Linterna volante.
—¿Embarazado? —arrugó su frente—. ¿Cómo... Cómo es eso posible?
La doctora Jisoo soltó una gran risa burlona.
—Jimin, es obvio que sabes cómo se hizo ese bebé. Me comentaste que pasaste tu celo con tu alfa y no usaron condón...aunque ya sé por qué.
Estaba asustado.
¡Tenía veinticuatro años y va a tener un bebé! Seguramente todos se iban a poner a gritar con esta noticia.
—Demonios, no se me había pasado por la cabeza.
No se atrevía a mirar a Jungkook, con el silencio del alfa bastaba.
—Cuando decidas regresar, me gustaría darte una pequeña revisión. Solo para asegurarme de que todo está bien, ¿si?
—Sí, sí claro —se apresuró en decir—, iré al hospital en cuanto llegue.
—Muy bien, adiós Jimin.
Colgó.
No sabía que decir. Su mente estaba completamente en blanco.
Por instinto llevó una de sus manos a su vientre y lo acarició con sumo cuidado, como si fuera a romperse.
Estaba mal y el silencio de Jungkook no ayudaba para nada. Su dedos estaban sudando y tenía ganas de tocar el broche que Jungkook le había dado. No quería ver ni de reojo a Jungkook, no iba a soportar verlo.
Lo he arruinado.
Jungkook lo miró. Cayó en cuenta de que había pensado en voz alta.
Se imaginó con un bebé en brazos, sin marca y sin alfa...se imaginó abandonado por Jungkook... Su mente lo estaba haciendo trizas. Y su omega lloraba con el simple hecho de pensar en que Jungkook los iba a abandonar.
—Lo siento —dijo antes de salir corriendo para ir a la habitación de Jungkook.
Cerró la puerta con seguro y se tiró a sentar en el piso, esperando a que Jungkook comenzará a golpear la puerta y a que estuviera gritando como un loco demente. Pero no pasó nada de eso, no se escuchaba ni un solo sonido, solo la respiración de Jimin.
No podía creer que en unos cuantos meses iba a tener un bebé. Simplemente no creía en eso. Deseaba con todas sus fuerzas de que la doctora le llamara de nuevo diciendo que había sido un error de laboratorio.
—Omega —llamó el alfa—, abre por favor la puerta.
No, no quería abrirle.
—Necesito saber que estás bien —le dolía en su pecho escuchar a Jungkook. El alfa tenía su voz entre cortada, como si de un momento a otro se fuera a derrumbar—. Abreme. Me quema por dentro que hagas esto.
Ya no quería arruinarlo más. Ya no quería alejar a Jungkook de su vida.
—¿Me vas a gritar? —dijo, muy apenas con voz fuerte.
—Nunca sería capaz de gritarte.
Quería creerle, en verdad quería.
—Abre, omega.
No confiaba en sus piernas, las sentía débiles y muy temblorosas. Pensó en que no se iba a poder mantener de pie por muchos segundos. Con mucho esfuerzo se puso de pie y abrió la puerta, tan solo como la abrió se dejó caer en los brazos de Jungkook, sintiendo el aroma del alfa.
—Aquí estoy omega, siempre estaré para evitar que caigas —se aferró al cuerpo de Jungkook, necesitaba oler el fuerte aroma de su alfa—, si por mí fuera, no dejaría que tus pies tocaran el suelo.
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el secreto de tu aroma 𐙚 kookmin.
RomanceCuando él se enoja, su aroma es de café. Cuando está triste, su aroma es limón. Cuando está feliz, su aroma es de vainilla con chocolate. Cuando está en celo, su aroma es de fresas. Un omega que cambia de aroma según su estado de ánimo. Nadie ha log...