Facultades y talleres.

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En la universidad Charles estaba fascinado por lo grande que era, su primo y sus amigos estaban en la misma carrera que él entonces no se sentía tan solo.

Mientras Carlos tenía a sus amigos y su primo en diferentes carreras pero se veían entre horas libres que coincidían.

-¿Han pensado en que taller inscribirse? -preguntó Lando.

-Yo quiero ir a Artes marciales o pintura -habló Yuki.

-Iré a baile, es increíble ese taller -habló Sergio y Max lo abrazó.

-Yo aún no lo sé, pero creo que iré con Yuki también, pintura ¿Y qué tal tú primo? -Fernando preguntó al pelinegro.

-No lo sé, veré qué talleres hay -dijo sonriéndole a su celular sin ver a los demás.

-Mira, mira, el niño se ha enamorado -Max le quitó el celular y Carlos sonreía de oreja a oreja- ¿Al fin has conquistado a Rebecca?

-No, es alguien más, un chico, parece un hermoso ángel -habló Carlos suspirando mientras le quitaba su celular a su amigo.

-El amor te ha atrapado y te tiene preso en su jaula de oro -Sergio sonrió y le dio un leve golpe en el antebrazo al moreno.

Mientras en otra parte de la facultad de Derecho se encontraban comiendo en unas lindas bancas cuatro chicos.

-Vamos al club de teatro, por favor -Pierre suplicaba.

-Vamos a baile, me encanta también, o canto es una buena opción -Lewis propuso.

-¿Tú qué dices Char? -Preguntó Geroge.

-Ah, lo que ustedes quieran -respondió el ojiverde sin dejar de teclear en su celular.

-¿Estás hablando con alguien? -preguntó Mick.

-Habla con un chico misterioso que conoció en la fiesta y aún no me dice quién es, es muy injusto -George hizo un puchero.

-¡Estás enamorado! -Mick aplaudió- queremos conocer a tu novio.

Charles se sonrojó mucho, pero se dió cuenta de que ya habían pasado más de siete meses; Carlos y él no eran nada, al menos no oficialmente.

Y bueno, tampoco era un experto en ese tema, era su primera relación de ese tipo y no iba a apresurarse, todo iría a su tiempo.

Aunque Carlos ya estaba planeando algo para Charles, las cosas iban a salir perfectas, así debían salir.

Entonces el grupo de Charles fue a buscar un taller extracurricular ya que este era obligatorio al menos en el primer año de la carrera.

Todos se fueron a distintos talleres y a Charles le llamó la atención el teatro, sin pensar mucho fue a inscribirse pero en el momento en que iba a tomar la pluma otra mano lo hizo.

Y está mano era la de Carlos, ambos sonrieron, siguieron con sus manos entrelazadas y ambos se inscribieron.

-Ahora podré verte todo el tiempo mi sol, mi ángel de belleza incomparable -el moreno lo besó.

-Es maravilloso mi amor, verte siempre es algo que hace alegre a mi corazón -Charles besó la mejilla de su amor.

Pero la voz de Yuki los hizo separarse rápidamente, antes de irse Charles le dio un beso a Carlos y corrió rápidamente.

-¿Dónde estabas qué tardaste tanto? Ven, iremos a beber al bar -Sergio se llevó a su mejor amigo.

El bar era un lugar muy lujoso y grande dónde nuestros chicos iban desde que tenían 16 años.

A dónde las élites jóvenes solamente entraban por linaje o por cuánto dinero podían pagar en la entrada.

Dónde los Leclerc y los Sainz tenían prohibido entrar después de casi destrozar el lugar luego de que ambos estuvieran juntos.

Por eso los dueños del lugar les habían asignado días para ir, al menos era eso y no estar vetados de por vida.

-Hey ¿Han escuchado que Lewis está en canto? -habló el joven Yuki.

-Sí, todos aplauden a la sirena que al final los puede matar -gruñó Sergio.

-Ey, paren ya -Carlos habló con voz autoritaria- dejen a los Leclerc en paz.

-¿Paz? Pero Carlos ¿El no dormir te ha afectado el cerebro? Son esos Leclerc quiénes han iniciado con el problema desde nuestros ancestros, y si alguien opina lo contrario es mejor que corra -Msx sacó una navaja- aquí se respeta a la familia Sainz.

Carlos, Sergio y Lance bajaron al más alto y lo calmaron, Max era increíblemente volátil con sus emociones y simplemente a la más mínima provocación él ya estaba listo para la pelea, igual a Yuki.

Se la pasó tomando, fumando y hablando por su celular con el bello Charles, como anhelaba tenerlo otra vez entre sus brazos.

Y mientras tanto Charles estaba fascinado con el amor que el pelinegro de Carlos Sainz le profesaba, era un sueño hecho realidad.



































Holaaaa.

Bueno aquí estamos actualizando jsbdisbjdd, espero que les guste.

Nos leemos pronto linduras, cuídense mucho y que tengan una excelente semana.

Lady Perceval Sainz.♡

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