cap 1: El parásito

18 1 0
                                    

Cuenta la leyenda inglesa que, en el siglo XIX el hijo de una condesa de Darlington y heredero de un título nobiliario británico, nació Mordake, con una cara 'extra' en la parte posterior de la cabeza. Sus rasgos eran siniestros, incapaz tanto de comer como de hablar en voz alta. Sin embargo, podía gesticular: se burlaba de Edward y lloraba si este reía, reía cuando Edward lloraba, y seguía con la mirada a quien se fijara en sus ojos. Pese a no poder hablar, el noble aseguraba que le susurraba cosas ''demoníacas'' que solo él podía escuchar, y ante la imposibilidad de extraérsela, se quitó la vida a los 23 años.

-
-
-
-
Sin embargo podría ser que haya una parte de la historia que no se haya relatado.
-
-

-

-

-

El cementerio se comía las lápidas con su oscuridad, todo ser descansaba dos metros bajo tierra. Aunque la muerte se haya llevado a todas estas almas había aún un corazón latiendo bajo tierra, alguien que siempre se había sentido ignorado había sido bendecido con la sangre caliente por su cuerpo.

Sentía como cada gota de sangre recorría cada vena hasta llegar a los ojos, abrió los parpados como platos en menos de un segundo, Mordake estaba vivo.

Era como si hubiera nacido de nuevo solo que esta vez no sería espectador. No conocía la alegría de mover las piernas o sentir cada poro congelado, jamás había podido hacer eso más que solo mirar.

Saco la mano por debajo de la tierra, comenzó a arrastrarse con una sonrisa tensa marcada en su rostro, daba mordidas a sus brazos por que sentía que sus extremidades le picaban, mientras la dentadura la sentía dura como si apenas la pudiera mover o controlar supone por la mezcla de emociones que se ocasionaba el mismo, comenzó a meter sus uñas en el rostro de Mordekai mientras gritaba de dolor también en pequeños lazos de tiempo se reía mientras profundizaba sus uñas en la carne. Siempre había sentido que Mordekai había sido una molestia para él, cuando por fin saco el rostro de Mordekai arrojo esa cara a la tierra.

Mientras contemplaba el rostro ajeno frente suyo se dió cuenta que por 23 años jamás pudo ver el rostro de Mordekai pero tenía la sensación que aquella cara fuera solo un espejo en el cual supone que así el también se vería.

El huésped dejo la espera para levantarse aún con las piernas temblorosas era su turno de salir en marcha bipeda hacia la ciudad.

"El gemelo parásito de mordekai ahora se adueña de la identidad de aquel cuerpo"

Definitivamente su personalidad no es igual a la Mordekai...

"Él es el diablo en carne y hueso que viene a tomar las vidas de aquel pueblo"

-

-

-

-

Nick y Alec han sido vecinos de toda la vida además de ser vecinos han compartido una vida muy unidos.

Hasta este día, Nick se encontraba golpeando la cabeza del otro niño con sus puños, estaba arriba de Alec, sentado en el estómago del otro por lo que no podía levantarse, tampoco podía darle patadas por qué su mente estaba en shock por los golpes constantes en su rostro, su vista está nublada hasta sentia ver manchas del incolor de las burbujas.

            »Yo, ya no quería seguir órdenes de Nick los comentarios de otros niños me hacían sentir tan mal«.

Casi cuando ya estaba apunto de rendirse Alec ante los golpes noto que Nick se le quedó hablando enfurecido, estaba tan enojado reclamandole cosas pero a los oídos de Alec no se escuchaba nada.

Alec enfureció al ver cómo una gota de sangre cae de su propia nariz. Apretó su puño contra el piso.

          —callate... —recibe otro reclamo mudo de Nick aún así no entiende que dice— ¡cállate Nick! —con ambas piernas logra hacer gancho para levantar el peso de Nick, por ende el otro niño sale disparado hacia atras.

Nick tenía los ojos abiertos por el asombro, su boca no podía decir nada ya que no se esperaba que el otro reaccionara así cae por las escaleras lentamente a los ojos de Alec.

            »Pero por mi culpa Nick se hizo daño«.

Alec no sabe en qué momento se puso la fuerza suficiente para hacer caer al otro. Una simple pelea termino en Nick sangrando por la cabeza y en estado inconsciente como tenía miedo el otro niño de las reñidas de sus padres, no aviso a nadie y salió de la casa.

Lamentablemente no había ningún adulto para orientar a estos dos niños pasando así seis horas. Alec se escondía en la cocina cubriendo su cabeza en posición fetal tenía tanto miedo que se había meado en sus pantalones.

En ese momento alguien toca la puerta Alec se dispone a levantarse algo aliviado por qué talves podrían ser sus padres, Al abrir la puerta nota que no hay nadie así que cierra la puerta, sin embargo siente una sensación de una presencia ajena detrás de su espalda, cuando voltea ve el reflejo humanoide de alguien en la puerta.

           —Alec... Tú me golpeaste la cabeza —la voz que provenía de aquella sombra parecía afónica— ¿Sabes cuántas horas tienen que pasar para que un corazón se enfríe?

            —... —no entendía el significado de estás palabras así que decide alejarse de la puerta.

El niño desconoce quien le hablaba aún así sentía que el tono de voz era inhumano, como si una radio malograda o el ruido de un barco  que emitía truenos, aquella voz por más baja que sea era escandalosa.

           —¿Quien eres?

           Alec, tu no me hiciste daño, yo me hice daño al confiar en ti —golpeo la puerta al parecer quería entrar— solo quería ser grande pero alguien tan pequeño como tú pudo contra Goliat....

           —dejame... Vete... —como es un niño desconoce que hacer.

           —te juro que haré que tu comida sepa a mierd4 y que tú corazón... ¿Si yo te conozco muy bien tu podrás conocerme a mi?" —la mano de aquel ente se colocó en la puerta, sonaba desesperado por entrar— ¿David o Goliat?

A medida que el otro hablaba su voz parecía volverse más familiar, esa voz tan familiar que escucho por años.

      —Nick ¿Estás bien? —la voz de Alec se notaba preocupada.

Tan solo siendo un niño reconocía que el que hablaba no era otro niño sentia que esa voz por más que fuera la de Nick le congelaba los huesos no se comparaba con la actitud de Nick, infantil, intenso, acelerado Y sobre todo muy curioso.

          —¿llegaron tus padres? —se acerca a la ventana para confirmar la presencia de Nick.

Al posar sus ojos en aquel ventanal no nota presencia humana, ni rastro, siente como si una ventisca de aire soplará todo su ser, esa sensación de frío se transforman en escalofríos por todo el cuerpo, ahí no había nadie ¿Había alguien ahí afuera?

          »Extraño a Nick«.

          »Talves ese día mate a Nick, no me habló por varios días, ni en la escuela, ni en la iglesia o en el supermercado«.

          »Pero su mirada hacia mí es diabólica, de odio, de rencor el me odia estoy seguro. Hace años que yo y Nick ya no somos amigos pero el no deja de hacerme la vida imposible«.

            »Aparte que siento que no solo su odio es lo que me eh llevado si no también hechos muy extraños por ejemplo  a medida que voy a dormir alguien me mira por mi ventana e incluso puedo jurar que es aquel sonido afónico es de esa entidad que tocó mi puerta ese dia, me preguntó que hubiera pasado si yo hubiera abierto esta puerta«.

            »Aun así solo me importa él, Él está muy molesto por qué golpee su cabeza ¿Verdad?«.

Diprosopus - El Gemelo Parasitario De NickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora