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El lunes, Julián llegó a su turno luego
del almuerzo, encontrándose la motocicleta
de Enzo estacionada en los espacios de las bicicletas, e inconscientemente zapateó
el piso algo frustrado, ¿acaso le quería
atormentar con su belleza todos los días?

Entró por la puerta trasera del local y colgó
sus pertenencias en la pequeña salita de
empleados del lugar, junto a las de Florencia y Sérgio, uno de los dos chefs del local y uno de sus grandes amigos. Agarrándose el bonito mandil a la cintura y acomodando su camisa blanca dentro de su pantalón, salió de allí y se fue a buscar directamente a la barra una libreta por si llegaban clientes.

En eso, se encontró a Enzo nuevamente,
sentado en la barra muy solitario y con un
menú en la mano, los cuales estaban a un
costado de él. Al sentirle llegar, el castaño
levantó la vista, sonriendo sutilmente al
ver a Julián algo atolondrado por alli cerca, marcando su llegada y comenzando a
preparar y organizar todo su rincón de cafés, té e infusiones.

"¿Esta cafetería es vegana?" Le preguntó
Enzo de la nada, distraído y sin apartar la
vista del menú. "No me había dado cuenta”

Julián le miró extrañado, ¿acaso no sabía específicamente en qué trabajaba su novia?. Y luego rodó los ojos, descubriendo
que Enzo era una persona muy desconcentrada y poco observadora, ya que literalmente, debajo del cartel de local a las afueras, se especificaba que era una cafetería vegana.

"Eh... si, hay un cartel afuera que lo dice",
Julián apuntó hacia afuera, y Enzo le observó algo alarmado y con una sonrisa
torpe.

Nuevamente volvieron a estar en silencio,
y Julián se preguntó qué hacía tanto Florencia en la cocina, si su turno ya había terminado.

"¿Eres vegano?", escuchó la voz de Enzo
preguntarle, y volvió a levantar la vista de sus herramientas para preparar los bebestibles.

"Soy vegetariano desde hace tres años", sonrió sutilmente.

"¿Acaso es requisito no comer carne para
trabajar aquí?", preguntó, nuevamente el
morocho, arqueando una ceja.

Julián solo veía la hora en la que Florencia saliera de la cocina y se fuera. Jamás había tenido una conversación tan larga con Enzo y sus manos ya estaban sudando, sus
dedos picaban por ser mordidos y aquella voz le ponía tan mal que queria llorar.

Si, era todo un sensible.

Haciendo su mayor esfuerzo, frunció el ceño y negó con la cabeza, tragando saliva al conectar miradas con Enzo, "Claro que no, ¿por qué preguntas?"

"Porque Florencia tambien lo es"

Julián se atoró con su propia saliva y quiso reir ante lo mencionado por Enzo, ¿desde cuando Florencia era vegetariana? Julián siempre la veía comer y tragar carne como si fuese a acabarse en algún momento, había veces en las que le hablaba porque estaba antojada de costillas de cerdo o pollo a la plancha sazonado con barbacoa -cosa que le daban ganas de querer vomitar al
no soportar si quiera el olor de la carne-

Enzo le miró preocupado e intentó
estirarse por encima de la barra para sobarle la espalda y sacarle de su ataque de tos. Pero el solo sentir los calientes falanges de Enzo en su piel, mandó una corriente eléctrica que le hizo separarse del tacto nervioso, asustando al morocho y haciendole retroceder.

Cuando ya pudo respirar mejor y la gente que comía ya no le veia como si estuviese a punto de morir, se dirigió de nuevo a Enzo con los ojos lenos de lágrimas y la nariz roja.

"F-Florencia no es vege-vegetariana", habló
con dificultad, tosiendo bajito en el proceso y viendo el ceño fruncido de Enzo.

"Si lo es" le contradijo, y Julián negó
con la cabeza.

𝐟𝐨𝐫 𝐦𝐞? - 𝐞𝐧𝐳𝐮𝐥𝐢𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora