𖹭 miedo.

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Jimin ya llevaba un mes trabajando como el asistente personal de Jungkook y la verdad no era para nada pesado. 

Lo único que tenía que hacer era hacerle compañía al delta -cosa que él no sabía- aunque Jungkook lo ponía hacer alguna que otra cosa. 

Mayormente cuando estaba con Jungkook, siempre estaba ocupado con su trabajo algo que a Jimin agradece ya que por mientras que el delta trabajaba, el omega hacía sus tareas y uno que otro proyecto que tenía. 

La convivencia entre ellos era buena, aunque no hablaban mucho de su familia- algo que Jimin estaba curioso- conocían algunos gusto del otro. 

El día de hoy no iba a ir a la universidad ya que por alguna razón se habían suspendido las clases para todos. Algo que Park agradecía. 

La rutina de ese día de Jimin empezó desde las nueve de la mañana, una vez terminó de ponerse la ropa - después de su baño - se dirigió a la cocina para desayunar algo y platicar un rato con la señora Choi. 

Claro, le ayudaría a la señora hasta la hora que Jeon llegara del trabajo. Para después estar con Jungkook en aquella oficina donde pasaba la mayoría de sus tardes desde hace un mes. 

Lo que se le hizo raro era la pregunta que le hizo la señora Choi ─ ¿El señor Jeon, todavía no se levanta, Jimin? ─ le preguntó una vez que lo vio entrar a la cocina. 

El ceño del omega se frunció una vez escuchó aquella pregunta. 

─ ¿No está en su trabajo? ─ le contestó con otra pregunta. 

La beta negó ─No he visto bajar al señor Jeon ─ le aseguró. 

Jimin hizo una mueca ─ ¿Lo voy a despertar? ─ le preguntó. 

La señora Choi lo pensó por un momento y terminó asintiendo ─ Revisa que esté bien ─ le pidió a lo que el castaño asintió y salió de la cocina. 

No pasaron ni dos minutos cuando llegó a la habitación del mayor, tocó la puerta y no escuchó la respuesta del pelinegro así que decidió entrar aunque sabía que iba a recibir un regaño por ello. 

La habitación estaba a oscuras, apenas podía ver por la luz que entraba por la puerta, la cual él había dejado abierta. 

Se acercó lentamente a la cama de Jeon. 

─ Jungkook ─ lo llamó de una manera suave ─ Jeon, despierta ─ le pidió dándole pequeños empujones. 

Al no obtener respuesta le entró un poco de miedo y a la vez preocupación. 

─ Jungkook ─ lo llamó más fuerte ─Por favor despierta ─ le dijo. 

El era una persona con pensamientos positivos pero en este momento sus pensamientos para nada eran positivos, todos eran negativos. 

─ Tengo miedo, Koo ─ le dijo ya con sus ojos llorosos. 

Soltó un suspiro al ver que su mano se movió, acercó su mano a la nariz de Jeon para ver si estaba respirando bien. El delta estaba respirando, pero su respiración era muy lenta. 

La voz de Seokjin llegó a su mente. 

"Si ves que Jungkook se toca el pecho o su respiración es lenta, no dudes en llamarme"

Ante el recuerdo de aquellas palabras iba a salir de la habitación pero no pudo ya que una mano agarró su muñeca. 

─ No ─ Jeon negó lentamente. 

Jimin se dio cuenta que el delta se dio cuenta de sus intenciones ─ Pero Seokjin dij- ─ Jungkook lo interrumpió. 

─ No lo llames ─ tomó aire por la boca─ solo quédate aquí y si vez que las cosas se salen de control lo llamas ─ le dijo apuntando al lugar donde quería que Park se sentara. 

El castaño algo inseguro se sentó lentamente, su mirada nunca se apartó de Jungkook. 

Le regaló una pequeña sonrisa al pelinegro, los ojos de Jeon se estaban cerrando y le hizo una seña que se acostara a su lado. 

Jimin no quiso pelear ni nada, aceptó la orden sin rechinar. 

Lo que a Park lo dejó helado fue escuchar tales palabras de Jungkook. 

─ Yo también tengo miedo ─ dicho eso Jeon quedó inconsciente. 

[...]

Unas horas más tarde un Jungkook muy desorientado despertó y lo primero que sintió fue un golpe en su pecho. 

─ Auch... ─ hizo un pequeño puchero y sobo donde Jimin le dio el golpe ─ ¿Sabes que te puedo despedir por golpear a tu jefe? ─ le preguntó. 

─ No pue-des de-spedirme ya que fue con Jin quien firmé el contrato ─ le dijo entre sollozos. 

Jungkook se sentó de golpe al escuchar los sollozos de Park.

─ ¿Qué pasa? ─ le preguntó para después acunar el rostro de Park con sus manos ─ ¿Por qué estás llorando? 

Jimin se acercó para abrazar fuertemente a Jeon ─ Tuve miedo cuando te quedaste inconsciente ─ le dijo cerca del oído del otro. 

Jeon se mordió el labio y abrazó de vuelta a Jimin ─ Ya estoy bien ─ dijo mientras le daba pequeños golpecitos en la espalda del castaño. 

¿Así estaba alguien cuando se preocupaba por otra persona? Jungkook se preguntó. 

─ Tenía mucho miedo y me asusté cuando por un momento dejaste de respirar ─ le dijo ya más calmado. 

Jungkook se quedó quieto ─ No pasa nada, suele pasar cuando llevo días sin dormir bien ─ le dijo queriendo cambiar de tema. 

─ No me ocultes nada, Koo ─ pidió. 

─ No lo hago. 

─ Si lo haces, tus ojos piden ayuda a gritos ─ se separó del abrazo para verlo a los ojos ─ Ahora estoy yo, puedes confiar en mí, por favor ─ le pidió. 

Jungkook cerró fuertemente los ojos y una lágrima cayó. 

Era tiempo de contar todo aquello que siempre guardó. Sabía que en cualquier momento moriría. 

Él tenía miedo a morir. 

Y sin poder cumplir aquella promesa que se hizo a sí mismo.

la mordida del delta › kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora