𝐈𝐍𝐅𝐀𝐋𝐈𝐁𝐋𝐄

𝔞𝔶𝔲𝔡𝔞

Posiblemente de forma visible ese encuentro no sería el mejor; terror estaba acechando quedando estático, no hubo una reacción inminente que describa el pavor hirviendo por sus venas, al pestañear fue cuando se conecto con la realidad, sujeto entre esas enormes manos aquel bastón cercano, golpeó, sonido seco.. la distorsionada imagen estaba repasando su cabeza ¿Qué hizo? ¿Qué cometió?

No podía creer siquiera que era lo que estaba sucediendo el jamás hubiera decidido aquello, la sangre escurriendo por sus manos, tosca e vulgar cayó su anatomía sobre pisos de madera, arrastrando, pelaje rubio se veía en jalones, no estaba preparado para esa situación, su piel estremeció ante el tacto casi radiante en su piel, manos gélidas apretujaron aquellos pómulos, sus cosmos verdosos abrieron hasta que la esclerótica se dejó ver, ¿No lo mato? El líquido carmín fue lo último que divisó ante perdida de conciencia, un golpe instantáneo sobre su nuca sería el resultado de su flacidez.

Panorama casi nublado, vendada cabeza estaba, comodidad sobre colchón de seda, plumas de almohada, sentaba sintiendo como daba un mártir constante su propia persona, tambaleó, diestra, siniestra, sucesivamente en bucle sin pensar realmente que estaba sucediendo solamente intentaba llegar hasta la puerta, de sus labios escapó un " ayuda." No alcanzaron sus dedales a tener ese picaporte, ese que pudo ser su esperanza.. o también desesperanza, no había comienzo, no había fin, una vez atrapado en esas garras: lo único que le quedaría esperar sería una divinidad benevolente que le saque de ahí, inspiró, sintiendo el torso impactar nuevamente contra las cómodas camas.

— "Parece que no sabes rendirte, ¿No es así? En tu posición estaría quieto, estático.. aunque bueno, vamos, ni estando doblegado ante mi presencia saldrás de aquí, me perteneces." — Recalcó sin pudor de por medio bajo su lengua no había pelos para recordar en que estaba metido, con quién trataba, que haría, que no haría, mantenía un control moderado sobre la vida de ese policial como si fuese su títere personal algo sin valor que destruía a su placer e beneficio, la arrogancia no le bastaba con verle así de vulnerable, debía verlo.. derrotado, suplicante por salía y mientras no sea así, no habría un fin hasta lo que sería su cruel imperio.

Vamos, ¿Quién era el ingenuo que pensaría qué sería de color rosas? No había ningún cuento de hadas, era la cruda realidad, muerdes, masticas y tragas; opciones que tenía para la infinidad de humillaciones que tendría Vladimir, todo estaba decidido, no había objeción, mucho menos veredicto recordando así cuántas amenazas recibió para dejar el caso y su terca personalidad dando negación una y otra, y otra vez, sí.. estaba con Caesar, pero no como lo espero.