Starry Eyes | König

Mis ojos en ti.

Mis ojos se mantuvieron completamente abiertos toda esa noche, no paraba de pensar en que ese teniente haya estado involucrado con el otro. ¿Por que debía de estar con el? Toda la noche estuve preguntándome bastantes cosas, pero nunca note que la principal.

¿Por que me interesa?

Estaba tan concentrado en otras cosas y situaciones que no me puse a pensar el porque me estaba interesando tanto esto. Era tan de repente ese interés hacia _____ que ni siquiera me di cuenta.

______, ______, _____...

Innumerables veces había pasado su nombre y foto en mi mente, era como si tuviera alguna atracción hacia el. ¿La tenia o solo estaba interesado en lo profesional? Esa pregunta abordaba por mi mente los últimos 4 días tras el suceso.

Nunca me había interesado tanto un hombre, era bastante nuevo el interés que me llegaba a asfixiar. Su rostro, acento, voz, su cuerpo. Mierda, estaba perdiendo la cabeza por este sujeto.

Todos los días mi subordinado, Horangi. Preguntaba mi animo, ¿Era tan notorio que esto me agobiaba? Me preguntaba a mi mismo.

─ Si, Hong-Ji... Estoy bien, te lo aseguro por muchas cosas. ─ Respondió Konig, cansado por las múltiples preguntas del coreano a el.

─ Bien, te recuerdo nuevamente que aparte de tu compañero, soy tu amigo. Los amigos se apoyan entre si, ¿Recuerdas?

Asintió el austriaco mientras veía nuevamente el papeleo, esta vez era de los nuevos operados. Anna, la recluta asignada de _____ había hecho bastante de que hablar, sin contar de su curioso archivo.

¿Anna Miller?

Que curioso apellido, pocos Miller conocía y eso que el apellido era bastante elegante, u común.

Suspire para continuar leyendo sus especialidades, y ver en que zona y tipo de misiones iba a ser enviada. Horangi solo me decía las posibles zonas pero su información física no encajaba.

Iba a ser una tarde bastante agobiada.

¿Por que mierda se me ocurrió ser coronel? ¿Por que tuve que destacar bastante en el ejercito?

Nunca creí llegar tan alto, menos dirigir una base por completo. Juntas, papeleo, organización, pedidos, bajas, ingresados. Era un completo lió ser un rango tan importante.

Claro, te habías idealizado como lo mejor de tu país, pero al final, solo eras un numero mas.

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Los rayos del sol se colaron por la ventana de la habitación, te despertabas de golpe y sentiste un extraño peso en tu abdomen. Te sentaste rápidamente en la cama, alejando el objeto que te daba tanta incomodidad y seguramente era una de las razones por la cual, despertaste de tu sueño.

Tu sorpresa fue ver que tu compañero Nikto, fue el propietario de aquel peso, el cual, era su brazo. ¿Que había sucedido para que acabaras con Nikto compartiendo cama? Te preguntabas hasta que viste en el suelo, viendo a Krueger sin su mascara y con una botella en la mano.

Hiciste una mueca de asco, el cuarto no se veía tan sucio a vista de todos, pero para ti estaba excesivamente sucio. Migajas de bocadillos, alcohol tirado e incluso, sangre.

Sentías asco por permitir esto, pero no era tu habitación, suspiraste para buscar entre tus cosas el uniforme y tus botas. Al vestirte por completo, escapaste del espacio ya ocupado por otros, corriendo hacia la tuya para darte un baño y luego despertar al par de locos.