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Antes de ETERNIA
Los jadeos inundaron la habitación, el calor ocupando sus cuerpos, el deseo, la lujuria, la pasión, estos recorrían sus venas como cascadas de agua cayendo de golpe, las manos gruesas y venosas tocaban su cuerpo, dejando su huella sobre la tela, dejando un rastro de fuego allá por donde pasaban delineando su figura con estas, deseando tocar todo lo que aquella fina capa de seda no le permitía, suaves jadeos y suspiros liberaban sus labios acaramelados, con ese sutil movimiento de caderas, danzaba sobre él, sus labios hinchados y rojizos, estaban muy sedientos, haber probado aquel manjar enfermizo hizo que una nueva necesidad recorriera su cuerpo, las manos siguieron masajeando detalladamente hasta llegar a su curvilínea cintura este siguió levantando por encima de la camiseta la fina seda blanca para poder tocar su piel más de cerca, una corriente efímera fue desde su espalda hasta llegar a su clavícula tan pronto como aquellas yemas ardientes contactaron con su piel fría, un escalofrío lo desconcertó.
Sintió como casi al instante sus labios sabor a caramelo los envolvieron con deseo, estos bailaban un vals lujurioso el cual solo ellos dos sabían, las manos fornidas la envolvían al rededor de su nuca. La lucha por el dominio era tosco, pero ella fue perdiendo poco a poco dejando que el otro la hiciera encontrarse con la pronta de la pared mientras introducía su lengua para buscar más hueco, gemidos ahogados eran lo único que salían de sus dulces labios, el único sonido que se escuchaba con claridad en la habitación de mármol era los roces llamados “caricias”, esos toques piel con piel, los cuerpos buscando más contacto sumergidos en su propia burbuja de deseo, hasta que el sonido de unas voces les llamaron la atención.
˚ ༘ ೀ⋆｡ ˚
Corten.
˚ ༘ ೀ⋆｡ ˚ Resonó por todo el cuarto el sonido de las cámaras siendo apagadas, la voz del director feliz por la increíble escena que acabábamos de hacer, ambos nos separamos del beso casi de inmediato al oírlo, acomodamos nuestras ropas mientras tanto él carraspeó de incomodidad por la situación, ambos agradecimos los cumplidos del staff, mostrando una sonrisa, esta quién se reía por los comentarios algo insinuantes de sus compañeros, mientras que Yuta solo inclinaba la cabeza en señal de una gratitud indiferente siendo atendido de inmediato con un retoque en el maquillaje y un poco de agua para refrescarse, más la sensación del caramelo no se le quitó.
—Fue una escena increíble de ver, incluso me hizo sentir acalorado de verlos interactuar tan íntimamente, cualquiera que viera esto se sonrojaría a mil literalmente— el comentario halagador del director hizo que me sonrojara—
—Espero que haya quedado satisfecho con la escena, no pienso volver a grabarla si es posible— las palabras de Yuta salieron toscas, este mirando de reojo la sonrisa algo inusual de la mujer, el director asintió divertido por la interacción entre ambos—
—No tienes que preocuparte Yuta, quedó realmente perfecta, cualquiera pensaría que hay algo más entre ustedes dos— habló el director entre carcajadas solo consiguiendo miradas extrañadas de el personal, carraspeó al darse cuenta—
—Mhm…bueno, ya pueden ir retirándose, esa fue nuestra última toma por hoy ¡Nos vemos el lunes! Gracias— dijo el director para ir retirándose—
Todos dieron un fuerte sonido de entendimiento y aplaudieron, empezando a recoger todo el equipo, los murmullos inundaron el lugar junto con el movimiento del personal ansioso por irse a sus casas y descansar el fin de semana. Keiko se despidió con su voz melosa cual sirena, de algunas amigas para después dirigirse a los camerinos, un lugar apartado del bullicio, siendo exclusivo para los actores principales, sus botas de tacon negro fueron silenciadas por la suave música RnB de sus audífonos, todo ante la mirada aterciopelada de Yuta quien soltó una pequeña sonrisa burlona, una actitud muy diferente de la que habían sido testigos los trabajadores, y el director, una mascara que empezó a romperse después del meneo de caderas en la última toma de la adaptación.
—Ni intentas disimularlo— dijo Yuta con su mirada aún penetrante en mí al verme contonearme bailando—
—Cállate Yuta— le respondí al escuchar levemente su voz—
—Cállame, se que aún tienes ganas de más— dijo acortando el espacio y ocultando mechones de pelo tras mi hombro—
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