El viento soplaba con fuerza, haciendo resonar las ventanas mientras las ramas de los árboles chocaban contra el cristal de la habitación principal. Esteban se encontraba sentado, sosteniendo una botella de vino vacía, sumergido en la tristeza y llorando una vez más por el pasado.
Ese día marcaba el décimo aniversario desde que Marcia Cisneros cerró sus ojos para siempre, anunciando su partida definitiva.
UNA DÉCADA ATRÁS.
El sol se hundía lentamente en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos y dorados. La brisa marina acariciaba suavemente la arena mientras Marcia y sus dos grandes amores se encontraban en la icónica playa de Copacabana en Río de Janeiro, considerada una de las más hermosas y famosas del mundo.
La playa de Copacabana era un verdadero paraíso tropical. Sus aguas cristalinas, de un azul turquesa brillante, acariciaban la orilla con suavidad. La arena blanca y fina se extendía a lo largo de la costa, invitando a los visitantes a caminar descalzos y disfrutar de la calidez bajo sus pies.
Ese día era muy especial para Marcia y sus seres queridos, ya que celebraban su cumpleaños en este lugar mágico. Dos personas muy especiales habían planeado meticulosamente la celebración, decorando la playa con coloridas flores y creando un ambiente festivo. Una elegante mesa estaba dispuesta con deliciosos manjares y un pastel de cumpleaños adornado con flores tropicales, haciendo de aquel momento un recuerdo inolvidable en la hermosa playa de Copacabana.
—¿Te gusta, mami? —pregunta la joven.
—Ella asiente emocionada con la cabeza.
—¡Te quedó divino, mi niña! Bueno, ¡nos quedó! —rié el hombre.
Para Marcia, estar allí con ellos, disfrutando de un atardecer maravilloso, era lo único que necesitaba para olvidarse de que su corazón dejaría de latir tarde o temprano. Marcia padecía una enfermedad terminal que afectaba un lado lateral de su cerebro, lo que le impedía comunicarse verbalmente y expresarse. Sin embargo, ella disfrutaba en silencio, observando y sintiendo el amor de su esposo e hija. Aunque en ocasiones pensaba que podía ser un estorbo para ellos, en ese momento se sentía amada y valorada.
Los tres disfrutaron de algunos bocadillos mientras el sol se ocultaba por completo, dejándolos iluminados únicamente por las velas. Había sido un día maravilloso. Marcia se divirtió mucho, su hija compartía historias que les arrancaban risas a todos, y su esposo no dejaba de abrazarla durante todo el atardecer, mientras disfrutaban de la hermosa vista que la playa les ofrecía. Para finalizar, los tres decidieron escribir cartas expresando cosas hermosas para la familia. La cumpleañera, Marcia, fue la primera en escribir, seguida por Elysia su hija, y por último, Iñaki.
En esa carta, Marcia expresó todo lo que sentía, plasmando en palabras sus emociones más profundas. Aunque no podía hablar, sus sentimientos fluían a través de cada letra escrita. La joven hija, por su parte, escribió sobre los momentos hermosos que había compartido junto a sus dos padres, recordando con cariño cada risa compartida y cada abrazo reconfortante. El hombre, en lugar de escribir, decidió expresar sus sentimientos verbalmente, dedicando palabras llenas de amor a cada una de ellas.
—Marcia, mi amor, sabes que eres el amor de mi vida, ¿verdad? Quiero que sepas que nunca dejaré de amarte, nunca lo olvides, ¡nunca! —dijo Iñaki, con voz llena de emoción y ternura. Sus ojos brillaban mientras expresaba sus sentimientos más profundos hacia su esposa.
Marcia, con una mirada llena de gratitud y amor, asintió suavemente, transmitiendo su complicidad con Iñaki. A pesar de su incapacidad para hablar, su conexión era tan fuerte que las palabras parecían superfluas en ese momento.
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𝙴𝙻 𝙷𝙸𝙻𝙾 𝙴𝚃𝙴𝚁𝙽𝙾 ~𝙴𝙽 𝙱𝚄𝚂𝙲𝙰 𝙳𝙴𝙻 𝙰𝙱𝚁𝙰𝚉𝙾 𝙵𝙸𝙽𝙰𝙻~
Truyện NgắnHace una década, Marcia Cisneros cerró sus ojos para siempre, dejando el corazón de Esteban Lombardo completamente destrozado. Desde entonces, su vida se ha convertido en una existencia en blanco y negro, sin brillo ni alegría. 🥀