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La azabache observó por la ventana de su palacio el como el Imperio se encontraba de festejo.Hace apenas unos días habían regresado de la Guerra y desde ese momento el Imperio completo había estado de festejo.Pero aun así con la gloria que significaba su regreso y el de su padre no podía evitar sentir como ese sentimiento oscuro y retorcido había opacado esa dicha ante la nueva noticia

—así que el Emperador a aceptado la solitud de Ariana de tener su propio Harem– murmura con aquel flequillo cubriendo sus ojos

Por su parte ambos chicos observaron algo preocupados como la azabache apretaba la pluma en su mano de tal forma que está termino por romperse preocupandolos por si alguna astilla había terminado lastimandola

—Eclipse,déjeme revisar su mano– pide el de cabello rubio a lo que ella se la muestra

Él la sostiene con cuidado y la abre quitando los trozos de madera mientras que ella se encuentra perdida en sus pensamientos

Sin duda odiaba a Ariana y al Emperador,era simplemente inaudito, ella o cualquiera de sus hermanos debía esperar semanas para que sus solicitudes fueran siquiera revisadas por el Emperador y ni hablar de que fueran aceptadas. Ella misma había tenido que presentar un informe completo sobre el porque debían concederle el permiso para que ambos chicos fueran sus guardias personales. Pero Ariana no, Ariana solamente tenía que abrir la boca y tenía lo que quería, fuera lo que fuera

Pero por más que tuviera celos y odio hacia ella también agradecía que los Emperadores hubieran criado a la albina sin tener idea de lo que era trabajar por algo. Ya que eso le deba ventaja ante lo ingenua que podía llegar a ser la primera princesa. Y puede que Ariana tuviera tantos Hechizos de encanto encima para facilitar sus objetivos pero eso no era nada contra ella que podía simplemente anularlos en cuanto quisiera. Pero recuerden

—entre más alto estén peor será la caída– murmura mientras sus ojos brillaban en un tono dorado con toques morados debido a su maná –Ercik, necesito que hagas algo por mí– habla en dirección al pelirrojo que no tarda en realizar una leve reverencia con una sonrisa

—a sus órdenes mi Eclipse– responde sin dudarlo mientras que la sonrisa incrementa en el rostro de la azabache. Después de tantos años al fin podía comenzar su plan para tomar el trono de Arbezela, no solo por ella y su odio, sino también por su gente que no merecía vivir en la miseria y la desgracia por regentes ineptos

—"que comience el juego y que el mayor odio gané"– pensó divertida

. . .

La azabache observó de forma impasible a los ciudadanos del Imperio presentes en la entrega del Emblema al Héroe del Imperio. Pero más halla de estar simplemente presente se encontraba escuchando los susurros de los ciudadanos y nobles

Ella había luchado contra las Islas Orian junto a su escuadrón desde que había comenzando la Guerra. Había sido ella junto a Erick y Asmodeus y su escuadrón quienes habían liderado la batalla en el frente y quiénes habían conquistado todo en nombre de Arbezela

Pero estaban siendo reconocidos? Para nada, el Emperador no podía darse el lujo de cederle la victoria a cualquiera que no fuera él, aún si no había salido más de unas pocas veces al campo de batalla dejando todo en sus manos

Y es que ni siquiera había tenido que regar la noticia por el Imperio,los propios caballeros que habían luchado a su lado fueran o no de su guardia se encontraban indignados por el hecho de que ella o sus dos guardias no fueran reconocidos como héroes de Guerra, y aunque el Duque Phantom si había Sido un guerrero maravilloso en el campo de batalla no había realizado todas las hazañas por las que se le estaba premiando lo cual dejaba inconformes a todos, incluyendo al condecorado que en varias ocasiones había sido salvado por la Santa de la Guerra y sus dos pilares

Odio //Las Joyas De La Princesa//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora