**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚ ᴘᴇʟᴇᴀʀ ˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*

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Desde que ellos dos habían entrado en la finca ya no tenía paz, ya que gracias a los hashiras que habían entrado recientemente habían sido un problema, especialmente por el mayor de los gemelos.

Aunque este mismo ya se podía parar de la cama y eso, utilizaba su tiempo libre para molestarla. Lo cual, la estaba sacando de quicio, siempre que veía a Tanjiro hacer su entrenamiento este le quedaba viendo y a veces le jalaba levemente el pelo.

Lo cual, obviamente la molestaba, no quería un mes o dos con alguien tan molesto, cuando le dijeron aquella noticia sobre el tiempo que se quedarían en la finca ella se devastó, no quería ni mirarlo a la cara, y le estaban pidiendo soportarlo durante uno a dos meses.

Eso la enojaba, pero no podía hacer nada contra el tiempo de recuperación de sus heridas, lo cual, la fastidiaba al sentirse incapaz de ser útil.

(Pov Yui)

Desde una camilla, Yuichiro, veía el cielo, tenía mucho sueño y sus ojeras eran visibles, lo cual, era preocupante porque eso podría alargar el tiempo de recuperación. Mientras intentaba conciliar el sueño, escuchó unos ruidos extraños en la parte exterior de la finca, y con curiosidad, se dirigió hacía los ruidos, y vió al trío principal entrenando para salir a una misión.

Este se les quedó viendo un rato hasta aburrirse, y ahí fue donde vió a Kanao, tenía una bandeja con agua que olía terrible, lo cual, le dió retortijones al Tokito, extrañamente ella lo ignoró y se dirigió hacia una sala, lo cual, hizo que Yuichiro tragara saliva. Después de eso, el se fué, no tenía nada que hacer ahí y tenía mucho sueño, y con dificultad, se dirigió hacía su camilla.

Cuando ya estaba acostado pensó en lo que pasaba ahora mismo, poco a poco quedándose sin sueño alguno. Yuichiro suspiro con cierto tono de molestia, en serio tenía sueño y gracias a sus pensamientos volvió a perderlo. El se sentó en la cama mientras se preguntaba cuando acabaría esa tortura, hasta que vió a lo lejos una Katana hecha de madera. Yuichiro sonrió con malicia al verla, rápidamente levantándose de la cama y yendo por la preciada falsa Katana.

Yuichiro iba a tomar la Katana hasta que alguien empezó a abrir la puerta, un pequeño escalofrío recorrió la espalda del Tokito al ver a Aoi abrir a puerta, ambos se quedaron un momento en silencio y Aoi le regaño por desobedecerla. Yuichiro estaba frustrado gracias a esto, a lo que se sintió peor al ver que Aoi llamaba a Kanao, ahora su día estaba yendo de mal en peor, Kanao llegó y el azabache vió con horror como sostenía una bandeja con un líquido que olía horrible.

Yuichiro se apartó apenas Kanao le ofreció el vaso, poniendo el Tokito una cara de asco, Aoi le dijo a Kanao que le diera el vaso a ella y Kanao acató la orden.

—Te vas a tomar esto, si o si. —
Le dijo Aoi con estrés ya que tenía que atender a muchos heridos aparte de Yuichiro y su hermano.

Yuichiro negó, haciendo que Aoi suspirara del estrés, Aoi le insistió tanto que Yuichiro decidió darle una oportunidad. Apenas tomó el primer sorbo tuvo unas ganas inmensas de vomitar, Kanao que aún seguía ahí le tapó la boca, obligando a Yuichiro a tragarse aquel líquido asqueroso.  kanao volvió a agarrar el vaso, ofreciéndole de nuevo a Yuichiro beber el líquido.

— ¿¡Me quieres envenenar?!, ¡esa cosa sabe horrible! —
Exclamó enojado Yuichiro al ver cómo Kanao volvió a ofrecerle beber.

Aoi iba a regañarlo por irrespetuoso pero justo un estruendo en la cocina captó su atención, Aoi sabiendo que era el jabalí le dijo a Kanao que se tendría que encargar de Yuichiro por si sola. Kanao asintió ante esto un poco molesta, Aoi se fué corriendo hacía la cocina y Kanao y Yuichiro quedaron totalmente solos.

—Respondiendo a mi pregunta;¿Me están tratando de envenenar? —
pregunto de nuevo Yuichiro.

—Si, ¿y? —
Asintió Kanao sería.

Esa respuesta tan tranquila volvió a molestar al Tokito, haciendo una mini discusión entre ambos, Kanao ya se estaba molestando, solo estaba haciendo su trabajo. Yuichiro se negaba cada vez más en la idea de beber la medicina de vuelta, Yuichiro hacía un puchero como un niño, intentando jalar su cabello con delicadeza pues no quería romper el broche que Kanao traía.

Kanao ya estaba harta de la situación, tomando la medicina y haciendo que Yuichiro se la tragara, Yuichiro después de eso se hizo el que se moría, repitiendo una y otra vez que lo había envenenado. Ella soltó un suspiro, era tan difícil tener una plática decente con el siendo que solía ser extremadamente grosero con quien se le acercará, ella hubiera querido que le hubiesen pedido ser cercana a Tanjiro o Zenitsu, con ellos dos si hubiera podido socializar bien, en especial con Tanjiro.

Mientras Kanao se quejaba en su mente Yuichiro se le quedó viendo, sintiendo cierta curiosidad por el hermoso adorno en forma de mariposa que tenía puesto Kanao, Yuichiro podría jugar con tranquilidad que era lo único atractivo en ella aparte de sus ojos. El de puntas menta se le quedó mirando esperando a que ella hablará, terminando por agarrar el vaso donde le habían dando la medicina, y finalmente tirar el vaso de manera al suelo para poder hacer despertar a Kanao de su ensoñación.

La de ojos violetas se sorprendió ante el ruido repentino, pero al ver que lo causaba únicamente sintió enojo. Kanao tomó el caso y volvió a ponerlo en su lugar, mirando con recelo a Yuichiro, de verdad ambos querían ver al contrario tres metros bajo tierra.

— ¿Que tanto pensabas? —
Preguntó el de puntas menta.

Kanao lo Miró

—En como mi vida ha empeorado desde que te conozco. —
Menciono Kanao con una expresión malhumorada.

Yuichiro río ante este comentario.

—Ya somos dos. —
Se incluyó el jóven Tokito a ese pensamiento.

Al parecer Yuichiro podía ser por lo menos calmado cuando el quisiera, Kanao suspiro ante esto y sonrió también, capaz a veces es mejor relajarse e intentar hablar.

—Oye, no puedo evitar pensar en lo feo que esta ese broche. —
dijo Yuichiro.

Y otra vez, a pelear.



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Palabras:1040

Enemies [YuiKana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora