Nacer hacía la muerte/Vivir preparándose para la muerte

Capítulo 6-20

«¿En qué demonios estaba pensando?»

Li Muzhe pedaleaba, confuso.

Sabía que Shen Tingmian era de una familia monoparental, su padre murió muy pronto y solo su madre le criaba, y las condiciones de su familia no eran muy buenas. ¿Es posible que los niños que crecen en una familia así estén traumatizados? Pero normalmente era bastante normal delante de otros estudiantes, hablando y riendo, solo un poco frío delante de él, en especial después de la última confesión.

Hoy, Shen Tingmian iba caminando hacia la escuela mientras Li Muzhe lo seguía en bicicleta. Li Muzhe se inclinaba sobre el manubrio de la bicicleta, su uniforme escolar colgando de manera descuidada y con las cejas fruncidas. Sus ojos miraban fijamente a Shen Tingmian. La cremallera de la mochila de Shen Tingmian no estaba por completo cerrada, dejando ver un poco de una bolsa de pan, que era el popular pan de pasta de judía roja del supermercado últimamente.

Oh, tal vez él no está evitando el desayuno, sino que tiene sus propias preferencias.

Li Muzhe entrecerró los ojos y reflexionó. Después de todo, Shen Tingmian era atractivo y, aunque su comportamiento parecía un poco extraño, era difícil juzgarlo de manera despectiva.

En el camino arbolado, se desplegaba un paisaje mágico.

Delante había un semáforo en una pequeña intersección, pero incluso en la tranquila mañana laboral, no había mucha gente alrededor.

Shen Tingmian se detuvo frente al semáforo y de repente giró la cabeza.

El inesperado encuentro de miradas hizo que Li Muzhe casi perdiera el equilibrio en su bicicleta. Se esforzó por mantener la calma y rápidamente pedaleó hasta acercarse a Shen Tingmian.

—Hola. —Tosió un par de veces.

Shen Tingmian miró hacia Li Muzhe, vaciló por un momento y decidió no ignorarlo.

—Hmm.

Probablemente pensó que fue bastante coincidencia, Li Muzhe reflexionó mientras observaba la expresión de Shen Tingmian.

Es realmente una gran coincidencia encontrarse aquí todos los días, ¿verdad?

Hoy, Shen Tingmian parece estar de mejor humor que ayer. Li Muzhe apretó el manillar de la bicicleta, con las palmas de las manos sudorosas y pegajosas, de repente se quedó sin palabras.

Su relación era extraña y tenía una complicidad especial, evitando mencionar ciertos temas sin necesidad de comunicarlo abiertamente.

Li Muzhe agitó los brazos, tratando de entablar una conversación mientras esperaban en el semáforo.

—¿Por qué estás... por qué hoy viniste caminando? —Luego, como si quisiera taparse los oídos y hacer caso omiso de sus propias palabras, agregó—: Zhao Chen dijo que siempre tomas el autobús para ir a la escuela.

—No, hoy decidí no tomar el autobús —respondió con suavidad Shen Tingmian.

Cuando el semáforo cambió a verde, Li Muzhe saltó de la bicicleta y caminó junto a Shen Tingmian, empujando su bicicleta.

—Eres así, nunca das una respuesta completa a las preguntas de los demás, lo que hace que sea incómodo seguir preguntando.

—Siempre he sido así, es solo que tú tienes expectativas excesivas —le respondió Shen Tingmian.

—Ah —Li Muzhe suspiró y sonrió con resignación—. Nunca dije que fueras una mala persona.

Estaba lleno de espinas, eso era comprensible, pero Li Muzhe se sentía intrigado y, además, era tan atractivo. ¿Qué atributo especial tenía?