Flores De Cristal

04- El amor es un mito

Tw: Este capitulo puede ser algo confuso, «pasado»

« Sus dedos le dolían después de limpiar por horas aquel local, cada rincón estaba reluciente mientras que la joven estaba agotada, por más que fuera una mujer y ese fuera su "deber" no se sentía a gusto, no lo veía justo que solamente ella debiera encargarse de la limpieza de esa tienda.

"Si no fuese por mi este lugar sería un cuchitril..."

Ese pensamiento era recurrente mientras sacudía la escoba frente a la puerta, no le importaba espantar clientes de todas maneras esa tienda no era suya. Hacer aquello que no quería por un sueldo demasiado bajo "al menos no caí en lo mismo que Iris" pensó cerrando sus ojos para estornudar por el polvo de la escoba. Un silbido la saco de sus pensamientos cosa que la hizo fruncir su ceño "esté idiota" se decía mentalmente apretando la escoba con bastante fuerza, levanto un poco su cabeza para mirándolo con desinterés, no le sorprendió verlo con un pequeño ramo de flores silvestres ya era la tercer vez esa semana que le llevaba flores. Pero le disgustaba el gesto, no por las flores, sino por la mirada tan creída del pelirrojo que sostenía el ramo.

- Buenas tardes nube - le saludo y extendió el ramo para ella, pero la muchacha solo rodó sus ojos en señal de rechazo.- anda busque las más bonitas para ti.

- No estoy obligada a aceptar nada tuyo - dijo con una mirada entrecerrada, no quería dar señales erróneas.

El suspiro al escucharla le molestaba la resistencia de la muchacha por sus detalles o mejor dicho por su coqueteo. Apretó un poco el ramo casi partiendo los débiles tallos de las flores, su paciencia comenzaba a agotarse por la falta de interés de la muchacha, le hubiera gustado que fuera como las muñecas que debía de vender en nombre de su jefe, que fuera más dócil pero debía de admitir que la satisfacción por domarla a su conveniencia le parecía exitante. Sonrió para si mismo mientras volvía a extender el ramo hacia ella con la esperanza de que aceptará pero ella solamente rodó sus ojos volviendo a barrer echándole toda la tierra y polvo al pelirrojo.

- Se nota tu alegría nube - Dijo con cierta molestia la cuál Irina ignoro.- Deberías de ser más dulce

- Contigo definitivamente no, ya lárgate - Dijo con una sonrisa no muy agradable en su rostro se notaba su poca paciencia. Siguió limpiando obligándolo a moverse un poco lejos de la puerta.

El soltó un pequeño chasquido con su lengua algo molesto con la actitud de Irina.

- Admítelo, te gusta verme aquí - Sonaba arrogante al decir eso mientras olía las flores.- te trató lindo, te traigo regalos.

- Pero eres un fastidio, no deberías de molestar a las damas - Murmuró ella casi como un regaño.

El silencio fue corto más porque parecía entusiasmado por el regaño de la muchacha. La idea de que eso fueran celos le daban esperanzas de ganarse el corazón de ella.

- Nube, tu eres a la única que le doy mi atención - Declaró el com una voz bastante ronca.

Ella paro de barrer no por la sorpresa de esa declaración sino por la incomodidad que le generaba. "tu atención... No vale tanto como el tiempo que me haces perder" pensaba ella después de todo era la octava vez que iba a visitarla y para el colmo sus regaló eran simplones o solamente se notaba su poco esfuerzo por a cortejarla. Ella se dió la vuelta para entrar al negocio al que trabajaba pero sintió como el la tomaba de los hombros con fuerza obligándola a detenerse, su desagrado no se oculto en su mirada sin pensarlo le dió un codazo bastante fuerte en el abdomen. Phillip la soltó mientras se quejaba por el golpe.