y lo desbloque, anoté mi número rápidamente y me marqué – Ya tengo tu número y tú el mío.

– Es que tú eres de verdad un dolor..– Dijo quitando el teléfono de mis manos.

Si ya había dado este paso, ya no era momento de avergonzarme o rendirme, mi personalidad era ser descarado pero con solo mirarlo me ponía nervioso, tomé valor y pronuncié las siguientes palabras

– Haré que te enamores de mi y seas el más feliz con mi compañía – tomó su rostro entre mis manos y acerque su cara a unos centímetros de la mía – Solo esperalo~

– Ya quisieras – Me empujó un poco alejándose y camino de regreso a su facultad.

Me senté de nuevo bajo el árbol y lo observé desaparecer entre la multitud de estudiantes que pasaban. Sentí mi rostro arder y mi corazón latir muy rápido por lo que había pasado. No era la primera vez que me declaraba pero sí la primera vez que me rechazaban.

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Pov Seo Dohyun

¿Cómo la vida dió una vuelta tan radical? Cuando creí tener el cielo en mis manos y que todo saldría bien al estar con la persona que me motivaba a superarme, con quién pensé pasaría el resto de mi vida a su lado.

Frases como: "Todo en la vida no es color de rosas" o "Vive el día a día al máximo, mañana no sabes si podrás" siempre rondaron en mi cabeza.

¿Pude darle todo lo que mereció?

– No fue suficiente.

¿Tomé le mejor decisión?

– Si, aunque fue muy doloroso. Mi prioridad era él.

¿Podré recuperarlo algún día?

– Lo convertí en un monstruo/ alguien miserable, no debía darme ese lujo.

Pasaron 10 años desde ese último encuentro, no pensé que llegaría y mucho menos en esas circunstancias. ¿Tan miserable debía ser mi vida? ¿Por qué mi único objetivo nunca se cumplió?

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Asistía el acto velatorio de quien sería mi esposa si no hubiese sido asesinada vilmente. Tenia demasiados enemigos, ya que era uno de los líderes de la mafia en Corea disfrazado de un empresario que era reconocido en el país por la ayuda social y actos de caridad que brindaba.

Esa unión era mi pase a ser el más poderoso, así que cualquiera pudo haber sido el atacante. Conseguí pistas de todo tipo pero no una concreta que dijera quien había sido el asesino.

Lo que menos esperé fue que ese mismo día descubriría de la propia boca del asesino quien era el culpable de esa desgracia.

Al regresar de despedir a algunos asistentes, ví una extraña figura desconocida con lentes oscuros y cabello desordenado al lado de la urna de Hannah. Esperé en el marco de la entrada sin separar la vista de él, en un momento me llenó de curiosidad ver que dejaba una rosa negra encima de la urna. ¿Que significaba eso?

Pasaba por mi lado cuando lo detuve del brazo y me fijé en su rostro. No pude evitar tener una sensación extraña pero no identifiqué la razón.

– ¿Quién eres y qué haces aquí? – lo miré duramente.

– Ya veo que te olvidaste de mí – se rió bajo y quitó los lentes – Tiempo sin verte Seo.

– ¿Eunji...? – lo solté de inmediato como si sintiera mi mano arder. – Pero... ¿Por qué?...

– ¿Te gustó mi regalo? – me miró con una sonrisa en los labios y se acercó a mi hombro. – ¿Que se siente que te rompan el corazón y tú felicidad de un momento a otro? Espero te sea tan doloroso como lo fue para mí hace 10 años – susurró y se alejó saliendo del lugar.

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