Capítulo 7

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Despues de un viaje de día y medio por fin llegaron a la capital de Luger, Parabellum, por fuera se podía observar un alto y robusto muro de concreto que rodeaba por completo la ciudad, la entrada tenía una enorme puerta de madera la cual estaba abierta y tenia múltiples guardias en ella.

Al entrar a la ciudad se podía apreciar la hermosa y bulliciosa ciudad la cual recorrieron en los carruajes hasta llegar primero al gremio de comerciantes donde dieron por terminada la misión y despues se dirigieron al de aventureros, un enorme edificio que en su interior también tenía bar y restaurante, además de tener servicio de posada.

Luego de cobrar la recompensa por el trabajo de escolta el grupo se encaminó al castillo para solicitar una audiencia con el Rey.

En el camino para allá Adler se acercó a Lidia para preguntarle discretamente como le había ido al averiguar más sobre la historia de aquellos dos.

"Oye Lidia ¿Descubriste algo más sobre ellos?"

"Este si.... me contaron la historia de como llegaron aquí y como es que vivian en su anterior mundo" - Lidia suspiró - "Lo que no entiendo es como es que la maldita esa fue allá y los trajo de, nunca había escuchado algo parecido".

Respondió Lidia con una preocupación muy denotada.

"Si... La verdad eso suena muy poco creíble pero estamos hablando de ella, recuerda que se dice que antes era princesa entonces debe de tener ciertos contactos" - Se quedo pensando un momento - "Además no entiendo con que proposito lo haría y aparte algo asi no parece ser cosa de una sola persona, debe haber más involucrados"

Despues de la respuesta de Adler, ambos se quedaron en silencio hasta la llegada al castillo del Rey.

"Hola Jhon, buenos días, oye no crees que podamos solicitar una audiencia con el rey Franz, es algo en urgente" - Adler junto sus manos a manera de súplica dirigiendose a uno de los guardias de la entrada.

"Buenas Adler" - El joven guardias estrechó su mano con el héroe - "Claro amigo dejame ver si el rey está disponible, mientras vayan dar una vuelta o algo, yo te mando un ave en cuanto te autoricen"

"Muchas gracias Jhon, te debo una" - dijo Adler antes de retirarse al pueblo con su equipo y los hermanos para desayunar.

Después de un rato un Halcón apareció en la ventana del restaurante donde se encontraban con una nota que decía: 'El Rey ha autorizado su visita, por favor dirijase al castillo lo antes posible'.

Todos se dirigieron al castillo nuevamente y fueron escoltados hasta la sala de trono donde el rey Franz Antonio Wagner III.

"Sean bienvenidos héroe Adler y compañia, veo que traen con ustedes nuevos rostros" - dijo el Rey, con su grave voz mientras permanecía sentado en su lujoso asiento hecho de oro y decorado con gemas preciosas.

Un hombre alto, delgado,de mediana edad una notable calvicie que era parcialmente cubierta por su corona, con una prominente barba canosa y una enorme cicatriz en su ojo izquierdo, vestía los tipicos ropajes de la realeza europea que verías en los libros de historia.

Se sentía una enorme presión el tenerlo enfrente a pesar de su demacrado aspecto, lo que más imponía de él era su afiliada mirada y la peligrosa aura que emanaba.

"Muy buen día su majestad, esperamos que goce de buena salud"

Adler dijo y luego los cuatro miembros del grupo del héroe se arrodillaron y agacharon la cabeza ante ese hombre quien tenía dos acompañantes, cada uno de pie al lado de él, éstos estaban totalmente cubiertos con una armadura blanca como la nieve.

Acto inmediato e imitando al grupo, Max y Vicky también se arrodillaron.

"Ya pueden levantarse, no es necesaria tanta formalidad de parte de ustedes, después de todo son el grupo del héroe" - Al momento de decir esto todos se levantaron pero manteniendo una formalidad y educación espléndida.

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