Cuando por fin llegamos a la casa yo subí directo a "mi habitación", justo cuando entre escuche que me gritaban desde abajo, así que con gestos en mi cara volví a bajar, mire a mi papá sentado en la sala con sus ojos serios perforando mi cara.
-Allison, ¿Qué pasó? *Me pregunto*
-¿No estabas trabando? *Dije y solté una pequeña risa nerviosa*
-Hija, sabes que no me gusta dejar el trabajo que tengo a medias, pero, ¿Por qué tuvieron que llamarme de la escuela?, ¿Por qué no hiciste la tarea?
Yo me acerque lentamente a donde él se encontraba.
-Solo te diré una cosa, esa escuela es demasiado estricta, no tienen sentimientos *Hable encogiéndome de hombros*
-Nunca habías hecho eso, ¿Qué ocurre?, ¿Por qué no la hiciste?
-No es para tanto, es solo que me quede dormida, pero ya no volverá a pasar *Susurre*
-¿No es para tanto?
Jimin bajo las escaleras ya con ropa casual y se acercó para sentarse en la sala con nosotros, prendió el televisor e hizo como si no existiéramos. Esto le dio más confianza a mi padre para seguir con lo suyo.
-Contéstame, ¿Cómo que no es para tanto? *Me volvió a hablar mi padre*
No pude evitar mirar a Jimin quien estaba sentado en uno de los sofás tan despreocupado y sin ningún gesto en la cara, se miraba... Extraño... Sentí como unos nervios me invadían cuando note que no solo era una cara bonita, su cuerpo era todo un...
-¡Allison!, deja de mirar a Jimin y mírame *Hablo mi padre interrumpiendo mis pensamientos*
Di un respiro y mire a papá algo culpable.
-Solo promete que será la última vez
Asentí con la cabeza sin decir nada más.
-Y por favor, NADA de novios *Dijo mirando disimuladamente a Jimin*
-Está bien, como sea, ya entendí *Rodee los ojos*
Pude escuchar claramente una pequeña risa, mi papá no era, así que me gire un poco y logre ver como Jimin tenía en su cara una media sonrisa, de un momento a otro examine todo su rostro, era tan lindo...
-Bien, Allison volveré al trabajo, compórtate y haz lo que te pidió tu maestro *Dijo y se fue*
Volví a subir las escaleras e hice lo que el destino me obligaba a hacer, mi asquerosa tarea de Matemáticas, creo que ya odio a ese maestro. Después de terminar la tarea me deje caer acostada a la cama, escuche la puerta abrirse y no me moleste en levantarme para ver quién era.
-Oye, perdona por lo del helado *Escuche su suave voz que sonaba forzada*
Me levante quedando sentada en la cama y fruncí el ceño.
-¿Te caigo mal?, O más bien, ¿Por qué lo hiciste?
Sonrió ligeramente y me miro, se acercó lo suficiente como para tumbarme de la cama quedando enzima de mí.
-No es que me caigas mal, simplemente se me da el molestarte
A esta distancia me sentía casi muerta, me estaba dando un infarto, ¿Qué carajos está haciendo?
-Ya entendí, podrías quitarte *Hable, pero sonó como suplica*
Se levantó lentamente y comenzó a reír.
-Creo que soy irresistible, ¿No es así?
-No te creas tan importante
Camino hasta la puerta y antes de salir se giró a verme.
-Estas muy sonrojada *Dijo y salió sin más*
Me levante con lentitud y me mire en el espejo, tenía la cara peor que como la de un tomate, jamás me habían sonrojado tanto, bueno si, pero no de esa forma, parecía que mi cara explotaría en algún momento. Admitiré que me gusto estar debajo de él, sobre todo ver su rostro tan cerca. ¡Dios No!
***
Varios días después.
Desperté, me di una rápida ducha y me arregle, me mire por ultimo en el espejo y sonreí, tenía ganas de hablar con Kook, él me estaba tratando muy bien, y los chicos que conocí también, lo mejor de todo es que han estado siguiendo hablando conmigo.
Mi papá nos llevó a mí y a Jimin a la escuela, ambos caminamos separados a la entrada y cuando entramos se perdió de mi vista. Entre al salón, deje mi mochila en el que se me estaba haciendo costumbre estar y me senté a esperar a que comenzaran las clases, sentí que alguien estiraba fuertemente mi cabello, me gire y mire a un par de chicas mirándome con una sonrisa, ellas ni siquiera eran del salón, me levante y quede frente a ellas.
-¿Qué, te lastime? *Me pregunto la más alta*
-Un poco, si *Murmure*
La otra chica me empujo y comenzó a reír.
-Oye, ayer te vi con cinco chicos y no solo eran cinco simples chicos, eran los chicos más guapos de la escuela *Me dijo la jirafa*
-¿Y? ¿Hay algún problema con eso?
Sentí una fuerte cachetada y baje la vista, eso no me lo esperaba o quizás sí pero no tan rápido.
-Si no lo sabías, tendré que informarte... A esos chicos no se les puede acercar nadie y lamentablemente no están al alcance de cualquiera, por mucho que te gusten tendrás que apartarte si no quieres salir lastimada
-¿Eso tiene algún sentido? *Dije mirándola a los ojos* ¿Te has preguntado qué piensan ellos de esto? *Mi mandíbula tembló por un instante*
La otra chica me tomo del cuello de la blusa y me acerco a ella.
-Solo te advertimos pedazo de mierda, si estas cerca de ellos también estas así de cerca con nosotras y no la pasaras bien
-¿Allison? *Escuche la voz de Kook*
La chica me soltó en un abrir y cerrar de ojos. La más alta me empujo antes de salir y yo me quede atónita a su forma de actuar por unos simples chicos.
Kook se acercó a mí y me miro frunciendo el ceño.
-¿Todo bien?, ¿Te hicieron algo? *Me pregunto preocupado*
Negué con la cabeza y lo mire
-¿Por qué son tan importantes ustedes?
El tomo mi mano.
-Digamos que las chicas coreanas son un tanto posesivas, pero posesivas con todo, hasta cuando ni siquiera es suyo o lo conocen, es absurdo pero así son.
-Es más que absurdo, es ridículo *Le dije*
La clase transcurrió de lo más normal, al salir al descanso Kook me llevo a las gradas frente a las canchas de fútbol donde ya habíamos acostumbrado a comenzar a ir, todo se miraba tan tranquilo desde ahí arriba.
-Eres tan diferente *Me dijo*
Me gire a verlo y sonreí.
-¿Es por qué no tengo los ojos rasgados? *Dije con una enorme sonrisa*
Él negó con la cabeza.
-Es por qué no pides ayuda cuando sabes que la necesitas, ¿Por qué si esas chicas te molestaban no dijiste nada?, hasta te lo pregunte
Trague saliva y desvíe la mirada.
-¿Cuáles chicas? *Me hice la tonta*
-Las de la mañana, sé que te están molestando por mi culpa
Me encogí de hombros.
Él se echó a reír y yo fruncí el ceño.
-¿De qué te ríes? *Pregunte un poco asustada*
-No importa, pero de ahora en adelante no permitiré que te molesten
-¿Mmm?
-No dejare que ninguna chica te lastime *Dijo y tomo mi rostro con ambas manos*
Sentí mis mejillas tomar un color rojo, él se acercó y me dio un corto beso en los labios, comencé a gritar por dentro, era mi primer beso, si suena ridículo pero lo es. Se paró frente a mí y me dedico esa hermosa sonrisa suya.
-Te quedo claro o te lo repito *Me pregunto*
Sonreí y di una pequeña risita de nervios.
-Pues si puedes repetirlo no me molestaría nada *Solté sin pensar antes que diría*
Escuche su risa y de nuevo sentí sus labios con los míos, fue un beso que solo toco y listo pero había sido especial para mí, estaba que brincaba por dentro.
***
Caminamos un rato más antes de entrar a clase, notaba su sonrisa traviesa que a veces hacia sin mirarme y también notaba las miradas de otras chicas. Esta vez fui yo quien tomo su mano y la plática volvió a la normalidad, era algo incómodo pero me encanto, si, no lo niego fue genial, mi corazón daba un salto enorme cada que se giraba a verme.
Cuando las clases terminaron llegue a la casa y fui directo a mi habitación, hice la tarea y al terminar me duche, salí y comencé a dar gritos ahogados frente al espejo mientras me cepillaba el cabello.
Si, que madura.
Me beso, "DOS VECES", él me beso, seguía sin creerlo, todo era tan... Woow, jamás me había puesto a pensar en esto, Jamás había pensado en un chico como algo más, de hecho, jamás había pensado en los chicos de la escuela, pero esta vez solo pensaba en él, por dios, pero dudo mucho sentir algo por él, o quizás si lo siento pero como es nuevo ese sentimiento no sé cómo se siente... Pues sea lo que sea me hizo dar brincos de emoción.
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Dos lunas de BTS
FanfictionLa historia trata de una chica de 16 años la cual viaja a Corea debidó al trabajo de su padre, ella junto a su hermano entran a un colegio en el cual conocen a varias personas, entre ella a los ídolos k-pop "BTS"...