5: Juro ante Dios que pensaba que el niño ya estaba inerte. Cuando lo toqué no sentí su pulso, su respiración, nada. El calor de la radiación empezó a salir de su pecho, y abrió los ojos que se volvieron amarillos. Jadeó y su cuerpo empezó a arder desde dentro como carbón.
ESTÁS LEYENDO
#35Por35
Short StoryPesadillas fugaces, visiones rápidas a mundos de fantasía y misterio que parece que se desvanecen, ideas y sueños que se evaporan de repente, eventos que parece jamás pasaron. Esta antología compila 35 minicuentos, celebrando mis 35 años de edad y 2...