amor imposibles de el rey.

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Nota: estos capítulos se van a narrar los bailes de las presentaciones de ballet de Jimin y sus compañeros, Están avisados.
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Después de unos momentos, abrió los ojos y se puso de pie. Se miró en el espejo, sus ojos estaban llenos de determinación. Se quitó la ropa empapada de sudor y se puso su siguiente atuendo de ballet. tomó un vestido color oro, con detalles en oro brillante y espadas. Se lo puso, se miró en el espejo y sus ojos brillaron con fuerza. Este atuendo representaría su nuevo papel como príncipe, bailaría una historia de amor y guerra. Un amor imposible que nunca podría ser.
se miró en el espejo, imaginando cómo luciría bajo la luz del escenario. Su traje de oro brillaba y sus zapatos de ballet estaban listos para tomar el escenario.
Se acercó a la puerta del camerino, se paró derecho y abrió la puerta. El corazón le latía en la garganta.
El ruido del teatro lo llegó hasta sus oídos, la música comenzó a tocar.
Aferrando los cortinados, esperaba. Sus pies se movían ligeramente, calentándose para su próximo baile. A su alrededor, el sonido de los bailarines y los actores llegaban hasta sus oídos, haciendo que su corazón latiera aún más fuerte. El olor del maquillaje y del sudor mezclado con el humo de las luces del escenario le llegó al olfato.
Con el corazón palpitante y la respiración profunda, entró al escenario. Las luces se cebaron en su traje dorado y los aplausos llenaron el aire. Su entrenamiento y disciplina le trajo a la estabilidad mental y el control físico. Su danza comenzó, como si flotara en el aire. Estaba ya en su papel.
El rey se movía como si estuviera sobre el suelo, pero en su mente, estaba flotando. Su cuerpo trataba de encontrar a su amada entre la multitud de bailarines. Su desesperación se manifestó en sus pasos, el suave arco de sus piernas, su expresión de dolor y de perplejidad. En su búsqueda, el rey se movió más y más rápido. Sus brazos se estiraban como si estuvieran buscando algo en la oscuridad.
Su búsqueda se volvió desesperada, la música llenando el teatro con una intensidad que se intensificaba cada vez más. El rey bailaba con pasión, con desesperación, con la esperanza de encontrar a su amada. Cada paso del rey era un grito de amor y una llamada para su amada. Sus pasos eran una combinación de elegancia y fuerza, como si intentara encontrar el equilibrio entre la belleza y la desesperación. Sus saltos y girados eran una representación de su ansiedad, su amor era una fuerza que lo empujaba a seguir bailando. Los saltos del rey se volvieron más altos y más rápidos, sus movimientos se convirtieron en un torbellino de emociones. Las volteretas eran la expresión de su desesperación, el arco de sus brazos era un grito de amor. El escenario se convirtió en su prisión, su baile era su única esperanza de encontrar a su amada. En la oscuridad del escenario, la amada del rey hizo su aparición. Su cuerpo era una figura de gracia y belleza, como si estuviera hecha de la luz de la luna.
Su baile era como un canto de amor, una invitación al rey a unirse a ella en una danza. La princesa y el rey se bailaron alrededor de los demás bailarines, su baile era una conversación sin palabras, una expresión de amor y deseo.
Sus pasos se mezclaron, sus cuerpos se movieron juntos, sus manos se rozaron y sus miradas se encontraron.
Su baile era una historia de amor imposible, un baile entre dos almas que buscaban el encuentro. Los saltos y los girados se intensificaron, el ritmo de la música se hizo más rápido y más fuerte, reflejando la pasión creciente de los bailarines. El rey se arrodilló ante su amada, su cabeza inclinada como una ofrenda de amor. Ella respondió inclinando su cabeza también, y una delicada sonrisa se dibujó en sus labios.
El rey le tomó la mano y la levantó. Ella se dejó elevar, su cuerpo balanceándose en una espiral en el aire. La plebeya estaba completamente segura en sus brazos, su baile se convirtió en una historia de amor y de sacrificio. Los bailarines siguieron bailando alrededor de ellos, su baile era una ceremonia de amor y una proclamación de fe. El rey le tomó la mano y la levantó. Ella se dejó elevar, su cuerpo balanceándose en una espiral en el aire. La plebeya estaba completamente segura en sus brazos, su baile se convirtió en una historia de amor y de sacrificio. Los bailarines siguieron bailando alrededor de ellos, su baile era una ceremonia de amor y una proclamación de fe. Las cosas parecieron tener un final feliz, pero un grito de furia atronó en el escenario.
Una figura vestida de negro entró en el escenario, su presencia inundaba la escena de sombras. El rey se puso entre su amada y la amenaza, su espada destelló en el aire. El baile se convirtió en una lucha de vida o muerte.
El rey y la figura negra se movieron con velocidad y fuerza, su baile se convirtió en un combate mortal. Su cuerpo se movía con una gracia imposible, pero su intención era destruir.
La plebeya hizo un paso atrás, su mirada era de horror y temor. El rey se movía hacia adelante, su baile era un grito de rabia. Los saltos y girados se intensificaron, cada movimiento era un ataque y una defensa. Los bailarines creados el telón de fondo de la lucha, sus pasos eran la música de la batalla.
En medio de la batalla, el rey lanzó su espada contra el enemigo. La punta de la espada se clavó en el corazón del rival y la figura negra se convirtió en un montón de polvo. La plebeya cayó de rodillas, su cuerpo doblado de tristeza y miedo. La música comenzó a tocar un ritmo lento y sombrío, reflejando el dolor que emanaba de su corazón. El rey se arrodilló junto a ella, sus manos temblaron mientras trataba de tocarla. El rey, ahora arrodillado junto a la plebeya, sentía su corazón partido por el dolor. Su rostro reflejaba una mezcla de desesperación y compasión. Su mano extendida hacia la plebeya era un intento de consolarla, pero sabía que su amor era imposible.
Los bailarines se arrodillaron en silencio, su presencia un testimonio del dolor que las dos almas compartían.
El rey se levantó lentamente, su rostro impasible, pero sus ojos brillaron con el dolor de la pérdida. En un gesto final, tomó la mano de la plebeya y la levantó. Ella se puso de pie, su cuerpo todavía sacudido por el dolor y la tristeza. Los bailarines se levantaron detrás de ellos y su baile se convirtió en una melodía de despedida. Los bailarines se movieron en armonía, sus cuerpos se transformaron en símbolos de dolor y pérdida. Los pasos del rey fueron lentos y llevados, reflejando su tristeza por la partida de su amada. Su cuerpo giró en un último arco de amor, antes de que se moviera lejos, alejándose de ella para siempre.
La música comenzó a disminuir, como si el tiempo se ralentizara, como si el fin de la historia fuera inevitable.
La plebeya hizo un paso al frente, su rostro apenado, pero su rostro se iluminó con una luz que era tanto hermosa como triste. Ese fue su último adiós, y después ella también se alejó.
La multitud del teatro se quedó en silencio por un momento, su respeto por la historia contada por la danza era evidente. Luego, lentamente, los aplausos empezaron a crecer, y el teatro volvió a llenarse con la música y el ruido del público. Los bailarines se arrodillaron, y el telón se cerró para siempre sobre su historia de amor imposible. Los aplausos resonaron en el teatro, un reconocimiento de la gracia y la pasión de los bailarines.
había sido una parte vital de la historia que se había contado, y esa noche su alma había bailado en una mezcla de pasión y de dolor. Tras la cortina, se quitó su traje dorado y se quitó el maquillaje. recogió sus cosas, sus pensamientos se concentraron en la próxima actuación. Esta sería su última oportunidad para demostrar su talento, para mostrar lo que era capaz de lograr como bailarina. llegó al camerino y se sentó, su respiración era aún pesada por los esfuerzos del baile. Miró su teléfono, y vio un mensaje de Jungkook.

JK:
Bailas tan excelente jimin, se que no quieres saber de mí, pero, solo quiero que sepas que te estoy viendo y estoy maravillado con tu baile.

sintió una mezcla de sentimientos. Era claro que Jungkook estaba intentando ser amable y apoyarlo. Su respiración se calmó un poco, y en ella compuso una respuesta corta y fría.

Yo:
Gracias.

Jungkook no parecía querer dejarla tranquila. Al poco tiempo, su teléfono vibró otra vez.

JK:
¿De verdad no quieres hablar? ¡quiero arreglar las cosas!

no podía evitar sentirse molesta.
dejó su teléfono sin responder y comenzó a cambiarse. Mientras se ponía su traje de solista, pensó en su próximo baile. Esta vez, era una historia diferente, una historia de soledad y de amor perdido.
Mientras se ponía su peluca y su maquillaje, pensaba en el personaje que interpretaría.

Ballet ~Kookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora