El timbre de la entrada sonó con un chillido agudo, levantando de golpe a Ember del sillón en el que estaba sentada. Con algo de cansancio, la chica se paró apoyando su mano en el apoya brazos del asiento y caminó hacia la puerta. En un movimiento rápido agarró las llaves que estaban sobre una pequeña mesa a un lado de la entrada, metió la que abría la puerta y tiró del picaporte.
Cuando Ember abrió la puerta, lo único que logró ver fue una carta, apoyada en el tapete vergonzosamente sucio. Con algo de confusión, frunció el ceño y se agachó para recoger el papel.
- ¿Una carta? No sabía que estábamos en la edad de piedra. – Se dijo para sí misma con sarcasmo mientras examinaba la carta y terminaba de cerrar la puerta. Se volvió a sentar en su sillón, esta vez inclinada hacia adelante para leer el contenido del sobre.
- «Nos gustaría hablar con usted, Ember West.» – Comenzó a leer en voz alta la chica con algo de desinterés.
- «Sabemos que posee un amplio conocimiento de vida en el espacio, por lo que hemos contactado con usted para ofrecerle un trabajo.» – La cara de Ember se tornó en una mueca de sorpresa y emoción mientras concluía la escritura.
- «Si está interesada, encontrará uno de nuestros empleados en el Green Park, a las cuatro y media de la tarde.» – Una sonrisa se esbozó en el rostro de la chica antes de leer la última parte en voz alta, una firma hecha con presente apuro.
- «I.B.R (Investigación de la Biosfera Interplanetaria)» – Ember cerró la carta con rapidez y se volvió a parar, pegando pequeños saltos mientras se dirigía hacia su habitación y agarraba su teléfono. Marcó un número y esperó con ansias a que esa persona contestara.
- ¿Ember? – Una voz sosegada y casi susurrada salió del altavoz del dispositivo. - ¿Qué pasa? – Preguntó la misma voz con un tono preocupado.
- ¡Jenny! ¡Me ha contactado la IBR! – Exclamó con entusiasmo apenas oyó a la chica del otro lado de la línea. Jenny era su amiga de secundaria, habían viajado juntas un par de veces, pero a la chica nunca le gustó el espacio exterior, por lo que se limitaba a alentarla desde la Tierra cada vez que ella recorría diversos planetas.
- ¡¿Es en serio?! – Jenny sonaba igual de emocionada que ella. Ember afirmó con felicidad notable mientras comenzaba a relatar lo que había sucedido.
- Y ahora se supone que tengo que ir a Green Park para encontrarme con uno de sus empleados a las cuatro de la tarde. – Cuando terminó de explicar, hubo un silencio corto presente, para luego dar paso a Jenny soltando corto chillido agudo.
- ¡Que suerte chica! – Exclamó su amiga por el altavoz y casi al instante preguntó - ¿Sabes a donde quieren que vayas? – Ember cayó en una mudez pensativa.
- No... Supongo que me lo dirán en el parque. – Ember negó, no tenía ni una sola idea de a donde iría, pero el simple hecho de estar en el espacio una vez más le ponía la piel de gallina por la emoción.
- Bueno, ¿Vas a llevar el intercomunicador? – Preguntó Jenny con algo de curiosidad.
- ¡Claro que sí! No podría vivir sin hablar contigo. – Aseguró Ember agarrando una mochila violeta con pegatinas en todas partes. Sostuvo el teléfono entre su hombro y su oreja mientras empacaba unos artefactos bastante sofisticados que ella usaba para sus viajes espaciales.
Entre ellos estaba el intercomunicador, una pantalla parecida a la de una tableta gráfica con un par de antenas saliendo de la parte trasera y un teclado desplegable doblado como si fuera una funda. Con cuidado, Ember deslizó el dispositivo en una funda exageradamente acolchada para luego guardarla en el bolsillo más grande de la mochila y seguir conversando con su amiga.
- Jenny, te tengo que colgar ya, son las tres y media y debo de salir dentro de diez minutos para llegar a tiempo. – Explicó Ember mientras recogía un par de libretas cuidadosamente decoradas con dibujos de criaturas sorprendentes de sus antiguas expediciones.
- ¿Tan temprano irás? – Preguntó Jenny al otro lado de la línea con palpable sorpresa. Ember se detuvo un momento y prendió el celular, que había estado apagado desde que la chica se lo apartó de su oreja. El reloj digital marcaba las tres de la tarde con treinta minutos redondos, luego de ver la hora apagó nuevamente el teléfono y habló.
- Sí, es mejor llegar temprano que tarde – Jenny soltó una pequeña risa antes de contestarle.
- Tu siempre tan puntual. – Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Ember, quien estaba lanzando una cantidad considerable de mudas de ropa. Entre esas mudas había dos máscaras de gas, una clásica de color negro con rayas dibujadas color plateado a los lados y otra equipada con un pequeño tubo de oxigeno que la chica pintó manualmente con pintura azul y cristales molidos.
- Bien, debo de cortarte, te llamaré después de la entrevista. – Jenny se despidió de Ember y esta última cortó la llamada. Guardó su celular en el bolsillo de su pantalón de cuero y agarró sus auriculares inalámbricos, caminando hacia la puerta con apresurados pasos. Tironeó brevemente de una campera de lluvia que estaba colgada en el perchero en la esquina de la sala, recogió sus llaves y salió de su casa. Mientras esperaba a que el ascensor llegara a su piso, Ember sacó su celular a pesar de haberlo guardado hace tan solo diez minutos y se puso a navegar por Instagram. En un momento llegó a una publicación de la I.R.B, esa publicación tenía una foto de un planeta extraño.
- «Planeta Nodriza, el futuro de la Tierra...» - Leyó la chica con los ojos como platos, ¿estaban pensando en migrar a ese planeta? Ella había estado en diferentes mundos, pero ninguno cumplía con los requisitos para poder ser habitado por la humanidad. Antes de que pudiera seguir leyendo, la campana del elevador sonó y las puertas metálicas se abrieron.
Cuando llegó a la calle, Ember miró con algo de decepción como la carretera estaba inundada de autos que centelleaban con la luz del sol y sonidos de bocina ensordecedoras. Al ritmo de ese tráfico, la joven no podría llegar a tiempo al parque si iba en auto, así que se resignó a caminar con apuro hacia el Green Park, zigzagueando entre las personas con dificultad.
Tras un largo camino de lucha, la chica pudo observar con deleite la entrada de su atajo preferido, un callejón con vidrieras que salía a la calle del Green Park. Apretó el paso para poder llegar con más rapidez y se desvió de la multitud, cruzó con descuido la solitaria vía y sacó la carta que le habían mandado.
Se dio cuenta de que estaba parada allí, sin saber a dónde se suponía que debía encontrarse con ese empleado. Notó que, en una pequeña banca, se hallaba un chico bastante joven de traje elegante con un maletín negro que tenía el logo de la I.R.B, así que Ember se acercó a hablar con él.
- Buenas tardes – Saludó la joven al acercarse lo suficiente. El chico, que estaba observando impacientemente su reloj dorado, alzó la mirada para luego pararse.
- Muy buenas tardes, señorita Ember. – Le devolvió el saludo con respeto y algo de nervios. – Bueno, supongo que ya sabes porque la organización te ha llamado. – Empezó casi de inmediato.
- Sí, me gustaría saber más de este planeta al que desean que vaya. – Informó la chica, en respuesta, el joven señaló una camioneta estacionada unas cuadras más delante de donde estaban los dos hablando.
- Iremos a la base de la I.R.B, no tengo permitido decirte mucho más, pero según tengo entendido el viaje será dentro de dos días. – Explicó el joven mientras se alejaba un poco de Ember. Cuando los dos empezaron a caminar hacia la camioneta, el joven dijo.
- Disculpa mis nervios, me han contratado hace poco, todavía estoy acostumbrándome. – La cara del chico se llenó de un suave tono de rojo mientras miraba al suelo con pena.
- No pasa nada. – Aseguró Ember, con una sonrisa comprensiva. El joven le devolvió la sonrisa y se subió al asiento del copiloto de la camioneta. Otro hombre estaba al volante, este parecía tener más experiencia que el chico que la había recibido, pero era mucho más frío. En cuanto se aseguró de que los dos jóvenes estaban arriba, el hombre presionó el acelerador y comenzó el viaje a la base.
La chica sacó su celular y le mandó un mensaje a su amiga diciéndole que se tendría que quedar dos días en una base que por lo visto estaba alejada de la ciudad, para luego colocarse sus auriculares y comenzar a reproducir su música favorita para el largo viaje...
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1# Galaxias- Estrellas Sin Retorno: Planeta Nodriza.
MaceraEmber, una intrépida viajera y bióloga interestelar, es reclutada por una organización que enfoca sus esfuerzos en investigar otros mundos y posiblemente conseguir un mundo habitable para poder mover a todos los humanos de la Tierra. Una vez aceptad...