Muchas veces me pregunté cual sería la razón de aquella decisión. Tal vez fue la ausencia de un sentimiento mutuo, pues no había motivo para considerar otra opción.
No pude evitar que a mi mente vinieran recuerdos de esos pequeños momentos en los que claramente, tenía que amar por los dos.
Cada vez me sentía más convencida de que nuestro amor era unilateral. «¿Acaso hice algo mal?» no dejé de pensar, pero sabía cuál era la respuesta, porque nada mal se puede hacer cuando se ama de la manera que yo te ame.
Mi único error fue no irme cuando debería haberlo hecho, cuando sentía que mi corazón se rompía en mil pedazos. Porque dejar de quererme, para quererte a vos, mientras vos querías a alguien más, fue de las cosas más crueles que pude hacerme a mi misma.