Una razón para amar - Kivi

Capitulo 8

Chiara bajó las escaleras después de vestirse. Ella había optado por un vestido sencillo, ya que era un día cálido. No era demasiado lujoso, pero ella sabía que Violeta le gustaba cómo se veía en ella. Su corazón se detuvo un poco al pensar en Violeta. Ella siempre había sido una gran parte de su vida, pero no podía evitar sentir que algo todavía no estaba bien en su relación. Ella quería desesperadamente volver el tiempo atrás y volver al lugar en el que se sentían completamente cómodas alrededor de la otra.

En la parte inferior de las escaleras estaban Violeta y Sofía , bien vestidas y listas para salir. Violeta llevaba su usual combinación de camiseta corta y pantalones cortos de cintura alta y Sofia se veía tan adorable como siempre en uno de sus nuevos vestidos. Cuando Chiara se acercó,vio que la niña estaba escondiendo algo detrás de su espalda.

Violeta se dio cuenta de que Chiara podía sentir que algo estaba pasando por lo que ella tocó a Sofia en el hombro y asintió con la cabeza hacia Chiara, dándole el visto bueno para seguir adelante con el plan. Sofia dudó al principio, pero se acercó a Chiara y se aclaró la garganta.

"Chi - a - ra, creo que eres muy bonita" recitó, mostrando la rosa para que la mujer la tomara. Chiara se inclinó para estar a nivel de Sofia. Ella puso sus brazos alrededor de la pequeña niña, olvidando de alguna manera cada onza de cansancio que tenía por perseguirla todo el día. Sofía se apoyó en los brazos de Chiara y no parecía querer dejarla ir, así que Chiara se levantó y cargó a la chica, su cabeza apoyada sobre su hombro.

Ella miró a su esposa y pronunció las palabras gracias. Sabía que esta era la manera de su esposa de decirle que la amaba sin utilizar las palabras que ninguna de ellas había sido capaz de decir sinceramente en meses. Violeta le guiñó un ojo y abrió la puerta, colocando su mano en la parte baja de la espalda de Chiara para guiarla afuera afuera.

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"¿Qué tal un taco? ¿O nuggets de pollo?" Violeta miró el menú infantil en el restaurante y esperaron una respuesta de la pequeña sentada a su lado.

Sofía tendió los dedos, como si cada opción se le había asignado uno y estudiado por un momento. Violeta miraba con paciencia, pero no tenía idea de lo que estaba haciendo. Después de un minuto, ella miró a la mujer y le dijo: "Quiero comer las croquetas de pollo, ya que son pequeñas, como yo."

Violeta y Chiara dispararon entre sí una mirada que decía: ¿En qué hemos nos hemos metido? Esta chica es rara. Ambos rieron antes de decidir sobre sus propios platos y ordenarlos.

"Entonces, dime lo de hoy. ¿Qué hiciste mientras yo estaba en el trabajo?" Ella miró a Chiara, esperando una respuesta, pero su esposa estaba mirando más allá de ella.

"Mierda" maldijo, en voz baja, pero lo suficientemente alto para que Violeta escuchara su pronunciación.

"Wow, Kiki. Eso es muy profundo" bromeó Violeta , cubriendo las orejas de Sofia . Cuando Chiara no dijo nada más, ella siguió su mirada al origen de la maldición. Julia.

Allí estaba, en una mesa con una mujer rubia  . Chiara apenas podía contener la ira que abrumó su cuerpo, tratando de encontrar la manera de salir. "Kiki, no te molestes. Olvida que esta incluso aquí." "Eso es lo que voy a hacer." La chica de ojos marrones se inclinó para colocar una mano sobre la de Chiara, pero su esposa rápidamente lo sacó de su alcance.

"No en este momento, Vivi." En ese momento el camarero trajo su comida y Chiara se acercó la mesa para ayudar a Sofía con sus nuggets de pollo. El resto de la comida era bastante silenciosa, además de algunas ideas hilarantes del reciente vocabulario de Sofía. Violeta estaba aterrorizada de que sólo ver a Julia les había llevado de vuelta a un lugar donde Chiara estaba enfadado con ella.