𝙰ʅʅά 𝚟σყ ♥︎

513 65 11
                                    

¿Alguna vez has pensado que es raro tener un día completamente normal?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Alguna vez has pensado que es raro tener un día completamente normal?

Pues yo sí. En mi vida no hay absolutamente nada normal, ya todos sabrán por qué.

Hoy es un día aparentemente normal, no ha sucedido nada en mi contra, o algo que diga “Hoy es día de asesinar a Harry Potter”. Mis instintos me dicen que va a pasar algo, pero aún no sé si es bueno o malo. Esperemos que sea bueno, de lo contrario, terminaría lanzandome de la torre de astronomía.

— ¿Pasa algo, Harry?

Levanté la mirada de mi plato de comida. No tenía muchas ganas de desayunar. Estaba tan nervioso que no podía probar una mínima migaja de la comida que Hermione sirvió en mi plato al ver que yo no tenía la mínima intención de hacerlo.

— No, nada.

Evite decirle mis preocupaciones. Estoy seguro de que solo era una alucinación de lo nervioso que estaba por el partido de hoy contra Slytherin. Sin embargo, podía sentir una mirada intensa sobre mí.

Merlín, si me oyes, no me cagues el día por favor.

Con mis instintos alertas, levanté la mirada para buscar aquello que parecía querer mirar a través de mí ser. Mi mirada cayó directamente a la mesa de Slytherin, precisamente sobre un pelinegro que me miraba intensamente con sus, no voy a negarlo, hermosos ojos azules.

Santo Merlín, no me mires así que me enamoro más.

Relamí mis labios inconscientemente antes de desviar la mirada sin poder evitarlo. Esos ojos me ponían los nervios de punta. Agarré el vaso bebiendo el contenido para remojar mi garganta que parecía más seca que el desierto (Quizás si lo estaba).

— Hermano, ¿Estás bien?. — La voz de Ron me saco de mis pensamientos. — Digo, pareces un tomate.

¿Qué? ¿Cómo? Maldito Nott y sus malditos ojos azules.

— Sí, solo estoy algo nervioso por el partido. — Me felicité mentalmente por no tartamudear. — Ya saben.

La mirada analítica de Hermione me ponía los pelos de punta, pero no iba a dejar notar mis nervios. Menos los que son causados por cierto Slytherin pelinegro.

— Ya falta poco para empezar. — Hermione volvió a su libro mientras yo evitaba soltar un suspiro de alivio. — Mejor come, Harry.

Aún si no quería, me obligue a comer aunque sea la mitad del plato volviendo a perderme en mis pensamientos, y todos ellos girando en torno a aquel atractivo chico de ojos azules.

𝓐ℓℓά 𝓥σу. |ƚԋαɾɾყ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora