Flores para mi Edén

Capitulo 7: ¿Cambiarías el transcurso de la historia?

Edén

Nunca subestimes las cosas que haría una chica por cambiar el transcurso de su historia, aun cuando su destino este sellado con un final escrito sin señal de un alma gemela a la vista, una chica hará lo que sea necesario para cambiar su futuro, aun cuando el precio sea demasiado alto, un salto muy arriesgado.

Quería un amor como en las películas, toda la vida se me había dicho que no era posible. Había crecido soñando con esa clase de amor, viendo como todos a mi alrededor lograban conseguirlo y aunque fuera efímero y las flores terminaran marchitándose, lo quería. Todos tenían su amor de película y yo lo veía suceder, escuchaba sobre ello y aconsejaba como una sabia experta en el tema, pero no encontraba ni un solo atisbo de ese amor para mí.

Y lo odiaba.

¿Era una envidiosa?

Estaba amargada, pero decía que estaba bien.

Y tal vez seguía sola, pero no me conformaría con menos que mi amor soñado.

Todavía pedía deseos al soplar las velas en los cumpleaños, en cada pestaña caída y a las estrellas fugaces, había denunciado de estafadora a la adivina de la feria de verano cuando leyó mi futuro en una falsa bola de cristal y había ignorado a la tarotista con sus cartas burlonas. Miraba al cielo y hacia pregunta a todas las deidades que se me cruzaban por la mente, pedía, gritaba, rogaba, nada. A este punto había llegado a pensar que simplemente no era para mí, no estaba en mi futuro, no aparecía en mis cartas. Siempre seria Edén, la amiga que te aconsejaba en el amor, pero nunca lo experimentaba en carne propia.

Comenzaba a perder la fe, un héroe destinado a morir en la batalla, o una villana que perdería la razón y toda gota de bondad en ella para pagar el precio de sus deseos, y al final de la historia perdería todo por lo que tanto había luchado para conseguir en un jardín de sueños marchitos.

La resignación se asoma a la vuelta de la esquina.

Pienso en el aura rebelde y caótica de Keith, el brillo travieso y burlón de sus ojos azules, su cabello despeinado y la oferta que no deja de dar vueltas en mi cabeza.

«Solo deja tu final de película en mis manos y te lo conseguiré»

Me había dado cuenta que no me importaba Julien, tan solo era un medio para un fin y no resulto, pero la propuesta de Keith había llamado mi atención por más que intentase disimular que no lo había hecho, incluso él lo sabía. Escucharía cualquier sugerencia, tomaría cualquier riesgo, gastaría hasta la última moneda por conseguirlo, porque estaba segura de que el amor que tanto anhelaba valía la pena.

—Necesito que coopere conmigo, señorita O'Donnell—entrecierro los ojos cuando el oficial me apunta con su linterna—. Responda las preguntas.

Ser interrogada por la policía no estaba entre mis planes para esta noche, pero aparentemente algo había salido mal en el plan de Stella, esa era la razón por la que había llegado antes de tiempo para buscarme, intentaba a abortar la misión. Resulta que Laia rompió una de las luces traseras del auto de Julien y la alarma de disparo escandalosamente. Para la mala suerte de Laia, una patrulla se encontraba muy cerca. Verónica y Laia lograron ingresar al local y mezclarse entre los presentes antes de que los oficiales las vieran, pero nos han estado interrogando uno a uno desde entonces, arruinando el ambiente del concierto.

—¡Quita la linterna de mi cara, tío Jamie! —me cubro con la mano y rompo el protocolo. Mi tío Jamie es nuevo en el puesto, pero bastante formal con su trabajo, no le gustó mucho que rompiera el protocolo—. ¡Te he dicho todo lo que sé! estábamos esperando que iniciara la presentación dentro del recinto, no escuché nada y no sé nada sobre posibles actos de vandalismo en la zona.