𝐄𝐥 𝐇𝐢𝐣𝐨 𝐃𝐞 𝐍𝐞𝐠𝐚𝐧. || ♥︎𝐶𝑎𝑟𝑙 𝐺𝑟𝑖𝑚𝑒𝑠♥︎

10: Malos pensamientos.

Eloy despertó en la cama del cuarto de invitados de los Greene.

No sabía cuánto tiempo había pasado, pero lo único que sabía era que se sentía muy mal, se sentó en la cama, observó sus muñecas con moretones no sabía porque estaban ahí.

Le dolían las piernas y el cuello.

Se levantó de la cama y caminó hasta el espejo, se percató que ya no estaba manchado de sangre y que traía otra playera.

Era...

¿Era una playera de Carl?

Le quedaba bien, sólo un poco más ancha. Se quitó la playera, se dió cuenta que tenía varios moretones de lo que había ocurrido en la tienda, aparte se quedó mirando sus cicatrices de los disparos.

«Sí, mi papá o Roy estuvieran aquí les presumiera mis cicatrices.»

Se volvió a poner la camisa de Carl ya que ya no tenía nada de ropa, salgo la gabardina de cuero.

Observó el cuarto, se estaba acostumbrando a despertar ahí.

De la nada.

Todos los recuerdos de la tienda del pueblo le llegaron a Eloy cómo si fueran un balde de agua fría.

Cómo trataron de abusar de él...

Había... Matado a dos hombres...

Había llamado a Rick papá...

Había ocurrido muchas cosas ese día.

Pero el principal pensamiento que tenía en mente era que.

Era un asesino.

Había matado a dos personas.

Eloy se volvió a sentar en la cama, sentía muchas emociones en ese momento, pero su principal emoción era desconcierto. Nunca en sus jóvenes catorce años de vida había esperado el matar a dos personas....

Con los caminantes era diferentes el matarlos, después de todo, estaban muertos, eran sólo... Muertos vivientes?

Pero el punto era que había matado, asesinado a dos hombres.... Y no sentía culpa por eso, era lo que lo tenía más desconcertado y confundido.

Era extraño...no sentía culpa...ni tampoco satisfacción, no sentía nada al respecto.

Para la mente de Eloy eso no tenía nada de sentido.

Pasó sus manos por su cara tratando de ordenar sus pensamientos, luego las paso por su cabello rubio.

Estaba muy frustrado.

Se levantó de la cama y comenzó a dar vueltas por el cuarto, se detuvo en seco cuando algo captó su atención...

Era su sombrero.

Estaba colocado delicadamente sobre el escritorio, su nuevo sombrero que había sido de Shawn, pero ahora suyo. El sombrero era de color negro, se veía un poco desgastado pero no le importaba.

Se acercó al escritorio y lo tomó entre sus delgadas manos, observó y verificó que nada le hubiera pasado. Seguía intacto, se lo colocó en su cabeza.

Sonrió un poco.

No quería pensar en lo que había ocurrido... No deseaba pensar en lo que pudo haber ocurrido.

Escuchó como la puerta se abría, volteó a ver quién había entrado.

Jimmy: Ho, cielos. Amigo, despertaste. -Dijo acercándose con rapidez al chico más pequeño. - ¿Estás bien? ¿Te duele algo?