Entre sombras y logros: La Batalla Interna de una Universitaria

El comienzo

La universidad

Camine varias noches oscuras, muchas veces, tantas veces que la cuenta eras mas que los dedos de mis manos.

¿A esto se referían ser adulta?

No quisiera volver a ser niña, no sería la edad a la cual quisiera regresar en el tiempo, aun tenga un valor de un millón.

No quisiera volver a ser una adolescente, no seria la edad a la cual quisiera volver, aun tenga un valor de dos millones.

¿Tener depresión es para débiles?

No es así, seré criticada o atacada, y es mi destino, ser el centro de comentarios, centro de vergüenza o ser el centro de atención. Al día de hoy esta enfermedad parece consumirme a gran escala, consume mis energías y al final del día tan solo me encuentro conmigo misma frente a lo que soy, detestando mi cuerpo, detestando mi voz, detestando mis logros a mas no poder.

Esta noche, ya es medianoche, y rodeada de calles tan tranquilas, no veo nada nuevo, nada en la que me pueda sentir desorientada o abrumada, solo estoy yo, dos o tres autos pasando por mi lado. Sabía que llegaría, y mi mejor compañía seria una almohada o alguna manta que pueda abrazarme toda esta breve noche de sueño, y otra vez volvería a lo mismo.

¿También sienten que sus vidas se están volviendo monótonas?

Se que no soy la primera o la última que se siente así, porque la rutina del trabajo, la rutina de los estudios se ha adueñado de nuestros horarios y que todo se justifica: "Es un sacrificio", será bueno sacrificarnos cuando ya no sentimos satisfacción por nuestros logros, ya no lo disfruto, ya no está esa sensación por la cual saltaba al inicio de mi vida universitaria.

¿Esto es normal?

Será porque hoy es una noche fría, será porque me estoy quedando sin recursos y menos estabilidad emocional. No, no es normal sentirme tan agotada al final del día cuando falle muchas veces y me frustre el doble.

¿A dónde voy todas las noches?

No hay fiestas, no hay conciertos, no hay salidas de imprevisto, porque no existe el tiempo. Al final del día, me encuentro con mi propio reflejo escrito en versos, miles de palabras que se pelean por tratar de decir lo que hay en mis pensamientos. Solo yo, no hay nadie más, todos duermen, otros consumidos por miles de pixeles.