𝔡𝔦𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔱𝔢𝔯𝔯𝔬𝔯

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¿Alguna vez has sentido esa sensación de terror? ¿Dónde no haya escapatoria? Estoy encerrado dentro de este lugar, sin escapatoria, salida, solo me queda suplicar benevolente a una deidad que me de liberación de este dolor, de este infierno que comienza a quemar lentamente mi ser ¿𝗣𝗼𝗿 𝗤𝘂𝗲?

Todo comenzaría llegando la época invernal de noviembre, siendo fecha exacta el 22 de dichoso mes, mucha gente comenzaba a murmurar respecto desapariciones; ahí estaba en la oficina el policía Vladimir, dichoso hombre resultaba ser entregado a su trabajo, potencial inaudito que muchos admiraban de tal alfa. Bastantes detectives. . . Han comenzando a tratar de convencer dichoso muchacho que abandone el caso ¿Podría hacerlo? No, no se rendiría, sabía perfectamente que no daría su brazo a torcer sin importar el esfuerzo arduo que lleve ese trabajo, le costó bastante conseguir su puesto ¿Cómo para perderlo simplemente por el temor de sus camaradas hacía ' El Zar.' Veía su orgullo en fuego, arder, como tal; daría finalmente atención hacía las amenazas de dichoso hombre.

-- ¡Vladimir! ¿Dónde estás? -- Exclamaría una mujer venusta; era la novia de tal chico, irían sus manos sujetando la manija de aquella enorme puerta de madera, divisó el bicolor con su típico ceño fruncido, labios mordidos y dedos hinchados. Tomaría un suspiro para acortar la distancia, sentando sobre el regazo de su reciente novio, la yema de sus dedos haría tacto contra la piel tercia, porcelana al ser sorprendentemente pálido, acarició esos pómulos con delicadeza, suavizó de ese mirar. --- Debes de tomar más descanso, cariño, últimamente has estado bastante obsesionado con ese caso, ya casi ni estás comiendo, comprendo que sea un caso importante, pero tu salud lo es más. --- Musitó, esa melodía hastío de los oídos contrarios, simplemente lo notó al ver un desdén sobre dichoso mirar.

-- Sihara, ahorita no, estoy ocupado, por favor remuevete, necesito espacio para este montón de papeles, me estás desconcentrando, ¿Comprendes lo importante que es para mí ? Prometo darte tiempo luego. -- Notó como aquella iba apartando, hasta desaparecer de su propia vista, exhaló, pensó sobre su rudeza aunque realmente necesitaba ganar dichoso caso ; no podía permitir que las calles sigan insegura por culpa de la familia Sergeyev, estaría toda esa noche con el típico foco encendido, sus dedos ardían ante la hinchazón, las ojeras resaltaban bastante sobre esa tez ¿Que estaba haciendo realmente? ¿Simplemente podría? Quedó un mártir su cabeza llena de pensamientos iracundos, sus ojos serían recibidos ante los rayos solares matutinos, exhausto obligo a sus mejillas separar de la fría madera sobre su escritorio mismo, vería desconcertado hasta los lados. Llevaría sus falanges hasta dichosa mesa para colocar en pie, enmarco hasta el baño, iba a paso lento, ligero, su cabeza martillaba con dolor ante el trasnocho de semanas seguidas. No daba más, estaba seguro que tomaría descanso ese día.

Llevaría de sus orbes verdosas hasta la ducha, tomaría de tal; había un silencio abrumador que le causaba escalofrío propio colocando nervios a flor de piel, finalmente al terminar de vestir sus típicas prendas buscaría su novia; no la encontró, una corazonada indicaba peligro, llevaría de sus dedales hasta el sobre que resguardaba una carta, abriría aquella, tomo bocanada de oxigeno dándole deleite a los pulmones mismos. El contenido de la misma parecía dejarlo impávido, fotos de su hogar ¿Realmente estaba siendo vigilado? Bruscamente su torso mismo giraría en dirección hacia las puertas, ventanas, sabía que no estaba solo.

Sus pies de forma inmediata saldrían corriendo hasta su habitación; dónde resguardaba una pistola en caso de defensa personal, para su desgracia sentiría como falanges diversos darían asfixió a su cintura propia ; aquello detuvo escasos segundos dónde finalmente llevaría codo hasta quijada adversa; fue detenido ese golpe, sus oculares mismos abrieron sorpresivamente de forma inaudita al notar que quien considero su enemigo, el motivo de vivir y adorar su carrera, estaba ahí : atormentando su ser, el pavor dió descarga eléctrica en escaso segundo al verse atrapado, rodeado, bufó, sabía que se preparó para ello ¿Pero realmente lo estuvo psicológicamente? Jamás lo hizo de manera mental, yendo ajedrez impulsivo tomar control remoto de su actuar.

——— Caesar... ——— Susurró.

𝐈𝐍𝐅𝐀𝐋𝐈𝐁𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora