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— ¿Desde cuándo lo sabes?
MinGyu soltó una risita ante su pregunta, no era difícil para él adivinar lo que realmente pasaba entre ellos dos, aunque en realidad no pasaba nada más que una buena amistad de jefe y asistente por parte de JungKook, pero cuando se detenía a pensar en TaeHyung, todo era un poco diferente.
— No lo sé, simplemente un día lo supuse por la manera en la que lo veías y desde entonces lo he creído, hasta que tú me lo confirmaste hoy.
TaeHyung soltó un gran suspiro sintiéndose como un completo tonto, la verdad es que sus sentimientos por el menor llevaban ahí desde hace mucho tiempo, desde la universidad para ser exactos, pero nunca tuvo interés en confesarle sus sentimientos, porque para empezar en esas fechas JungKook tenía de novio al pequeño Omega SuHyeok, poco después se enteró de su supuesto compromiso y tampoco es como si estuviera tan enamorado de él.
En realidad creía que era sólo una pequeña atracción por el carácter del Alfa, era varonil y rudo, o al menos eso pensó antes de poder convivir con él casi nueve horas de su vida al día.
Aún así, el pequeño sentimiento que tenía por aquel Alfa fue creciendo, pero debido al mal matrimonio que tuvo se obligó así mismo a cerrar la boca y sólo aceptar al mayor como su jefe y un buen amigo de trabajo.
— Agh, como sea. No tenía pensado decírselo — Dijo mientras se sentaba al pie de la cama — Ahora somos sólo dos compañeros de trabajo con una buena relación y me siento bien con eso.
— Aja claro, ¿creés que soy idiota? — Preguntó.
— Sí.
El castaño lo miró levemente enojado, aún así rodó los ojos y se levantó para sentarse a lado del Omega.
— Estás ayudando al Alfa que te gusta a conquistar a otro Omega, te está usando como parte de una mentira a ti y a tus hijos, ¿cómo puedes fingir que todo está bien?
— Porque si no lo hago, ¿entonces qué debo hacer? ¿Demostrar en realidad lo mal que estoy? MinGyu por la Luna, tú has visto como mira a ese Omega, has visto cómo lo abraza y como lo besa, es evidente que no puedo hacer nada, tampoco puedo botarlo y dejarlo aquí solo con su mentira.
El Alfa se alzó de hombros y le dio leves golpecitos en la espalda como muestra de apoyó. Se levantó de donde estaba sentado dispuesto a irse a su habitación.
— Entonces te deseó mucha suerte en esta farsa — Le dijo el castaño y se adentró en el baño de la habitación para terminar de acomodar su cama, la cual era la tina.
TaeHyung lo observó con un leve puchero y se levantó de la cama para salir a buscar a sus hijos en la habitación de al lado, en la cual estaban Hae-In y JungKook hospedados.
Tocó la puerta de la habitación y el menor le abrió, quiso decir algo o intentar entrar para ver a sus hijos, pero aquel Alfa se lo impidió y salió de la habitación con cautela para cerrarla detrás de él.
— TaeHyung.
— Ay, ¿ahora qué? — Lo interrumpió haciendo una cara de molestia y cansancio, quería ir a dormir y seguir con la farsa y el dolor de su corazón mañana temprano.
— Es que Hae-In quiere que vayamos mañana a dar un paseo por las grandes cascadas del lugar y a un tour o algo así — Se quejó mirándolo — Puedes por favor no acompañarnos, quiero estar a solas con él.
El rubio se tragó la ganas de gritarle un montón de groserías en ese momento, así que sólo suspiro y asintió sin nada más que decirle.
— ¿Y qué hago si él me pide que vayamos?
— Pues le dices que irás a cualquier otro lugar con MinGyu o algo así. Qué sé yo, inventa algo referente a tus cosas como el ex-esposo malvado que eres.
— Agh, prefiero mil veces quedarme con el baboso de tu hermano que contigo — Le respondió — Como sea, sólo dame a mis hijos y me iré.
El Alfa sonrió feliz y sin poder evitarlo se acercó para abrazarlo fuertemente, TaeHyung se quejó en voz baja y se apartó de él entre fuertes movimientos.
— No me abraces — Se quejó molesto, una molestia que para JungKook era como un simple juego, pero para TaeHyung era algo más.
— ¿Ya te había dicho que eres el mejor Omega de todo el mundo?
El rubio lo miró por varios segundos y terminó por desviar la mirada mientras asentía ante sus palabras. Sí, ya se lo había dicho un par de veces desde que la mentira comenzó, antes le había gustado ser llamado así, pero ahora incluso le dolía recibir esas palabras.
¿Era el mejor Omega del mundo?
No, él no era el mejor Omega del mundo, sólo era un pobre Omega con dos hijos y un divorcio que acababa poco a poco con su paz emocional, y por si fuera poco, creando la mentira de lo que era ser un matrimonio.
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