Capítulo 26

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— ¿Tienes un momento para ir a tomar una taza de té? —preguntó Danzo.

Estando rodeado por ANBU, más que una invitación era una orden, así que terminó siendo arrastrado a un local de té. Se sentía incómodo, no quería estar ahí, atrapado en el silencio –que sabía bien, era una táctica de Danzo para jugar con él al no decirle directamente lo que quería hablar, prefería que su mente se torturara sobre pensando-, lo único que hacía era ver su bebida en silencio, cualquiera cosa que dijera, Danzo la podría usar en su contra.

—Entonces, ¿sigues jugando a la casita con Kakashi? —preguntó finalmente.

Tenzō levantó la mirada, pero se mantuvo en silencio, sabía que en el fondo Danzo seguía molesto con Kakashi por todo el alboroto que armó en raíz. Por su culpa la asociación de Danzo tuvo que "desaparecer", aunque bien sabían que eso nunca pasó. Incluso si había salido de Raíz, aún tenía el sello maldito en su lengua, así que era más que obvio que la organización continuaba bajo las sombras mientras el Hokage se hacía de la vista gorda.

—Parece que te la pasas bien, al menos por ahora, ¿No? ¿Y qué piensas hacer una vez que Kakashi se canse de ti? —preguntó Danzo, Tenzō frunció el ceño, pero se contuvo a contestar, solo lo estaba provocando así que no caería en su juego. —Digo, Kakashi te busco por algo, no solo porque eres lindo, sino porque le eres útil. Eres como un perro; fiel, obediente y leal, pero al tener tanta "libertad", en todos los sentidos, se cometen errores, Kinoe. Es fácil equivocarse cuando hay muchas oportunidades, hasta ahora todo debe de haber salido bien para ustedes, pero ¿Qué pasará si te equivocas? ¿Qué crees que Kakashi haría si dejaras de ser útil?

—Kakashi-senpai no ve me como una herramienta como lo haces tú—señaló Tenzō molesto.

—Kinoe, estuviste tanto tiempo bajo la raíz, sigues igual de ingenuo respecto a las relaciones personales. El tiempo pasa, los niños crecen y las personas se aburren de lo mismo, ¿Realmente crees que Kakashi siempre estará interesado en ti? ¿Qué harás si un día simplemente se aburre de ti y te desecha? ¿Qué tienes tú que no sea de Kakashi?

Aquella pregunta caló en el interior de Tenzō, sabía que Danzo solo estaba jugando con él, pero tenía razón, ¿Qué tenía él sin Kakashi? Nada.

Su nombre, su hogar, su familia, sus amigos e incluso su libertad, todo se lo había dado Kakashi. ¿Y si las cosas no seguían funcionando después del incidente de Asuma? ¿Qué tanto de eso podría quedarse?

—Kakashi-senpai no...—era incapaz de seguir con sus palabras, incluso si quería defenderse su expresión lo delataba, estaba dudando.

Danzo sonrió sutilmente, había logrado su objetivo. Se levantó de su asiento para verlo con superioridad.

—En raíz aún hay un lugar para ti, claro, siempre y cuando tengas buenas disculpas preparadas. Así que cuando Kakashi te bote, ya sabes a dónde acudir —dijo Danzo al salir del lugar.

Aquella charla arruinó el resto de su día. Ahora no paraba de pensar en lo que pasaría.

Kakashi decía que las cosas estaban bien, pero ambos sabían que no, el Hatake debía desconfiar de él ahora -y de forma justificada-, así que el futuro de su relación era incierto. Todo lo que había conseguido hasta ahora podría desaparecer en un instante.

— ¿Por qué sigue así? —preguntó Naruto viendo a Tenzō asomado desde su habitación. —Ya pasaron varios días y sigue triste. ¿Seguro que debemos seguir sin hacer nada?

—Ya te lo dije, son problemas de grandes, no siempre podremos ayudarlos —contestó Sasuke que estaba sentado haciendo su tarea.

Naruto soltó un suspiro, no le gustaba quedarse de brazos cruzados así que tomó su cuaderno y fue hacia Tenzō, tal vez no podía ayudarlo, pero si distraerlo un poco de sus problemas.

Papás primerizosWhere stories live. Discover now