Last Kiss

96 12 3
                                    

Jenna caminaba con desesperación en la habitación del hospital dónde estaba internada Emma, su rostro no reflejaba toda la tristeza que alberga su corazón, solo podías ver sus ojos enrojecidos por las lágrimas que derramó minutos antes, cuando recibió la noticia. Nadie podía darle una explicación clara de los motivos por los cuales Emma estaba internada y permanecía conectada a varias máquinas.

Jenna detuvo su frenético andar, se acercó a la cama, agarró la mano izquierda de Emma entre las suyas con sumo cuidado y acercó sus labios para besar el dorso de la mano. Mantuvo la mano fría cerca de su mejilla derecha y cerró los ojos, intentando suprimir las lágrimas que nuevamente amenazaban con brotar. Ella no podía suprimir la congoja que se apoderaba de su ser. Tenía un mal presentimiento, inspiró fuertemente y su mirada se enfocó en el rostro de su persona especial.

Unos breves segundos fueron los que se encontraron ambas miradas antes que la máquina que emitía el sonido constante de los latidos del corazón de Emma, se detuvo abruptamente. Sus siguientes acciones no fueron pensadas, solo se dejó llevar por el instinto de salvarla. Presionó el botón para llamar al médico quien apareció con una enfermera en un par de minutos y ella dejó que los profesionales hicieran su trabajo. Ella solo podía pensar en que le salvaría la vida, pero los esfuerzos fueron en vano.

Se acercó para mirar nuevamente a Emma quien ya no tenía la máscara que le ayudaba a respirar. Su rostro era pacífico, indicando que no sufrió. Jenna se acercó y besó los labios aún tibios de Emma a modo de despedida.

—¡CORTEN! — Gritó la profesora de teatro.

Wednesday se alejó de Enid quien estiraba sus brazos, estuvo a punto de quedarse dormida. Este día viernes ya estaba siendo demasiado largo y quería volver a su dormitorio.

Wednesday se alejó de la cama de Enid para buscar su mochila. Esa última escena siempre la agotaba mental y sentimentalmente, por lo que siempre está preparada con una botella de agua.

—¡Oye Addams!, lo hiciste bastante bien para ser tu tercer ensayo — Le dijo Yoko mientras se sacaba el delantal blanco que representaba su papel como médico. Divina mientras tanto se arreglaba su cabello después de sacarse la prenda blanca de la cabeza, la que indicaba su papel como enfermera.

— ¿Te sientes bien? — Enid acarició ligeramente el brazo derecho de Wednesday.

— Sí, ¿por qué no lo estaría? — Wednesday guardó su botella en su bolso.

—Porque sé lo agotador que es llorar, no es tan simple como reír — Enid se acomodaba su chaqueta del uniforme.

—Soy muy buena aprendiendo y con el consejo que me diste, fue más simple de lo que pensé — Enid le dijo a Wednesday que recordara un momento triste de su vida. Le preguntó cuál fue, pero Wednesday se negó a decirle qué escena rememoraba. Enid intentó adivinar y le dijo si era la muerte de su mascota Nero. Wednesday solo se mantuvo en silencio, porque no quería mentirle, pero tampoco quería que Enid recordara ese momento, cuando se abrazaron y Wednesday lloró por el alivio que sintió al saber que Enid estaba viva, ella estaría recordando la angustia que sintió cuando tuvo que dejarla a solas combatiendo con el Hyde.

—¡Sabía que lo entenderías! — Enid le guiño para afirmar lo dicho.

—¿Nos vamos? — Wednesday ya tenía la mochila en su espalda.

Enid solo agarró el brazo de Wednesday y salieron de la sala de ensayos para caminar hasta su dormitorio, todavía quedaban un par de horas para la cena.

Cuando estuvieron en la tranquilidad de su habitación cada una hizo su rutina de los últimos días, precisamente después que Wednesday se unió a la obra de teatro. Se cambiaron sus uniformes por ropas más cómodas. Wednesday fue hasta la cama de Enid quien revisaba su teléfono y se reía mientras lo leía. Wednesday se sentó sin que tuviera que ser invitada y dejó un mínimo espacio entre ella y Enid, quien la miró de reojo y terminó su conversación mediante texto con Yoko.

Enid dejó su teléfono en su escritorio y después abrió sus brazos, Wednesday inmediatamente aceptó el abrazo y suspiró.

— ¿Te preocupa algo Wends? — Enid le preguntó mientras acariciaba lentamente su espalda. Wednesday se hundió más en el abrazo y escondió su nariz en el cuello de Enid.

—Nada en particular, solo estaba pensando en el momento en que acepté ser parte de tu grupo de teatro.

— Eso fue porque tú preguntaste de qué se trataba la obra y no estabas conforme con la elección del estudiante que debía ser mi pareja — Enid sonrió ante el recuerdo de una Wednesday celosa, porque según los rumores él estaba interesado en Enid.

— Recuerdo que fue ligeramente distinto. Tu supuesta pareja en la obra tuvo un pequeño impedimento que lo hizo ausentarse por estos meses de Nevermore — Wednesday sonrió maliciosamente ante el recuerdo del accidente que tuvo.

— Vamos Wends. Tú, Thing y yo sabemos lo que realmente sucedió. No es posible que justamente el camino por donde corría todas las mañanas apareciera un agujero de varios metros. — Wednesday se movió para mirar a Enid.

— Eso fue por su infortunio y su insistencia en acercarte a ti, con intenciones de cortejarte.

—Lo sé, pero aun pienso que fue una medida extrema.

— Ya conoces mi predilección por cavar, lo encontré adecuado como advertencia — Wednesday agarró las manos de Enid.

—Sabes que me gustan tus manos frías. Tuve dificultades para no tomarlas con fuerza durante el ensayo.

—Ahora puedes.— Enid no solo agarró con fuerzas la mano de Wednesday, sino que acercó la otra a su cara para acariciarla. Ese gesto fue insuficiente así que acercó su rostro para besarla, esta vez no por un guión de una obra teatral, sino porque está besando a su novia.

El beso en esta ocasión no era una despedida, sino más bien al contrario. Era el primero de muchos antes que tuvieran que dejar la privacidad de su habitación e ir a cenar. 

Kisspril 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora