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6 semanas más tarde......

LONDRES/INGLATERRA

Me encontraba dando mi curso de lengua hispana, el abrigo café me cubre hasta las rodillas. La fría Londres ha recibido así un nuevo día, son las ocho de la mañana y recién he comenzado mis primeras dos hora de trabajo.

Mi hermano tenía entrenamientos junto con Brian, así que cuando ellos no están, mi bebé sale a relucir. Marie, una mujer muy elegante y de muy buen vestir me ha pedido que le siga enseñando español, además le ha traído varios regalos a mi hijo, lo cual hace que siga siendo difícil esconderlo por más tiempo, dos meses y una semana ya lo hacen notar más.

—Linda, tus ojos se iluminan al hablar de tu país ¿Qué te hizo llegar a este frívolo lugar? —Marie susurra para las dos, Peter, Angela y Elizabeth siguen en lo suyo.

—Es una historia muy difícil de contar, tu prueba aún no termina Marie —sonrío.

Ella tenía razón, hablar de países hispanos claramente involucra a México y es notorio mi amor al país de donde nací. Sonrío al recordar el resplandeciente sol que acariciaba mi piel trigueña, las playas del sur o el ambiente céntrico del país.

Mis alumnos terminan su test, así que doy por acabada la clase y es Marie que como cada clase me invita a tomar un café a la cafetería de la esquina, acepto gustosa, aunque no tome café y prefiera el jugo de arándanos.

—¿Qué tal estuvo el exámen?, Marie —nos sentamos para ordenar.

—Cada día me siento como una hispana —sonríe— la cultura de México es llamativa, celebran todo e incluso a la muerte.

—México espera por tí, Marie —el mesero toma nuestra orden— eres fuerte aún para ir, mírate tienes casi ochenta años y luces como de cincuenta —no era mentira, Marie tenía dicha edad pero lucía mucho más jóven y su físico ni hablar, era sencillamente hermosa.

—Cariño, quiero ir a México pero contigo, que tú me enseñes a tu país —sonreí— debes extrañar mucho a México, nada es igual aquí en Londres, en donde todos son tan pulcros y finos.

Marie a veces amaba tirar hate a sus paisanos, ella tiene el porte pero está convencidísima que tanta seriedad en la vida no es correcta. Marie es Británica con descendencia alemana y por lo que hemos platicado en su juventud amaba estar ebria, bailar en las tabernas y conocer a un chico nuevo cada semana.

—A pesar de amar a mi país, hay personas que me hacen querer no regresar jamás —las bebidas llegan— hui a Londres con la esperanza de darle una mejor vida a mi hijo, poco a poco lo voy logrando.

—¿El papá no lo sabe? —asentí— ____________, ¿Qué harás cuando se entere? —cuestionó preocupada.

—Marie, el papá de mi bebé ni siquiera lo quería —me rompo— él me fue infiel con mi mejor amiga, por eso decidí venir a Londres, mi hermano es quien me ha dado un techo para mi y mi bebé, él tampoco sabe porque si se entera es capaz de ir hasta méxico por Henry.

—Así que ese desgraciado es el papá de tu bebé.... —asentí— menudo hijo de perra, __________ hiciste bien en llegar a Londres, tienes que contarle a tu hermano, confía en que no será tan temperamental.

—Lo haré esta noche, mi bebé tiene que salir al mundo y le contaré a mi hermano.



[....]

Quizás todo lo que estoy preparando en otra vida lo hice con Henry, hay una prueba de embarazo en una bolsa color café, también hay un mini pastel en el cual se supone nos dirá el sexo del bebé, así que lo pongo en la mesa.

Los chicos no tardarían en llegar, escucho el timbre sonar y voy a abrir la puerta. Entran los dos hombres, ambos me saludan y pasan al comedor.

—¿Quién cumple años? —Edson toma el pastel.

—No sé, pero yo no soy y ya mi ilusioné con el regalo —es Brian quien agarra la bolsa...., iba a hablar cuando mi hermano le da un mordisco al pastel, este tiene colores azules al interior y mil infartos me dan.

—¿Qué? —Brian saca la prueba de embarazo, se ha quedado sin color alguno...., Edson lo mira, me mira a mi y parece que ha visto un fantasma.

—No es lo que parece... bueno, en teoría sí —sonrío— vas a ser tío.

Nada salió como lo esperaba, respiro tres veces y comienzo a contarle a Edson, Brian opta por darnos espacio a ambos así que sale al área verde.

—Estoy embarazada, tengo dos meses y no, no es de Brian —rio— es de Henry, pero.... —me quedo en silencio, Edson me anima a hablar— él y yo nos estamos divorciando, tampoco sabe que este bebé es suyo, ni quiero que lo sepa, hay otra cosa que tengo que contarte y tienes que jurarme que no te pondrás como Hulk.

—Está bien dímelo, hermosa —se mantuvo sereno.

—Henry me engañó con Carol, ella está embarazada de él y este bebé que llevo en el vientre ha sido un error para él —mi voz se termina de romper.

Edson me abraza, y besa mi cabello. Ambos nos soltamos a llora y él me carga como niña pequeña, empezamos a reír y mi corazón comienza a sentirse muy muy contento.

—Aunque quiera matarlo no pagaría lo que te hizo —me tomó de las manos— a ti y a mi sobrino o sobrina no les faltará nada, porque su tío y su mamá son unos chingones.

—Gracias Edson y es un niño —reí— cuando comiste del pastel me enteré.

Bajamos a la sala con Brian, me felicitó por la noticia y me dijo que contara con él para lo que fuera, así que pedimos de cenar, tenía demasiado antojo de un pollo frito, nuggets y té helado, Edson me permitió cumplir mis antojos.


[...]

3 MESES MÁS TARDE.....

Me lucían súper bien los vestidos de maternidad, mi barriga ya era más notoria. Brian se había vuelto más cercano a nosotros, siempre le habla a mi hijo, llega con regalos para él y para mi, la semana pasada me trajo un kit para mascarillas y ropita de bebé, entre ellas jerseys. Mis cursos de Español ya están culminando y Marie es quien se logrará recibir con honorificación, Peter y Charlotte son buenos, sin embargo Marie ha puesto mucha dedicación en esto.

—Hola linda y hola bebé —Brian se lava las manos antes de agacharse a saludar a mi barriga— no tienes un nombre, pero se que tu mami te pondrá uno, por lo mientras yo te diré Bichito.

—Brian —el bebé se mueve— le ha gustado, le gusta escuchar tu voz —rei— ¿Y Eddy?.

—Se ha ido con Sofi, así que me pidió que les hiciera compañía y soy el más feliz con ustedes —saca las cosas que trajo de comer, entre ellas fresas con crema— a Bichito le gustan.

—Gracias Brian —besé su mejilla, me llevé las cosas para hacer de comer.

Henry y Carol están esperando a una hermosa niña, Frida vendrá la próxima semana a conocer Londres y también a mi Bebé, Alex la acompañará y bueno, los latinos somos muy desmadrosos. La pasta ya está precocida, así que pongo lo necesario para la lasagna y Brian me ayuda a hacer una rica limonada rosa.

—¿Zendejas va a llegar no? —asentí— ese cabrón, ya quiero verlo.

—Zendewii es un gran amigo, Frida dice que es un excelente novio —reí— ¿Qué hay de tí?.

—Bueno, hay una chica que me gusta pero no se cómo decirle —mi sonrisa se apagó, ni siquiera entendía por qué— ¿Me ayudas?.

—Pues sé detallista con ella —el asintió— invitala a salir, pero sobre todo escuchala a ella y a su corazón —sonreí.

—Entonces así lo hare —sonrió— ¿Quieres salir mañana a pasear conmigo y Bichito? —su propuesta me sacó de trance.

—No quiero ser mal tercio, Brian —comenté apenada— es tu tarde con tu chica.

—Es que yo quiero que tú seas mi chica —cuando menos lo esperé, Brian ya había posado sus labios en los míos.

DESTRÚYEME | Henry Martín & TÚ / FanFictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora