One-shots Pendejos De El Cuarteto De Nos

cuando sea grande...

Hola tilines insanos, acá su escritor de pendejadas favorito.

Este es un fanfic bonito, créanme 🥺

En esta onda hay varias diferencias con el mundo real:

-mi papá Roberto tiene 65 añitos, un feto
-fede tiene 15
-Laura se fue, Laura no está

No se como escribir a Laura, por eso digamos que se fue de aventura y que Miami me lo confirmó, aparte es un one-shot así que se joden.

Y antes de que digan algo, no, lastimosamente esta historia no es titopo.

Les advierto, puede tener temas sensibles, muy sensibles, como autolesiones, así que quedan avisados tilines insanos.

Me van a odiar después de este one shot.

★☆★

Era un invierno en Montevideo, el cuarteto aún no había podido sacar nuevo álbum, pues Roberto, su vocalista, no había terminado de escribir ninguna canción y aún no tenía inspiración para hacerlo.

Podría ser porque... Laura lo había dejado por otro hombre más "interesante"

Su hija odiaba estar sin su mamá, pues se sentía sola, Roberto estaba igual, total, era la mujer a la que había escogido para compartir su vida hasta que "la muerte los separe", pero los separó algo más común que la muerte...

Pero tenían que pasar página, total, había sido hace dos años, ya lo podían superar... ¿verdad?

-hola papá - dijo Federica en voz baja y entrando al balcón.

-hola mi niña - respondí con el mismo tono

Yo estaba mirando por el balcón, veía a la gente caminar por la calle, veía el cielo nublado, las plantas, todo, solo para ver si encontraba la más mínima inspiración aunquesea.

-¿que haces pa? - preguntó apoyándose en mi brazo

-nada, mirando como pasa el tiempo

Nos quedamos callados un rato, hasta que me llegó una duda a la cabeza.

-¿as pensado en que queres ser de grande? - pregunté con calma

-honestamente no, total, siento que todavía tengo tiempo para pensar - contestó con honestidad, algo que siempre aprecio que tenga conmigo, al igual que confianza

-solo te diré, debes estudiar algo que te guste, no porque yo o alguien te lo diga, si no porque a ti te apasiona, porque así, no sentirás que estás estudiando o trabajando solo para vivir, si no también porque te gusta, sentirás que no trabajas, y aunque aun no es tiempo, deberías pensarlo ya

-si, lo se, pero aun no estoy segura

-¿y todavía no te gusta ningun niño? - pregunté dándole un suave empujón, más juguetón

-¡claro que no! Que asco - contestó entre risas y devolviendo el empujón

-¡esta bien, esta bien!, supongo que siempre seras mi niña - dije más normal y acercándola poniendo mi brazo en su hombro para abrazarla y contemplar la paz del momento.