Jamás he creído en el amor a primera vista.
Pero te vi.
Te vi, sonriéndole a todos, sonriéndole a la nada.
Te vi cantando a gritos tus canciones favoritas.
Te vi bailando ridículamente.
Te vi siendo tan vos.
Te vi, y no pude dejar de verte.
Y aunque era la primera vez que veía, aunque no sabía siquiera tu nombre, aunque eras un completo desconocido. Te vi, y lo supe.
Jamás he creído en el amor a primera vista.
Pero volteaste y me viste.
Jamás he creído en el amor a primera vista.
Pero te vi, me viste, nos vimos y todo desapareció.
Todo dejó de existir. Me sentí gigante antes aquellos ojos color miel que miraban más allá de mí, más allá de mis muros, más allá de lo que incluso yo misma podía ver.
Jamás he creído en el amor a primera vista.
Pero te vi entre tanta gente, y vos... me viste entre tanta otra.